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Es necesario beber abundantes líquidos, sobre todo agua fresca.
Cómo estar prevenidos contra los excesos del calor

Cómo estar prevenidos contra los excesos del calor

La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria aconseja unas pautas a seguir para ayudarnos a prevenir las olas de calor

redacción

Viernes, 25 de julio 2014, 08:07

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Para que las altas temperaturas no sean un problema y nos den algún que otro susto durante las vacaciones debemos estar prevenidos contra sus posibles efectos adversos.

Por ello, la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria recuerda que: es necesario beber abundantes líquidos, sobre todo agua fresca, y evitar el alcohol y el exceso de té, café y bebidas azucaradas en exceso; la dieta diaria debe incluir en cada toma ensalada, fruta y verdura (puede ser en forma de gazpachos y otros platos); hay que evitar realizar grandes esfuerzos físicos, y si no hay más remedio protegerse la cabeza con un sombrero y el cuerpo con ropa de algodón o muy transpirable; debemos protegernos del sol tanto nosotros como nuestro domicilio y hay que procurar ventilar nuestro cuerpo y nuestra casa; no podemos olvidarnos de prestar una especial atención a las personas más frágiles y, sobre todo, debemos actuar con sentido común y evitar el exceso de confianza.

Las personas con más riesgo

  • el dato

  • -Personas mayores de 65 años

  • -Personas que están encamadas, afectadas por alguna enfermedad grave

  • -Niños menores de 4 años, y en especial los menores de 1 año.

  • -Personas con enfermedades crónicas, que necesitan tratamientos con varios fármacos para su control. Sobre todo las que padecen enfermedades del corazón, del pulmón o una insuficiencia en el funcionamiento de los riñones.

  • -Personas con enfermedades mentales de cierta gravedad, en especial si padecen disminución de las facultades mentales, depresiones graves o trastornos psicóticos.

  • -Personas muy obesas, que se reconocen como calurosas y tienen abundante sudor.

  • -Personas que toman de manera regular algunos de los siguientes fármacos y sustancias

  • a. Diuréticos (aumentan la cantidad de orina)

  • b. Antihistamínicos (alergias)

  • c. Anticolinérgicos (depresión, parkinson, dolor de abdomen)

  • d. Betabloqueantes (hipertensión)

  • e. Fenotiazinas (trastornos mentales)

  • f. Alcohol

  • g. Cocaína

¿Realmente corremos un riesgo?

Sí en algunos momentos, sobre todo en las siguientes situaciones:

Alcanzar una temperatura superior a los 36 grados, mantenida durante varios días seguidos, con noches muy calurosas en las que casi no hay descenso de temperatura.

La aparición de una alta humedad en el ambiente, que origina la sensación permanente de piel mojada.

Los días con escaso viento que dificultan la ventilación.

Habitar en viviendas muy calurosas, situadas en pisos altos, y que tienen dificultades para su ventilación o que no disponen de aire acondicionado.

Realizar ejercicio físico o trabajos pesados, expuestos durante muchas horas a un exceso de calor. Tanto si es a pleno sol, como en lugares muy calurosos y con mucha humedad.

Trastornos y medidas

Los trastornos que el calor puede originar en el organismo son calambres musculares, agotamiento, golpe de calor. Ante estos, conviene tomar las siguientes medidas.

Calambres musculares. Interrumpir la actividad que se esté haciendo y descansar en un sitio fresco, tomar bebidas que contengan zumos de frutas o preparados deportivos con sales minerales para los más jóvenes, y consultar con el médico de familia si estos duran más de una hora.

Agotamiento por calor. Se caracteriza por un estado de debilidad generalizada, con sudor, fatiga, mareos, angustia pudiendo generar incluso un desmayo o una pérdida pasajera del conocimiento.

Ante esto conviene reposar en un sitio fresco y tranquilo, darle de beber al que lo sufre bebidas con zumos ligeros de frutas y agua fresca y observar que se recupera en un periodo breve y se incorpora a su actividad normal. Si esto no sucede en un par de horas se debe consultar con el médico o el servicio de urgencias.

Golpe de calor. Se trata de una situación muy grave y sucede porque el cuerpo no puede controlar la temperatura, que se eleva rápidamente por encima de los 40º.

Ante esta situación hay que desplazar al afectado de manera rápida a un servicio de urgencias, preferiblemente de un hospital. También conviene intentar bajarle la temperatura del cuerpo mediante un baño de agua fría, paños, sábanas o toallas mojados Hay que situarle en una habitación refrigerada.

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