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La medición de las constantes vitales ayuda al paciente a ejercer un autocontrol que reduce los síntomas del estrés.
Biofeedback, lo último para combatir el estrés sin fármacos

Biofeedback, lo último para combatir el estrés sin fármacos

Una nueva técnica se apoya en la tecnología para que los pacientes identifiquen las situaciones tensas, visualicen la calma y aprendan a controlar esta enfermedad

Linda Ontiveros

Lunes, 23 de junio 2014, 14:03

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Hasta los años sesenta, se pensaba que un individuo no podía controlar sus variables fisiológicas, como respiración, tensión y temperatura periférica. Sin embargo, se ha comprobado que, utilizando la técnica correcta, una persona puede entrenarse para lograr ese control y, así, gestionar el estrés y sus consecuencias: cefaleas, tensión muscular y dolor, entre otras. Una de estas terapias es Biofeedback, un método que se abre camino en España y cuya principal características es que presciende de fármacos para el tratamiento de la enfermedad.

El Instituto Burmuin del País Vasco es una de las clínicas donde han comenzado a aplicar esta terapia y ya cuentan con medio centenar de pacientes. «Está indicada para personas que sufren dolencias, pero también para aquellas que tienen una profesión que les hace vivir momentos de mucha tensión, como es el caso de un deportista de élite, un ejecutivo o un opositor», afirma la doctora Begona Ereno Gorrochategui, psiquiatra del citado centro.

«Con este método, la persona aprende a controlar sus estados de calma y concentración a la vez, cuantificar sus variables fisiológicas, incluyendo el estado cerebral (que es medido en ondas alfa, zeta, beta... ), y conseguir valores de normalidad».

Uno de sus pacientes es miembro de un cuerpo de seguridad, y prefiere mantener su nombre en el anonimato. Debido a la tensioón diaria, vivió episodios de ansiedad y nerviosismo. «El vaso se va llenado hasta que se desborda», dice el paciente. «Esta técnica fue una opción para poder parar a tiempo esta situación, que quizás me hubiera imposibilitado para llevar una vida personal y profesional normal».

Umbrales por persona

Porque la cantidad de tensión que puede resistir alguien es bastante personal. «Se llega al umbral del estrés cuando comienza a interferir en la vida diaria de la persona, que empieza a padecer dolores gástricos, de cabeza, palpitaciones, sudoración, duerme mal, esta irritable, es decir, cuando hay una confluencia de varios síntomas persistentes en el tiempo», explica la doctora Ereno Gorrochategui. «En ese momento, el estrés está generando un problema y las consecuencias pueden ser graves. Puede llegar a afectar incluso su capacidad de concentración, al producir una especie de embotamiento y falta de claridad».

¿Para quién está indicado?

  • Estrés y ansiedad que imposibiliten la óptima ejecución de las tareas exigidas en el trabajo, bajando la competitividad de la persona.

  • Ejecutivos, opositores, atletas de élite, personas sometidas a situaciones muy estresantes, para ayudarles a concentrarse.

  • Niños con trastornos de atención, con y sin hiperactividad. Ademas de ayudarles en la concentración contribuye a su relajación.

El tratamiento comienza con una entrevista general para conocer el historial de paciente sobre sus antecedentes, tratamientos (si existen), su estilo de vida y sus síntomas, con lo que se realiza el perfil de estrés. Se colocan sensores en diferentes partes del cuerpo que medirán la temperatura periférica, la tasa respiratoria, ondas cerebrales y frecuencia cardiaca. Se monitoriza mientras el paciente pasa de no hacer nada a realizar actividades cada vez más estresantes, y se evalúa la fase de recuperación tras cada prueba.

«Lo importante no es solo ver qué pasa durante los estímulos», dice la doctora Ereno Gorrochategui. «También hay que saber cómo se recupera alguien. Al conocer su estado y las variables en las que peores valores ha dado, se puede diferenciar una situación normal de una patológica, y establecer el tratamiento adecuado. Con este método, el paciente recibe un entrenamiento para trabajar las situaciones que alteran las variables fisiológicas. Por ejemplo, si vemos que se produce tensión muscular, identificamos el momento que lo produce y la zona en que ocurre la contractura, e indicamos ejercicios para evitar que se repita».

La prueba en pasos

  • Evaluación del estado de salud del paciente a través de una entrevista (antecedentes personales, tratamientos, síntomas).

  • Colocación de los electrodos para medir los valores fisiológicos (ondas cerebrales, respiración, tensión muscular, pulso de volumen de sangre, tasa cardiaca, entre otras.

  • Sesiones de ejercicios a través del software para aprender a autorregular su estado físico y mental, y responder adecuadamente a las situaciones estresantes.

Este entrenamiento se realiza en consulta dos veces por semana. La cantidad de sesiones depende de la evolución del paciente, pero en promedio son diez. «El sistema es muy bueno porque te dice cuáles son las situaciones estresantes, como reaccionas ante ellas y, lo que es más importante, te da la pauta de los pensamientos-situaciones que te generan tranquilidad para pensar en ellos y combatir el problema», dice el paciente. «La técnica te enseña a respirar más pausadamente y así bajar la ansiedad. La verdad es que estamos en pleno proceso, pero me siento muy bien».

Sin fármacos

Durante toda la sesión, que dura entre 30 y 45 minutos, el paciente siempre está acompañado por un psicólogo, un neuropsicólogo o un psiquiatra formado en Biofeedback, mientras el software evalúaa el ejercicio y cuantifica la mejoría.

La diferencia entre esta técnica y otros metodos es que no se utilizan fármacos, y sus resultados son cuantificables, tanto el nivel de estrés como el nivel de mejora en el tratamiento. Tampoco es invasiva, ni tiene efectos secundarios, pues los sensores no emiten ninguna señalal dañina. Finalmente, es compatible con otras terapias, como la psicoterapia.

«La mayoría de los pacientes nos transmiten que les parece extraordinario coómo ha sido capaz de concentrarse y relajarse, ademas de identificar esa concentración y ser consciente de la relajación a través de esas variables», concluye la doctora Ereno Gorrochategui. «El programa es de gran ayuda, aunque siempre es el terapeuta quien diseña la pauta a seguir para que el paciente logre los objetivos».

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