Aumenta la supervivencia del cáncer de ovario

Qué ha pasado en estos años. Por ejemplo, en los años ochenta se aprueba el uso del cisplatino en el tratamiento para casos avanzados, a principios del nuevo siglo se empiezan a utilizar otros medicamentos, como los taxanos o derivados de platino, además de que se logra conocer el papel de las mutaciones en los casos hereditarios y comienza la identificación de subtipos de cáncer de ovario con comportamiento clínico diferente.

Con una media de edad del diagnóstico es hacia los 63 años, se estima que el 75% de los tumores de ovario en la mujer se presentan en el momento del diagnóstico en forma de enfermedad avanzada (estadio III o IV), lo que hace que los beneficios en supervivencia han sido más modestos que en otros tipos de tumores, probablemente debido a una baja proporción de diagnósticos precoces, a la ausencia por el momento de tratamientos dirigidos frente a dianas específicas o a la dificultad para la incorporación a la práctica clínica habitual de algunas técnicas complejas.

Novedades en el tratamiento

«El cáncer epitelial de ovario (CEO) sigue siendo un desafío clínico y es necesario optimizar el tratamiento actualmente disponible y desarrollar urgentemente nuevas estrategias terapéuticas», advierte la SEOM, que enumera los más recientes avances en esta enfermedad:

-Ha mejorado la comprensión de las características moleculares y del microambiente tumoral de los tumores de ovario, lo que ayuda a avanzar en la búsqueda de una terapia en aquellos casos con déficit en los mecanismos de reparación del ADN.

-Se ha demostrado la eficacia para el tratamiento del cáncer de ovario asociado a «mutación en BRCA, con nuevos inhibidores de PARP para el tratamiento del cáncer de ovario avanzado».

-La FDA (U.S. Food and Drug Administration) ha aprobado el niraparib para el tratamiento de mantenimiento de paciente con recurrencia de cáncer de ovario, trompas de Falopio o cáncer peritoneal primario, en respuesta parcial o completa a quimioterapia basada en platinos.

-Se ha visto un «beneficio significativo» del único inhibidor del PARP autorizado en España para este tipo de cáncer, el olaparib, cuando se administra de mantenimiento como monoterapia para el tratamiento de mantenimiento de pacientes adultas con cáncer de ovario epitelial seroso de alto grado, trompa de Falopio, o peritoneal primario, con mutación BRCA (germinal y/o somática), sensible a platino, en recaída, que están en respuesta (respuesta completa o parcial) a quimioterapia basada en platino.

«Es necesario que estos progresos, por pequeños que sean, se incorporen de manera equitativa para todas las pacientes, pues en muchos casos, han llegado a cambiar de una manera notable el pronóstico y la calidad de vida de muchos pacientes», exhortan desde SEOM, que acuña el lema «En oncología, cada avance se escribe con mayúsculas».