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Diez historias de sobrevivientes de cáncer

Diez historias de sobrevivientes de cáncer

Una exposición de fotografías donde aparecen con el cuerpo pintado reúne a pacientes que han superado esta enfermedad. En España son ya 1,5 millones

REDACCIÓN

Domingo, 5 de junio 2016, 15:12

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Una exposición de body painting compuesta por 8 retratos de 12 pacientes que han padecido cáncer sirve para «hablar» de una enfermedad a la que han logrado sobrevivir ya más de 1,5 millones de pacientes en España, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Para visibilizar a estos héroes en esta lucha se ha organizado la muestra El cáncer nos marca de por vida, en el hotel Room Mate Laura, que ha sido inaugurada en Madrid con motivo del Día Mundial de Superviviente de Cáncer.

Detrás de cada cuerpo, que ha sido dibujado con diseños del artista Nasel, se encuentra una historia. Aquí contamos diez de ellas:

Miriam Rincón. Con 12 años padeció leucemia linfoblástica aguda, estuvo un año hospitalizada, incluyendo dos meses aislada, y hoy, en plena adolescencia, asegura que es mucho lo que ha aprendido. «Aprovecha cada minuto de tu vida y dale importancia a las cosas que realmente la tienen», dice. «Hay que normalizar el cáncer. Cuando vas por la calle con un pañuelo por la calle te siguen mirando y seguro que piensan que te vas a morir».

Fernando López. Sobreviviente a un linfoma de Hodgkin, recuerda la sala de quimioterapia y la impresión que le dio el conocer a tanta gente de diferente edad que estaban afectados por la enfermedad. «Aprecio las pequeñas cosas, los gestos a los que antes no les daba importancia y que luego le parecieron todo un lujo, como el tener ganas de ir a tomar un café con los amigos».

Ana Barrio. Cuando tenía 12 años recibió la noticia: padecía un sarcoma de Ewing. Estuvo un año en tratamiento, un tiempo muy duro tanto para ella como toda su familia. Una vez remitida la enfermedad, se hizo activista en ayuda a pacientes y familiares, como voluntaria de ASION, asociación de padres de niños con cáncer, y como miembro de GEPAC, para ayudar a las familias afectadas. «Vivo exprimiendo cada minuto y valorando las pequeñas cosas».

María Alonso. Con 28 años supo que tenía cáncer de mama. «Me siento marcada de por vida por esta enfermedad a todos los niveles», dice. Tiene temor a los resultados de las pruebas médicas y revisiones.

María Rolán. Desde hace 18 años convive con el cáncer de mama, que se une al cáncer de pulmón de su marido, que falleció. Ha aprendido a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida y de viajar a los lugares que disfrutó junto a su marido, como a las Cataratas del Iguazú.

Rosa Rodríguez. Fue diagnosticada de cáncer de mama en 2009. «Ahora veo la vida de otra forma, disfruto de cada pequeño detalle y de cada día que paso junto a mi marido, mi familia y mis amigos», dice. Por su parte, su marido, Julio Contreras, añade: «El cáncer me ha enseñado a valorar la vida. Quiero más a mi mujer desde que me di cuenta de que podía perderla. Ni nosotros sabíamos que éramos felices hasta que la enfermedad enseña la cara».

Raquel Blanco. No es la primera en su familia en tener un cáncer de mama. A ella le tocó el turno hace 8 meses, con una hija de 3 años. «Cuando tienes que parar tu vida para salvarla, ya nada es igual, asegura. A mí ahora ya nada me amarga la vida».

Caroline Reyes. Con 14 años le diagnostican un linfoma de Hodgkin. Durante dos años entró y salió del hospital. «Yo era una chica superpasota y tímida y la enfermedad me ha enseñado a ser más abierta y a tomarme la vida con más sentido. Ya paso de las tonterías», mantiene. «La gente ve el cáncer como el final de la vida, pero en realidad puede ser el principio de una nueva porque hay mucha gente que lo supera».

Carlos Reyes. Hace tres años se le diagnosticó el síndrome mielodisplásico. Junto a su mujer Desam Muñoz enfrentan la inestabilidad laboral y económica y el miedo a que la enfermedad vuelva a aparecer.

Lorenzo Ancillo.En mayo de 2013 le notificaron un mieloma múltiple. Ha pasado por dos trasplantes, pero intenta disfrutar del fútbol con sus hijos, su pareja y sus amigos.

La exposición permanecerá abierta hasta el 20 de junio. «Es necesario celebrar días como este para que la sociedad se de cuenta de que el cáncer no termina cuando remite sino que vivir la experiencia de esta enfermedad va mucho más allá», expresa Begoña Barragán, presidenta del Grupo Español de Pacientes con Cáncer y superviviente de linfoma. «Te cambia tus necesidades vitales, tu manera de apreciar la vida, la relación con los demás. El cáncer es un antes y un después y todos estos testimonios son un fiel reflejo de ello».

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