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Fotografía de al microscopio.
Una nueva micobacteria para el tratamiento del cáncer de vejiga

Una nueva micobacteria para el tratamiento del cáncer de vejiga

La Micobacterium brumae reduce el crecimiento de las células tumorales y activa una respuesta inmunológica. A diferencia de su antecesora, no es patógena y su producción es rápida y sencilla

redacción

Miércoles, 7 de octubre 2015, 14:19

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Un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) ha descubierto una micobacteria más efectiva para tratar el cáncer de vejiga superficial que, a diferencia de las empleadas actualmente, no tiene riesgo de provocar infecciones. Se trata de la Mycobacterium brumae, con capacidad antitumoral, efectiva para reducir el crecimiento de las células tumorales de vejiga y capaz de activar una respuesta inmunológica. A diferencia de la micobacteria Mycobacterium bovis (BCG), que se administra a través de un catéter directamente en la vejiga en los pacientes después de la extirpación del tumor, la M. brumae podría no provocar uno de los efectos adversos más graves: casos de infecciones por BCG que deben tratarse con fármacos antituberculosos.

La investigación, iniciada hace siete años por el grupo de Investigación en Micobacterias, las únicas bacterias que se utilizan para el tratamiento del cáncer, ha estudiado las características de un amplio grupo de micobacterias, y en los estudios preclínicos, llevados a cabo con ratones modelo de cáncer de vejiga, se demostró que los animales tratados con M. brumae, del mismo modo en que se trata a los pacientes, sobreviven más tiempo que los no tratados e, incluso, en una mayor proporción que los tratados con la micobacteria habitual, el BCG. Al no ser patógena, la M. brumae no tiene riesgo de provocar infecciones.

«Los resultados obtenidos indican que el Micobacterium brumae es un candidato idóneo para sustituir al tratamiento actual con BCG para el cáncer superficial de vejiga», afirma la investigadora de la UAB Esther Julián, quien dirigió el estudio. Otra ventaja de esta micobacteria es su crecimiento rápido, lo que facilita su producción a gran escala, algo más sencillo y rápido que su antecesora BCG.

De hecho, en los últimos años las dificultades para producir el BCG han ido provocando problemas en su suministro para el tratamiento de los enfermos con cáncer de vejiga, resalta el estudio, publicado en la revista European Urology Focus y realizado gracias a la colaboración de la doctora Rosa M. Rabanal de la Unidad de Patología Murina y Comparada del Departamento de Medicina y Cirugía Animal de la UAB, y al grupo Bacterial Infections and antimicrobial Therapies liderado por el doctor Eduard Torrents, del Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC).

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