Borrar
Directo Directo | Con la Crucifixión termina el Vía Crucis en el Cerro de Reyes de Badajoz
Una pareja de ancianos lee la prensa deportiva en una plaza de Barcelona.
Los ancianos son menos sedentarios en barrios concurridos y caminables

Los ancianos son menos sedentarios en barrios concurridos y caminables

Un estudio de la UAB demuestra que la tipología y el urbanismo afecta el tiempo que los ancianos hacen ejercicio diario: casi media hora más semanal si se vive en un lugar con zonas comerciales

redacción

Domingo, 4 de octubre 2015, 09:30

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El diseño de los barrios, para que existan zonas que se puedan caminar, influye en los índices de actividad física que realizan las personas mayores de 65 años que residen en ellos, según un estudio elaborado por investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambiental y del Departamento de Geografía de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Cuando estos barrios son concurridos y tienen comodidades, sus habitantes son menos sedentarios, caminan más y hacen trayectos más largos que los residentes en zonas más "aisladas" y "poco transitadas".

Para lograr que el barrio incentive a que los ancianos lo caminen, aumentando su actividad física, el diseño urbano es crucial, al igual que la existencia de más servicios y establecimientos comerciales. Según el estudio, dirigido por los investigadores Carmen Miralles y Oriol Marquet, la falta de actividad física es un factor de riesgo clave de padecer obesidad, patologías mentales, problemas cardiovasculares, distintos tipos de cáncer y artritis, responsables del 6% de la mortalidad.

La investigación se basó en una encuesta realizada a 12.000 personas residentes en barrios catalogados como "vitales" (muy transitados con comodidades, instalaciones y servicios cercanos) y "no vitales" ( más aislados, dispersos y poco transitados) de 164 municipios de la Región Metropolitana de Barcelona. Los resultados fueron que el 15,5% de los mayores de 65 años pasa más de un día sin salir de casa, un dato que se amplía al 21,2% en el grupo de los mayores de 75 años con tasas aún más elevadas entre las mujeres mayores (25,5%).

La tipología del entorno urbano, además de la edad y el género, puede influir en el número de desplazamientos de las personas mayores y, por tanto, en los niveles de actividad física realizados durante sus caminatas. La proximidad a los destinos y la presencia de gente paseando por la calle anima a las personas mayores a hacer más salidas de casa, lo que implica caminar más a menudo y durante más minutos que los que viven en zonas no vitales.

Dice el informe que esta relación directa entre la vitalidad / caminabilidad del barrio y el envejecimiento activo tiene una incidencia más marcada en los hombres de edad avanzada que en las mujeres. En concreto, en los barrios no vitales, el 20% de los hombres mayores de 75 años son personas que no salen de casa, mientras que en los vitales la cifra disminuye hasta el 13%. Del mismo modo, los hombres que viven en zonas consideradas como vitales realizan al día un 11,3% más de viajes que los que residen en áreas más aisladas.

Los mayores de 65 años que viven en barrios vitales caminan en un 76,7% de sus desplazamientos, una cifra que se reduce al 56,8% en las zonas no vitales. En minutos, los residentes de las zonas vitales han caminado casi 34 minutos más semanales que los otros, y se acercan a la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de andar 30 minutos al día para garantizar un envejecimiento activo y saludable. En cuanto al uso del coche particular, en los vitales lo usa el 10,2%, cifra que aumenta en los otros hasta el 20,3% en el caso los barrios no vitales.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios