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Las manifestaciones contra el uso del amianto se sucedieron tras conocerse en los años 80 que era cancerígeno.
La exposición ocupacional al amianto causa unas 107.000 muertes al año

La exposición ocupacional al amianto causa unas 107.000 muertes al año

El Collegium Ramazzini ha publicado una declaración oficial de las dimensiones globales en salud del amianto y las enfermedades relacionadas con él

redacción

Lunes, 27 de julio 2015, 12:38

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Desde la década de los 80, cuando las autoridades médicas señalaron que los productos relacionados con el amianto podían provocar cáncer, se ha estado luchando en el mundo entero por acabar con este material incluido en multitud de edificios, algunos de los que aún hoy siguen en pie.

De hecho, la exposición ocupacional a este material causa una 107.000 muertes al año en el mundo. Estas muertes son el resultado del cáncer de pulmón relacionado con el amianto, mesotelioma y asbestosis. Tanto en los países que han prohibido el uso de amianto como en los países que todavía lo utilizan, existe un gran número de trabajadores que tienen un elevado riesgo de desarrollar ERA (Enfermedades Relacionadas con el Amianto) por las exposiciones pasadas al amianto, en particular, cánceres de pulmón y mesoteliomas. La mayoría de estas personas expuestas anteriormente permanecen en la población general sin ninguna vigilancia en curso de su salud.

Ahora el Collegium Ramazzini (CR), una academia internacional de 180 científicos de 35 países, expertos en salud ambiental y ocupacional, ha publicado una declaración oficial de las dimensiones globales en salud en a que recomienda a los países a desarrollar estrategias para identificar a sus trabajadores anterior y actualmente expuestos al amianto, para cuantificar su exposición, y registrarlos para posteriormente desarrollar métodos de vigilancia de la salud continua y de prevención secundaria.

Además de los trabajadores, deberán someterse a control los miembros del hogar de los trabajadores si existe amianto en sus hogares.

La incidencia del mesotelioma (forma rara de cáncer que se desarrolla a partir de células transformadas originarias del mesotelio, el revestimiento protector que cubre muchos de los órganos internos del cuerpo) varía en diversas áreas del mundo, dependiendo de la cantidad de amianto utilizado en esa área.

Incidencia en el mundo

Las tasas de incidencia, según datos de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) de 2012, fueron más altas en el Reino Unido, en donde se diagnostican cerca de 1.800 casos por año. Actualmente, en España la tasa de incidencia se sitúa en torno a los 0,35 casos por cada 100.000 habitantes/año y es responsable del fallecimiento de 5 personas por cada millón de habitantes.

El amianto o asbesto es una causa probada de cáncer en humanos, y todas las formas de amianto se han descrito como carcinógenos humanos por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), de la agencia sobre el cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Desde 1993, el Collegium Ramazzini ha pedido reiteradamente una prohibición global de toda la minería, fabricación y uso del amianto. El Collegium ha tomado esta posición basada en la evidencia científica bien validada mostrando que todos los tipos de amianto, incluido el crisotilo, la forma más utilizada, causan cánceres como el mesotelioma y cáncer de pulmón, y que muestra, además, que no existe un nivel seguro de exposición.

El Collegium reafirma su posición de prohibir toda extracción y uso del amianto, incluyendo el crisotilo, como medida de salud pública responsable. «Esta declaración actualiza las declaraciones anteriores del Collegium con un enfoque en las dimensiones de salud mundial del amianto y las enfermedades relacionadas con el amianto (ERA)», explica Manolis Kogevinas, vicedirector de CREAL, centro de la alianza ISGlobal, e investigador que forma parte de la academia CR.

Epidemia ERA

La epidemia ERA probablemente no alcanzará su máximo hasta, al menos, una década en los países más industrializados y en varias décadas en los países industrializados. El amianto y las ERA seguirán presentando desafíos en el ámbito de la medicina y la salud pública, así como en la investigación y la práctica clínica, y por lo tanto se han convertido en un problema de salud global.

Los países industrializados que ya han pasado por la transición de la prohibición del amianto han aprendido lecciones y adquirido conocimientos y capacidades que podrían ser de gran valor si se implementan en los países industrializados que se embarque en esta transición. La riqueza acumulada de experiencias y tecnologías en los países industrializados, por lo tanto, debe ser compartida a nivel internacional a través de campañas mundiales para eliminar las ERA.

Ken Takahashi, miembro del Collegium Ramazzini, profesor de Epidemiología Ambiental y director del Centro Colaborador de la OMS en la Salud Ocupacional de la Universidad de Salud Ocupacional y Ambiental (UOEH) en Kitakyushu (Japón), señala: «La máxima prioridad para reducir las ERA es la prevención primaria, es decir, que se prohíba el uso de amianto en los países donde es legal y se prevenga la exposición de fuentes in situ en todos los países de uso histórico del amianto».

Philip J. Landrigan, presidente del Collegium Ramazzini, comenta que «teniendo en cuenta que las ERA son 100% prevenibles, el objetivo final debe ser de cero nuevos casos de ERA tanto en países industrializados como en países en vías de industrialización. La pandemia de las ERA es una prioridad internacional urgente para la acción de los trabajadores de salud pública».

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