Mientras más ejercicio, mejor rehabilitación pulmonar

El ejercicio mejora la calidad de vida

La experiencia profesional apunta que la solución reside en promover la actividad física mediante un programa estructurado, basado en la práctica de ejercicio y en la intervención conductual, afirma la doctora Judith Garcia Aymerich, epidemióloga de CREAL y miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). Los programas de rehabilitación pulmonar son un escenario perfecto para potenciar las capacidades de los pacientes y para promover la actividad física. Actividades cotidianas, como subir o bajar escaleras o salir a pasear, resultan de gran ayuda para lograr una evolución favorable de la enfermedad y una mejora de la calidad de vida de estos pacientes.

El peligro del sedentarismo

La reducir de la actividad física del paciente, aunque sea de manera progresiva, impacta negativamente en el pronóstico de su enfermedad y también en su calidad de vida. Es muy difícil recomendar la práctica de actividad física a pacientes que se ahogan con tan solo moverse, prosigue la doctora Garcia Aymerich. Las estrategias para aumentar la actividad física en pacientes con EPOC no deben ser simplemente informativas, pues hay que motivarle para que sienta la necesidad de moverse. Además los programas de rehabilitación pulmonar pueden prepararle físicamente esas actividades.

Dentro de las estrategias para aumentar la actividad física en estos pacientes está, además del componente motivacional y un adecuado programa de rehabilitación pulmonar en la que el paciente no se canse demasiado, la utilización de un podómetro, para que cuente cada paso y le retroalimenta positivamente, y hacer las caminatas en lugares apetecibles. Es muy importante conseguir que estos pacientes mantengan un nivel moderado de actividad física sin cansarse demasiado, pero que se realice de forma regular, concluye la doctora García Aymerich.