Cómo sobrevivir al cáncer y reírte de él

Así le sucedió a Mario en el verano de 2014. Con solo 36 años y una trayectoria profesional de éxito, acudió al médico por una inflamación y recibió un diagnóstico claro: Lo que tienes en el testículo izquierdo es un tumor, y al parecer bastante grande.

Todo su mundo se le vino abajo en un instante. Este joven reportero pasó por el proceso por el que pasan gran parte de los afectados: en un primer momento, negar los hechos ("esto no me puede estar sucediendo a mí"); después, desplomarse y llorar sin consuelo; a continuación, pensar cómo se le da la noticia a los seres queridos y, finalmente, ponerse a buscar todo tipo de información sobre cómo puede cambiar tu vida en los próximos tiempos.

Un año después, y ya totalmente recuperado, decidió escribir sobre su experiencia en parte como terapia y también para tratar de ayudar a los que se enfrentan a este trago. Así es como nació 'Hola, cáncer' (Editorial Planeta), como una 'hoja de ruta' que aborda todas las fases de la enfermedad: desde el diagnóstico y repercusiones hasta los nuevos hábitos de vida, pasando por la etapa de cirugía, quimio y tocando también el ámbito emocional.

Empezar de cero

"Y de repente, el mundo se paró. Entonces empecé a dar las gracias al cáncer por haber conseguido ponerme la zancadilla", escribe. "Empecé a escuchar mejor a mis amigos, a mirar de nuevo a mis padres a los ojos, a besar a mi hermano... Unos días después descubrí que ya era otra persona. Mi contador estaba a cero."

Con estas pocas frases el periodista resume a la perfección cómo esta experiencia le ha transformado la vida hasta el punto de que ya no volverá a ser el mismo. Y en este caso para mejor, porque, tras una enfermedad como esta, cambian las prioridad y a partir de ese momento uno empieza a disfrutar de las cosas que hasta entocnes no le había dado importancia.

El libro también cuenta con un capítulo dedicado a las redes sociales e internet, ya que está principalmente destinado a los jóvenes. Por eso también es de lo más visual, un mérito que recae en La Fábrica de Pepinos de Boa Mistura, estudio de diseño gráfico que ha puesto la nota de color y añadido todavía más humor a un tema que la mayor parte de las veces se trata desde un punto de vista muy serio y en ocasiones trágico.