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Viernes, 24 de noviembre 2017, 09:19
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El beso no consentido que un hombre le propinó a una joven ha acabado costando algo más de 31.000 euros. Quien besó ha sido condenado a abonar una indemnización de 28.075 euros más los intereses legales por un caso que se remonta al año 2009. Una cantidad que se añade a los 3.000 euros que la joven ya arrancó a la Administración de Justicia tras exigir responsabilidades por la lentitud en la tramitación del caso.
La condena al hombre que le robó el beso no ha llegado por la vía penal sino por la jurisdicción civil, por los daños -trauma- que causó a la joven aquel beso íntimo no consentido por ella. En un primer momento la joven intentó resarcirse penalmente, pero el acusado se libró de ser condenado por una falta de vejaciones porque había prescrito. El juzgado tardó en tramitar las diligencias y señalar la vista lo suficiente como para que el acusado alegara prescripción. Esta tardanza en la tramitación es lo que llevó a la joven a exigir a la Administración de Justicia, que le reconoció una indemnización de 3.000 euros.
Cerrada la vía penal, la joven volvió a la carga contra el hombre que la besó. En este caso, por mediante una demanda civil. Su abogado esgrimió que aquel beso en la boca y con lengua le provocó a la joven un cuadro de estrés postraumático que incluyó un trastorno depresivo reactivo, agorafobia, trastorno neurótico y bulimia.
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