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¿Qué ha pasado hoy, 27 de marzo, en Extremadura?
Gorka Miñón pilota en verano los yates de lujo de un rico empresario marroquí. :: R. C.
«Es estresante. Sobre  todo, no ver a mi familia»

«Es estresante. Sobre todo, no ver a mi familia»

Lunes, 16 de julio 2018, 11:22

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GORKA MIÑÓN

CAPITÁN DE YATE DE LUJO Y 'DEMOSTRADOR' DE ESQUÍ

Gorka Miñón nació en Vitoria hace 49 años, pero se considera casi 'granaíno', porque llegó a la ciudad de la Alhambra a los 19. Tras un fugaz paso por la Escuela de Informática, convirtió su afición por el esquí en profesión en la estación de Sierra Nevada. Durante años estuvo contratado en una escuela, más tarde montó la suya y, tras una mala experiencia, la última temporada trabajó como autónomo 'freelance' con sus propios contactos. Además, es formador de formadores, lo que en la jerga se llama 'demostrador', tanto en Granada como en el Pirineo. «No es lo mismo saber esquiar que enseñar a esquiar. Hay que transmitir la técnica, explicar cómo lo haces», recuerda. Y ha trabajado varios años probando material para una revista especializada.

Por larga que sea la temporada en Sierra Nevada, las facturas siguen llegando cuando la nieve se derrite. Durante seis años dirigió una empresa de esquí náutico en el pantano de Cubillas y con su título de capitán se fue a Marbella. Allí conoció a su actual jefe, un rico constructor marroquí propietario de una flotilla de cinco yates de lujo amarrados en el puerto deportivo de Kabila, de los que el vasco dirige los dos más grandes, de 21 y 17 metros de eslora, en excursiones de la familia a resorts de todo el Mediterráneo, desde los cercanos Puerto Banús o Sotogrande a Palma de Mallorca o Sicilia.

Desde hace siete años, el trabajo estival de Gorka es de hombre multiusos. «Soy el 'capitán Bayeta'», bromea. «Aparte de llevar el barco, hay que mantenerlo, llamar al mecánico si hay un problema que no sé resolver, organizar la logística de los viajes, planificar las compras... y hay que limpiar mucho. Pero me pagan muy bien», reconoce. Durante estos meses, vive en un apartamento que le facilita su patrón, pero tiene poco tiempo libre para disfrutar de Marruecos. A veces, después de atracar el yate, dispone del margen justo para «tomar un 'tajin' y a dormir».

Pese a todo, en primavera tiene un tercer trabajo como conductor de pruebas para concesionarios y copiloto de clientes que viven la experiencia de conducir un Ferrari, un Porsche o un Laborghini.

«Es muy estresante. Sobre todo es duro en verano, porque mi mujer y mis dos hijos viven en Granada y estoy mucho tiempo sin verlos», admite.

Nieve y mar. Gorka empezó Informática, pero ya lleva treinta años dedicado al deporte: en invierno, el esquí, y en verano, la navegación.

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