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Lunes, 1 de mayo 2017, 12:31
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Bajar de peso o adelgazar pasan por reducir la ingesta calórica y aumentar el gasto energético. Es decir, que lo ideal es ajustar la dieta para dar prioridad a alimentos frescos y de origen vegetal, optando en ocasiones por raciones más pequeñas. Pero hay quien quiere adelgazar pero se resiste a cambiar sus hábitos alimenticios, algo que lo convierte en algo muy complicado. Para ello buscan productos que les faciliten la tarea, los conocidos "sustitutos de comida" que a priori aportan todos los nutrientes necesarios en cada comida facilitando que se consiga adelgazar.
Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recuerdan que, aunque estos sustitutos pueden funcionar en algunas condiciones, no se puede cambiar totalmente la dieta por ellos.
Según recoge la OCU en su web, la norma que regula las alegaciones nutricionales ha realizado una actualización en lo que respecta a estos productos "sustitutivos" de comidas para el control de peso. Para poder afirmar, por ejemplo, que "La sustitución de una comida al día por un sustitutivo de la comida en una dieta baja en calorías contribuye a mantener el peso después de la pérdida de peso", es preciso que el contenido energético no sea inferior a 200kcal ni superior a 400kcal por comida, la energía obtenida de la grasa no puede ser superior al 30% del total del valor energético aportado y las proteínas deben aportar entre el 25 y el 50% del valor energético del producto, entre otros factores.
Lee la noticia completa en Las Provincias.
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