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Creaciones de Lee Samantha en Instagram.
La comida que entra por los ojos

La comida que entra por los ojos

La malasia Lee Samantha se ha convertido en una estrella de las redes sociales con sus creaciones artísticas para la mesa

COLPISA

Lunes, 13 de marzo 2017, 00:05

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La malasia Lee Samantha compartía con los padres de los países desarrollados un problema a la hora de sentarse a comer: sus hijas rechazaban algunos de los platos más saludables cuando llega la hora. Entonces decidió apostar por su vertiente artística para seducir a sus vástagos a través de atractivas puestas en escena de sus alimentos y el éxito se extendió más allá de su propia mesa. De hecho, la tarea se solventó con tal brillantez que ahora es una estrella de las redes sociales a la que acuden numerosas empresas para que sus eventos se contagien de su capacidad artísticas.

«Cuando empecé a tener una familia me di cuenta de que cocinar para la famila en casa era mejor que comer fuera porque podía controlar los ingredientes y ajustar los sabores de acuerdo con los gustos específicos de cada uno. Desde entonces, quise alentar a mis hijas para comer de manera saludable y de manera independiente empecé a construir 'Food Art' (comida artística) al final de 2008 cuando estaba en un avanzado estado de embarazo con mi segundo hijo y empecé a publicar en Instagram en 2011», resume Lee Samantha en su página web. Con el tiempo, los atractivos platos de la cocinera asiática han conquistado las redes sociales hasta sumar más de 713.000 seguidores de sus fotografías de comida en Instagram y recibir múltiples propuestas para participar en eventos de diferentes empresas.

La vertiente gastronómica de Lee se explica especialmente por el contienente asiático, ya que entronca con la popular tradición japonesa del 'bento', la comida para llevar del país nipón que va empaquetada y que en ocasiones asemeja a ilustraciones gracias al trabajo de quienes lo elaboran. En el caso de la malasia, su antiguo pasatiempo se ha convertido en un trabajo que le ha permitido enseñar en diversos talleres a lo largo del continente más poblado.

La manera de trabajar de la artista de la comida es bastante artesanal. «No uso moldes. Me gusta mantener mis utensilios sin complicaciones, simples y prácticos. Me gusta invertir mucho tiempo en construir sets artísticos de 'bento' y herramientas, pero después de un tiempo me di cuenta de que no es necesario tener todos esos moldes que generalmente suponen un montón de gasto de comida, algo en lo que no creo. Creo en presionar los límites de la creatividad con herramientas prácticas como un par de tijeras, cuchillos, palillos y papel adherente -con estos he creado todas mis ilustraciones-», señala Lee. Otros trucos se revelan en la materia prima. «Me encanta trabajar con ingredientes frescos como arroz, verduras, frutas y aves de corral. ¡Estos ingredientes proporcionan los mejores colores! ¡No hay necesidad de colorear!», confiesa. Cada obra le supone habitualmente entre 60 y 90 minutos para preparar sus peculiares historias con los alimentos. Dragones, animales, paisajes o recreaciones de cuentos se reproducen sobre los platos en tres y dos dimensiones antes de ser adorados en las redes sociales.

Lee ya ha superado las 1.000 creaciones publicadas en Instagram y aunque reconoce que algunas veces ha repetido, todavía piensa en desafíos. El próximo será trabajar en frío. «Cuando trabajo con helados, eso es un gran reto porque en mi país, Malasia, hay un clima cálido y húmedo que hace que sea difícil manejar helados ¡porque se derrite demasiado rápido!», reconoce.

Ahora que es famosa, Lee ha decidido dividir sus días para no perder su pasión. Durante la semana se dedica a la docencia y actos relacionados con el patrocinio y su nombre como marca, mientras que durante el fin de semana vuelve a la cocina con su familia. Después de varios años, la situación ha cambiado en su hogar y ahora no tiene problemas para dar de comer a sus hijas. Es más, ahora son ellas quienes aconsejan sobre lo que hay que poner en la mesa: «Dejo a mis niñas que me ayuden tanto como quieran. Aprenden cómo hacer la comida con el mínimo de desperdicios. Yo me inspiro en todo y eso incluye a mis chicas, quienes comparten ideas conmigo».

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