Borrar
¿Qué ha pasado hoy, 16 de abril, en Extremadura?

Cambios vertiginosos

IGNACIO SANTIAGO ÁLVAREZ MIGUEL CATEDRÁTICO DE BIOLOGÍA CELULAR DE LA UNIVERSIDAD DE EXTREMADURA

Lunes, 27 de febrero 2017, 00:29

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

ESTAMOS familiarizados con que la mayoría de lo que acontece a nuestro alrededor permanezca en cierta manera estable. Si pensamos en el diseño de la ropa, la forma de un coche o de un avión, o incluso la estructura de la sociedad, nos daremos cuenta de que han ido evolucionado con los años pero muy gradualmente. Sin embargo, en algunas ocasiones se produce una aceleración en estos procesos de cambio y se convierten en vertiginosos. Sin duda, este es el caso de ciertas tecnologías que han crecido exponencialmente y que han modificado nuestras vidas de forma fulminante. Podemos mencionar la fotografía digital, los teléfonos inteligentes, la conexión global por internet y otros muchos ejemplos. Esta situación va a repetirse con toda seguridad con otras tecnologías como los coches sin conductor, los drones, las impresoras 3D y otras novedades que auguro van a ser en breve cotidianas.

Esta aceleración tecnológica está ocurriendo también en las ciencias biomédicas. La robotización en cirugía, los nuevos sistemas de análisis de imagen, el acceso a la información (big data) y otros desarrollos tecnológicos, hacen que la práctica médica este cambiando espectacularmente. En este marco cabe destacar de manera especial los últimos avances en Genética y Biología Celular y Molecular. Se necesitaron unos 3.000 millones de dólares y se tardaron varios años para secuenciar el primer genoma humano, que se dio a conocer en el año 2001. El avance exponencial que se ha producido en el análisis del ADN ha permitido que actualmente nuestro genoma se puede secuenciar en unas horas y por un coste de unos 1.000 dólares. Esto ha sido posible gracias a que se ha descubierto un sistema barato y rápido de secuenciación masiva del ADN y con cuyas siglas en ingles nos deberíamos ir familiarizando: NGS. ¿Cómo se traduce esto a la realidad? Por ejemplo, secuenciando con esta tecnología el poco ADN que pasa desde el feto a la madre, se puede saber en las primeras semanas de embarazo si el embrión en gestación es portador de alteraciones cromosómicas. Esta tecnología, que se conoce como test prenatal no invasivo, ya que utiliza una muestra de sangre de la mujer embarazada (muy sencilla de obtener), se ha establecido como la técnica de elección para el diagnostico prenatal, desplazando casi totalmente a la conocida amniocentesis, que es una prueba invasiva y con riesgo de pérdida fetal.

Hace pocos días tuvo lugar en Zafra la reunión científica Corion, donde se discutieron los últimos avances en el ámbito de la reproducción asistida. En este foro, referente del suroeste de la península y que se realiza cada dos años auspiciado por la clínica IERA-Quironsalud, se plantearon preguntas sobre lo que nos espera en el futuro de la reproducción gracias a las nuevas tecnologías biomédicas y la respuesta fue unánime: entramos en una época de cambios vertiginosos.

Uno de los avances que justifica esta afirmación (y no el único) es que ya existen pruebas genéticas muy asequibles, ya que usan la tecnología NGS, que permiten conocer si una persona es portadora de enfermedades recesivas. Esto quiere decir que quien es portador o portadora de esa enfermedad no la padece y por lo tanto es sana, pero que sus hijos la sufrían en el caso de que el otro miembro de la pareja también sea portador de la misma enfermedad recesiva. Como los futuros padre y madre no tienen síntomas de la enfermedad, en muchas ocasiones esta combinación de los dos progenitores portadores de la misma enfermedad recesiva no es detectada y nacen hijos afectos. La realización de estas pruebas, conocidas como test de compatibilidad, permitiría que una pareja supiese de antemano el riesgo para sus futuros hijos de padecer fibrosis quística, distrofia muscular o anemia falciforme, por poner ejemplos de las muchas enfermedades recesivas que existen. Las parejas que descubran que pueden concebir una proporción de sus hijos con estas patologías, no tendrán que elegir entre no formar una familia o arriesgarse a tener niños enfermos. Por el contrario, podrán realizar una fecundación in vitro (FIV) para posteriormente implantar únicamente embriones sanos, ya que en el laboratorio se pueden seleccionar aquellos que no hayan heredado la enfermedad. Por lo tanto, en un futuro no muy lejano, parejas sin problemas de fertilidad demandarán este análisis genético y, en caso de riesgo, podrán utilizar las técnicas de reproducción asistida para evitar el nacimiento de niños condenados a padecer estas terribles enfermedades. Aunque en España esta posibilidad está aún lejos de su realización sistemática, en Israel, uno de los países con mayor incidencia de fibrosis quística, esta enfermedad recesiva prácticamente se ha erradicado mediante el uso de estos test de compatibilidad genética entre la pareja.

Como otros muchos, mi amiga Beatriz se preocupa porque este acceso tecnológico a la procreación (y otros posibles cambios en el mundo de la reproducción) suscita cuestiones éticas importantes, como podría ser un cambio a una reproducción selectiva, tanto genética como socialmente. La incorporación de la tecnología biomédica ha de ser controlada y se debe proceder con cautela pero, por otro lado, no debemos temer al futuro. Comento esto porque a veces los cambios bruscos nos dan miedo y, utilizando un ejemplo anterior, puede ser que los taxistas estén en contra de los coches sin conductor y quieran intentar detenerlos, pero cuando nos hagan la vida fácil y, según todos los estudios prácticamente acaben con las muertes en carretera, serán nuestro modo de desplazamiento. Tampoco tenemos que temer a unos test genéticos que nos permitan erradicar ciertas enfermedades de las siguientes generaciones, sin duda un cambio vertiginoso.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios