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Descubren que el cáncer colorrectal engloba cuatro tipos de tumores diferentes

Un esfuerzo de clasificación liderado desde España permitirá crear terapias específicas y mucho más efectivas para cada clase

BORJA ROBERT

Martes, 13 de octubre 2015, 08:35

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madrid. Distinguir los tumores solo por el órgano al que afectan es, cada vez está más claro, insuficiente para hacer un buen diagnóstico. Un consorcio internacional de investigadores, liderado desde el Vall d'Hebron Instituto de Oncologia (VHIO) en Barcelona, ha revisado la genética de 4.000 casos de cáncer colorrectal y ha descubierto que, en realidad, son al menos cuatro enfermedades diferentes. Por eso, probablemente, su tratamiento actual tienen efectos muy distintos según el paciente. Con este avance pretenden sentar las bases sobre las que desarrollar terapias específicas para cada uno de los cuatro tipos y lograr, así, que mejoren su tasa de éxito.

«Es como si fueran tumores distintos», asegura Rodrigo Dientsmann, investigador del VHIO que ha liderado la investigación, que publicó ayer sus resultados en la revista científica Nature Medicine. «Están todas en el intestino, pero tienen distintas mutaciones y una expresión genética diferenciada». Los que consideran de un mismo tipo, explica el científico, son muy parecidos entre sí y muy diferentes del resto. «Y eso explica por qué un tumor con las mismas características patológicas, que está en el mismo órgano y se trata igual, puede mostrar una evolución completamente diferente», recalca. Ya saben, por ejemplo, que una de estas nuevas familias del cáncer colorrectal responde mal a las terapias actuales. «Y que otro, que afecta a algo menos de uno de cada seis pacientes, responde especialmente bien a la inmunoterapia».

La clasificación elaborada por el consorcio pretende cerrar de una vez un debate que lleva abierto muchos años. Esta separación en varios tipos ya se había logrado con éxito en otros tumores, como los de pulmón o mama. «En el caso del colorrectal, hasta seis grupos de investigación distintos habían publicado sus propias clasificaciones, pero no había ninguna consistencia entre ellas», afirma Dientsmann. Su revisión de 4.000 casos creen que tiene la suficiente fuerza estadística como para afectar a la práctica clínica en pocos años. Que conseguirá que alguien elabore pronto una técnica sencilla y barata para identificar el tipo de tumor -porque ahora hacerlo es caro, lento y solo viable a escala de laboratorio, no de un hospital- y que se pueda avanzar en la elaboración de tratamientos específicos para cada caso. Que ocurra lo mismo que ya pasó durante la década pasada con el cáncer de mama.

Otras patologías

«En cáncer de mama es clarísimo. Hace una década que sabemos que hay cuatro tipos. Y saberlo ha revolucionado los tratamientos, que ahora son muchísimo mejores», aclara Dintsmann. «Y todo viene de esa clasificación que por fin tenemos también en colorrectal». Pese a todo, los ritmos de la ciencia son lentos y la distinción entre los distintos casos de tumor puede tardar su tiempo en afectar a la práctica médica. «Como hay mucho interés en trasladarlo a la práctica clínica lo antes posible, esperamos que en dos años haya evidencias suficientes que justifiquen la elaboración de un test clínico», indica el investigador. Antes, otros laboratorios independientes deberán cerciorarse de que la clasificación es buena.

«Hace más de diez años que no cambiamos las terapias en cáncer colorrectal», lamenta el investigador del VHIO. «Hemos incluido miles y miles de pacientes en estudios y no mejoró nada su pronóstico frente a ser tratados con laquimoterapia habitual, y no es porque las nuevas terapias no funcionen, sino porque no encontramos el grupo donde sí son beneficiosas». Se refiere, aclara, a pacientes sin metástasis, a los que se somete a una operación. «Ahora vamos a poder volver a mirar las muestras de los tumores de estos pacientes y determinar qué funciona mejor en cada caso. Puede que hasta recuperemos tratamientos que habíamos casi abandonado», explica.

Las técnicas estadísticas que han usado los investigadores también se podrá aplicar a otro tipo de tumores. «En este teníamos especial necesidad por la inconsistencia de las clasificaciones propuestas hasta ahora», asegura Dintsmann. «Pero en otros, como el de páncreas, también es muy necesario». De momento, se cree que existen entre tres y cinco variantes.

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