Lo que es de la carretera se queda (reciclado) en la carretera

 Recientemente el Partido Popular presentó en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley en la que pide al Gobierno que fomente el uso de materiales reciclados en la construcción y conservación de carreteras. Los populares destacan en su petición que el pavimento se fabrica con una mezcla bituminosa formada por árido y ligante. El primero suele ser caliza y el segundo betún. Así recuerdan que los áridos pueden sustituirse por residuos cerámicos procedentes de la industria azulejera, la escoria de la acería o neumáticos. El betún se sustituye por elastómeros procedentes también del reciclaje de neumáticos y plásticos.

Según explica, Pablo Sáez, director gerente de la Asociación de Empresas de Conservación y Explotación de Infraestructuras (ACEX), los elementos que se incorporan a la mezcla «hay que analizarlos detenidamente y no se pueden meter de una manera aleatoria. La carretera admite mucho material reciclado, pero hay que hacerlo con conocimiento».

En la actualidad, el producto reciclado más utilizado para la construir carreteras es el neumático usado, un material que «está muy estudiado» y sobre el que existe una normativa al respecto publicada por el Ministerio de Fomento desde hace casi una década. «También se utilizan a nivel experimental escorias procedentes de fundiciones y el propio reciclado del firme. Reciclo el propio pavimento, que se incorpora de nuevo como un material más en la nueva capa que se va a ejecutar», detalla el experto.

Asimismo, se están analizando otra serie de residuos, como el plástico y sus diversos tipos. «El plástico, igual que el neumático, mejora de determinadas características del betún», pero es el caucho el que hace que ésta tenga una «mayor calidad», apunta Pablo Sáez. Los neumáticos pueden ser utilizados como áridos, lo que se denomina 'vía seca', o como añadido fundidos al betún, en lo que se llama 'vía húmeda'.

Pero es que, además, el árido puede sustituirse por residuos procedentes de la demolición. En este caso, los escombros deben quedar libres de metales, plásticos y otros elementos, antes de ser triturados y reducidos al tamaño requerido para el asfaltado de una carretera.

Vía experimental

En España existen numerosas iniciativas en la investigación de materiales reciclados para su uso en la construcción viaria. Una de ellas es la desarrollada por el Instituto Tecnológico del Plástico Aimplas, que junto a Acciona Infraestructuras, la Dirección General de Carreteras de la Comunidad de Madrid y la Universidad de Cantabria, tomó parte en el proyecto Polymix, para desarrollar un asfalto compuesto de neumáticos, tapones de polipropileno, envases de polietileno y perchas de poliestireno. La mezcla conseguida se utilizó para asfaltar dos kilómetros de la M-300, en Alcalá de Henares (Madrid).

El estudio del comportamiento del proyecto Polymix se encargó al Centro de Experimentación de Obras Públicas (Cedex) del Ministerio de Fomento. Tras observar durante 18 meses el comportamiento del firme se llegó a la conclusión de que la nueva mezcla asfáltica «cumple con los requisitos establecidos para ser utilizada en la construcción de carreteras». Además, «las mezclas que incluyen residuos poliméricos en su composición obtienen una mejora notable en la resistencia a las deformaciones plásticas con respecto a la mezcla asfáltica convencional, lo que permite que tengan un mejor rendimiento frente a la aparición de roderas, especialmente importante con altas temperaturas o tráfico pesado lento».

Otra de las ventajas, según el estudio es la reducción de materia prima empleada en su fabricación, como son los áridos naturales, y por otra proporciona nuevas vías de reutilización para grandes volúmenes de residuos plásticos. De esta manera, «si su implantación se extendiera a todo el territorio nacional los residuos se podrían consumir prácticamente donde se generan».