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Luis Bárcenas.Jaume Matas.Isabel Pantoja.Rodrigo Rato.Cristina de Borbón.
El negocio  de las fianzas

El negocio de las fianzas

El Estado gana más de 100 millones de euros al año con los intereses que genera la cuenta de depósitos de los juzgados. Pero este dinero«no sirve para mejorar la Justicia»

DANIEL VIDAL

Domingo, 1 de febrero 2015, 12:24

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Los 200.000 euros que Luis Bárcenas depositó hace unos días en el juzgado para disfrutar unas semanas de libertad hasta su juicio, y de paso empezar a rajar contra el PP en plena calle, es solo una pequeñísima parte del ingente pastizal que gana cada año el Estado gracias a la cuenta de depósitos y consignaciones del Ministerio de Justicia, donde van a parar los dineros que los magistrados reclaman a los ciudadanos envueltos en procesos judiciales. Bien para hacer frente a su responsabilidad social por el delito cometido, bien para eludir la cárcel o para salir de ella hasta que se celebre la vista, como en el caso de Bárcenas.

Las fianzas como la del extesorero del PP «se imponen en función de las posibilidades económicas del acusado para asegurar su presencia en el banquillo ante el juez, pero no tienen nada que ver con la gravedad del delito», argumenta María Victoria Cinto, vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). En total, y según se refleja en el informe 'La Justicia dato a dato', del propio Consejo, el Estado ingresó en 2013 casi 7.000 millones de euros en esta cuenta. Aún no están disponibles los datos de 2014, pero la cifra no tiene visos de caer. Y ese volumen de dinero, como cualquier activo financiero, produce jugosos beneficios en forma de intereses. «Unos 100 millones anuales en los últimos años», confirmó recientemente el ministro de Justicia, Rafael Catalá, durante la firma del contrato con el Santander para renovar la gestión de este 'negocio'. Otros cuatro años con opción a dos más. Un chollo para el banco, claro, que también obtiene importantes réditos por la millonada hasta que buena parte del pastel, eso sí, sale en forma de indemnizaciones o acaba volviendo a los imputados que terminan siendo absueltos.

Bien podría ser el caso de la infanta Cristina, que aún tiene que sentarse en el banquillo, pero que al día siguiente de que el juez Castro le impusiera una fianza civil de 2,7 millones de euros, consignó la cantidad en el juzgado para evitar el embargo de sus bienes. De poco le ha servido, porque su marido, Iñaki Urdangarin, no pudo ingresar los más de 6 millones -que luego pasaron a 13,5- de su 'multa' y ambos han tenido que malvender la mansión de Pedralbes, bajo llave judicial. Como miles de bienes que también acaban engordando la 'bolsa judicial' del Estado. En los últimos años, el saldo neto de esa cuenta corriente superó los 3.200 millones de euros, según el informe. Pero es un dinero «que no siempre sirve para mejorar la Justicia, porque los réditos van directamente a parar al Tesoro Público, y probablemente a reducir la deuda pública», critica Cinto.

Alaya, la recaudadora

A la hora de generar ingresos, Mercedes Alaya se lleva la palma. Solo en el caso de los ERE de Andalucía, la jueza ha fijado fianzas que casi alcanzan los 3.000 millones. Las de mayor cantidad son civiles: la del exconsejero de Empleo, Antonio Fernández (807 millones), seguida de la del exdirector general de Trabajo y Seguridad Social, Francisco Javier Guerrero (686 millones). No pudieron hacer frente a las responsabilidades económicas, así que todo lo que cae en sus manos se les embarga. Incluso llegó a pedir 30 millones a la exministra Magdalena Álvarez, aunque la Audiencia finalmente la anuló. Otro histórico 'recaudador' del Estado ha sido Miguel Ángel Torres, instructor del 'caso Malaya', que castigó a José Antonio Roca con mil millones de euros. Un total de 5.242 a todos los imputados. A Isabel Pantoja la dejó libre por 90.000 euros, aunque después la Audiencia le impuso una sanción de un millón de euros por blanqueo de capitales que aún está intentando pagar desde su celda de la cárcel de Alcalá de Guadaíra.

Quien sí depositó 'ipso facto' la cantidad que le solicitó el juez fue Rodrigo Rato, imputado en el escándalo de Caja Madrid. El exvicepresidente del Gobierno pagó tres millones en concepto de responsabilidad civil. Miguel Blesa, expresidente de la entidad, tuvo que abonar 2,5 millones para salir de la cárcel, aunque aún busca la manera de hacer frente a los 16 millones que le ha pedido el juez Andreu. Está reclamando a su seguro. La mayoría recurre a créditos, como el exministro y expresidente de Baleares Jaume Matas, que pidió más de dos millones para librarse de la cárcel en 2010. Se presentó al juicio, se le devolvió parte del dinero y acabó condenado... y entre rejas.

Gerardo Díaz Ferrán y Ángel de Cabo, imputados por el saqueo de Marsans, terminaron en la cárcel tras no poder asumir las históricas fianzas de 30 y 50 millones de euros, respectivamente. Aunque De Cabo quedó libre más tarde por 300.000 euros. Con semejantes cifras batieron el triste récord de Javier de la Rosa (Caso Kio, 1999), con 5.000 millones de pesetas (30 millones de euros). El mismo que unas semanas más tarde no tuvo muchos problemas para reunir la quinta parte, 1.000 millones, con la que obtuvo la libertad: le bastaron tres horas. Algo parecido a lo que sucedió con Francisco Correa, cerebro de la Gürtel, al que le redujeron la fianza del millón inicial a los 200.000 euros que le permitieron salir de la cárcel... hasta el juicio. La misma cantidad que ha pagado Bárcenas. En las fianzas también hay períodos de rebajas.

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