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Turistas en la fortaleza de San Felipe del Morro, levantada al norte de San Juan cuando Puerto Rico pertenecía a España. :: r. figueroa/efe
De Obama  a Felipe VI

De Obama a Felipe VI

Crean en Puerto Rico un movimiento para que la isla vuelva a formar parte de España

BORJA OLAIZOLA

Martes, 2 de septiembre 2014, 09:16

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Es hora de volver a casa», reza el lema del Movimiento de Reunificación con España (MRE) que se constituyó formalmente el domingo en Puerto Rico. Habituados a los constantes agravios y desplantes de inquilinos empeñados en abandonar el edificio, resulta una novedad toparse con alguien que lo encuentra tan acogedor que quiere integrarse en la comunidad. Incluso si ese alguien está al otro lado del Atlántico y depende del país más poderoso del planeta, los Estados Unidos.

Puerto Rico, que suma 3,7 millones de habitantes repartidos en una isla de superficie similar a Asturias, tiene un régimen jurídico muy peculiar: forma parte de los EE UU pero no es uno de sus estados miembros ni puede participar en la elección de su Gobierno. Su singular 'status quo' viene dado por un concepto jurídico, denominado estado libre asociado, que hace las delicias de los aprendices de brujo del secesionismo. Hasta el exlehendakari Juan José Ibarretxe llegó a utilizarlo como referente cuando promovió en el País Vasco el plan que fue bautizado con su nombre y que terminó naufragando a las puertas del Tribunal Constitucional.

Es cierto que Puerto Rico, descubierta para los europeos por Colón en su segundo viaje a América, formó parte durante más de cuatro siglos de las posesiones de España, pero también lo es que el vínculo lleva tanto tiempo roto -desde 1898- que se hace muy difícil pensar en su recomposición. Sin embargo, un pequeño grupo de puertorriqueños piensa que a la isla le iría mucho mejor si se reintegrase en España y se convirtiese en una más de sus comunidades autónomas. Los partidarios de tan pintoresco plan se contentaban hasta ahora con difundir sus puntos de vista a través de Facebook, donde tienen unos 10.000 seguidores, pero el domingo dieron un paso adelante y se convirtieron en un movimiento político organizado en una asamblea fundacional que tuvo lugar en San Juan, la capital de la isla.

Al acto acudieron medio centenar de personas, lo que da idea de las limitadas expectativas del grupo. El entusiasmo que derrocha su principal promotor, sin embargo, invita a pensar lo contrario. «El Tratado de París de 1898 que obligó a España a desprenderse de Puerto Rico fue ilegal», arranca José Nieves, un descendiente de canarios y catalanes que es el cuerpo y el alma del Movimiento de Reunificación con España. Nieves, un criminólogo de 42 años que trabaja como guardia de seguridad, desmenuza las ventajas que encontraría la isla si se reintegrase en España: «La autonomía que se nos otorgaría sería muy superior a la que nos concede Estados Unidos y nos permitiría el comercio con otros países, algo que no es posible ahora. Además, tendríamos el euro, una moneda que vale mucho más que el dólar, y conseguiríamos la igualdad política que nos ha denegado Estados Unidos».

Aceite y vino españoles

Aunque Puerto Rico goza de una prosperidad desconocida en otros rincones de Centroamérica, sus indicadores económicos están muy por debajo de la media del resto de los EE UU. La isla, además, no termina de salir de una crisis que comenzó en 2006 y que ha provocado una oleada migratoria, principalmente hacia Nueva York y Florida, que le ha hecho perder población por primera vez en su historia. Las dificultades económicas han acrecentado las presiones para acabar con su singular estatus jurídico y lograr una mayor estabilidad. Una mayoría de la población se decanta por incorporarse a EE UU como un estado más, pero Washington no termina de verlo claro y demora cualquier pronunciamiento a la espera del resultado de un estudio sobre los costes de la integración.

Los promotores de la vuelta a España creen que el desapego de los estadounidenses ante las reclamaciones de la isla juega a su favor. El punto muerto en el que a su juicio se encuentra Puerto Rico da alas a sus opciones: «Nos apoyan desde estatistas (partidarios de la plena integración en EE UU), independentistas que aceptarían la unificación con España como opción descolonizadora y hasta defensores del 'status quo' actual cansados de que EE UU nos dé la espalda», sostiene el fundador y líder del MRE. Son pocos los que apuestan por el nuevo movimiento aunque los vínculos de la excolonia con su antigua metrópoli van más allá de la plena vigencia del idioma, que resiste a la creciente pujanza del inglés: Puerto Rico es el mayor consumidor de vino y aceite españoles fuera de la península y uno de los lugares donde mejor imagen tienen los productos 'made in Spain'. «Seguro que España nos recibe con los brazos abiertos», proclama confiado el fundador del MRE.

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