Borrar
EL PULSO POR FeRRAZ

No estaban muertos, que estaban de parranda

"Los que han perdido no tienen ánimo para comisiones, y los que hemos ganado…no tenemos ganas", afirma una delegada de Sevilla

CECILIA CUERDO

Sábado, 4 de febrero 2012, 21:16

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

"Los que han ganado estarán más contentos y los que no han ganado lo estarán menos". Un histórico dirigente socialista resumía así los ánimos tras unas semanas de infarto, "muy duras" a decir de otros, que habían concluido con acusaciones de juego sucio por ambos candidatos. "Ha sido una campaña elegante y de respeto", ironizaba a propósito el ya flamante secretario general nada más iniciar su discurso, "nos habremos dicho al menos 60 veces que somos la experiencia y el pasado".

Las tensiones que se constataban en la primera jornada del 38 congreso, y que al parecer se prolongaron durante la noche con cacerías de indecisos, se enfriaron nada más terminar los discursos de candidatura con una cerveza en la mano. Delegados e invitados abarrotaron inmediatamente las distintas cafeterías y barras distribuidas por el hotel para comentar las intervenciones. La suerte ya estaba echada, y la guerra psicológica podía esperar hasta después del tentempié. Los que contaban el número de aplausos decantaban la balanza para Carme Chacón, los contrarios alababan la "solidez" de Alfredo Pérez Rubalcaba. "Ha gritado mucho", lamentaba una de las delegadas.

Otros se fijaban sin embargo en la calidez de las bienvenidas por la mañana. En esa guerra, ganó sin duda Chacón, que llegó en medio de en una avalancha de seguidores y cámaras de televisión. "Yo creo que no apoya los pies en el suelo", bromeaban algunos. "Parece la Virgen del Rocío cuando los almonteños saltan la reja", reían otros cuando escuchaban las palmas al compás que algunos se atrevieron a dar sin mucha gracia.

Como el día anterior, todos los ojos estaban puestos en los dos candidatos, que sin embargo no se dejaron ver en el comedor reservado por el PSOE, como el día previo, para almorzar de menú. En el congreso de la austeridad, muchas voces se quejaban de los precios del hotel (bocatas a 10 euros y cafés a 3) y de la ausencia de establecimientos en las inmediaciones. Los pocos abiertos se abarrotaron cuando los delegados terminaban de votar. Por suerte, sin embargo, ayer no tuvieron que salir corriendo a buscar los coches para evitar además una multa de 200 euros. Y es que el viernes el ayuntamiento había enviado a la Policía Local y la grúa municipal, que acabaron haciendo su agosto entre los coches aparcados.

La tarde transcurrió entre el suspense y las especulaciones. Rumores sobre el resultado, y rumores también acerca de la tardanza en contar votos. "Están nerviosos y se lían con los números", bromeaban los cientos de asistentes que se fueron congregando en el espacio denominado ágora, donde se ubicaba la única pantalla para seguir el plenario y donde también estaba la sala de votaciones donde se hacía el recuento. Las redes sociales hervían de comentarios acerca de los discursos y apuestas sobre el ganador.

De repente, a media tarde, las carreras hicieron saltar los corazones de más de uno. En la sala de prensa, alejada de los puntos "calientes" de la información, los periodistas vivieron con suspense los segundos hasta que la organización ofreció los datos oficiales. Y comenzaron los saltos y las desbandadas. "No estaban muertos, que estaban de parranda", bromeaba un dirigente andaluz condenado al ostracismo en los últimos meses y que formaba parte del bando más crítico con las presiones. "El corazón ha vuelto a su sitio", respiraba otro entre abrazos y palmadas de felicitación en la espalda. En una escalera, otro grupo de críticos sonreía al hacerse la foto de recuerdo al grito de "22, 22", que popularizó hace años un duo humorístico.

En el lado contrario, algunos trataban de mantener el tipo. Chacón, de nuevo vestida con pantalón negro y chaqueta roja "le pones un sombrero cordobés y es el logotipo del fino Tío Pepe"-- salió a respirar un poco de aire y no pudo evitar las lágrimas al regresar al hall del hotel entre aplausos de sus seguidores. Al tiempo, los militantes empezaron a abandonar entonces el hotel. "Los que han perdido no tienen ánimo para comisiones, y los que hemos ganadono tenemos ganas", afirmaba otra delegada de Sevilla.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios