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Familiares y amigos, ayer en la capilla ardiente instalada en la antigua cooperativa. David Palma
El conductor que arrolló al ciclista en Barrado invadió el carril contrario

El conductor que arrolló al ciclista en Barrado invadió el carril contrario

El funeral por Enrique Paniagua será a las once de hoy en la parroquia del pueblo y el ciclismo celebrará mañana sábado una concentración de protesta

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Jueves, 21 de diciembre 2017

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La jornada de luto decretada para el jueves y este viernes en Barrado y en el Valle del Jerte muestra el dolor de toda una mancomunidad por la muerte de Enrique Paniagua Alonso, el ciclista de 32 años que la tarde del miércoles falleció en la carretera, atropellado por un turismo, cuando regresaba a casa junto con un compañero con el que había salido a entrenar esa tarde.

Lo hizo en una de sus rutas habituales, en una carretera que conocía de sobra, la intercomarcal EX-213, que conecta La Vera con el Valle. Y fue en el camino de vuelta desde Arroyomolinos hasta Barrado, pueblo en el que vivía y del que su padre ha sido alcalde y por eso es conocido en toda la mancomunidad, cuando se encontró de golpe con la muerte. En el kilómetro 6,400, pasada la piscina natural de la localidad de La Vera, en la curva conocida como la del Puente Viejo.

Un Peugeot de color negro conducido por un joven de 24 años de Navaconcejo iba en dirección a Arroyomolinos, en el sentido contrario al de los ciclistas. Y por motivos que se desconocen hasta el momento, según ha confirmado la Delegación del Gobierno, el conductor del turismo perdió el control del vehículo e invadió el carril contrario, por el que en ese momento circulaban Enrique Paniagua, ciclista federado desde hace años, y su compañero Ricardo. El vehículo arrolló al primero y no llegó a rozar siquiera al segundo.

«El golpe ha sido tan grande que la bici quedó simplemente como un puzle, con la estructura partida en veinte trozos», detalla Pedro Romero Ocampo, presidente de la Federación Extremeña de Ciclismo.

«El choque del turismo, que iba en dirección a Arroyomolinos, ha sido tan fuerte que este ha rebotado en las rocas del otro carril cuando lo ha invadido, ha rebotado y ha quedado mirando para Barrado, en sentido contrario al que circulaba por tanto», explica el alcalde de esta localidad, Jaime Díaz Breña.

Gráfico.
Gráfico.

De hecho ese fuerte golpe, que acabó con la vida de Enrique, impidió que los servicios sanitarios que acudieron a la curva del Puente Viejo pudieran hacer algo por salvarle, tal como informó el Centro de Emergencias 112. Por eso, una vez constatada su muerte, su cadáver fue trasladado hasta el Instituto Anatómico Forense de Cáceres, donde le fue practicada la autopsia para regresar después a su pueblo.

Familiares, amigos, conocidos y compañeros visitaron durante todo el día de ayer la capilla ardiente instalada en el Aula de Formación de la antigua cooperativa de Barrado. Mientras las banderas ondeaban a media asta y lucían crespón negro en el Ayuntamiento.

Una imagen que hoy continuará en esta localidad del Valle cuando a las 11 horas tenga lugar el funeral por Enrique Paniagua en la iglesia de San Sebastián. Donde de nuevo familiares y amigos se reunirán para dar el último adiós a Enrique, donde el dolor, por tanto, se volverá a sentir con fuerza. «Este trágico suceso ha destrozado a sus familiares y nos afecta a todos los vecinos de Barrado, un pueblo que está consternado», resume el primer edil.

Dolor, consternación y también rabia se mezclarán mañana de nuevo en Barrado, el día y la localidad elegida por los ciclistas para alzar su voz. De la mano de la Federación Extremeña de Ciclismo y del club Picota Bike, al que pertenecía el fallecido, se ha organizado una concentración de protesta a las cinco de la tarde.

Alcohol y drogas

«Haremos un paseo simbólico hasta el Roble de la Solana, a unos dos kilómetros del pueblo, y leeremos un manifiesto», detalla Pedro Romero. «Queremos acompañar a su familia y vecinos y que el colectivo de ciclistas tenga visibilidad, porque estamos muy afectados por lo ocurrido; es el segundo ciclista que muere en carretera este año en Extremadura y reclamamos una vez más seguridad».

Zona de la EX-213 en la que tuvo lugar el atropello mortal.
Zona de la EX-213 en la que tuvo lugar el atropello mortal. D. PAlma

En concreto, señala, «pedimos a la Dirección General de Tráfico que se lleven a cabo más controles de alcohol y drogas a los conductores». Según el presidente de la federación extremeña, «tiene que haber más controles y más sanciones duras a quien se atreve a coger el coche tras haber consumido alcohol y drogas».

Pero lo cierto es que el conductor que atropelló a Enrique Paniagua la tarde del miércoles dio negativo en el test de alcoholemia y, en cuanto a las drogas, fuentes de la investigación explican que la prueba que hace la Guardia Civil en la carretera no es definitiva y que, por ello, se ha enviado a un laboratorio para que ratifique el consumo de estupefacientes.

Es el motivo por el que desde la Delegación del Gobierno se asegura que «lo único confirmado es que el conductor invadió el carril contrario, pero hasta el momento se desconoce si fue debido a una distracción, a un exceso de velocidad o a otras causas».

Por eso, mientras se suceden las muestras de dolor por la muerte de Enrique Paniagua Alonso, la Guardia Civil continúa con su investigación para determinar qué le ocurrió al vecino de Navaconcejo la tarde del miércoles para que perdiera el control de su vehículo y arrollara a uno de los dos ciclistas que iban por el carril contrario. Especialmente tratándose de una carretera que antes de las cinco de la tarde tenía «una buena visibilidad y que cuenta con dos carriles perfectamente señalizados, además de los arcenes, después de ser arreglada», en palabras del presidente de la Federación Extremeña de Ciclismo.

Los resultados de las frenadas sobre el asfalto, cuyo análisis ya realizaron ayer los agentes sobre el terreno, y los de la prueba de drogas determinarán si el conductor cometió o no un delito y, en base a ello, la posterior actuación de la Guardia Civil.

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