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Tanatorio de Las Lagunillas, este martes en Coria. ::
Coria despide al pequeño Mario

Coria despide al pequeño Mario

Todo apunta a que el menor de diez años se electrocutó manipulando un pequeño electrodoméstico tras salir de la ducha

redacción

Martes, 2 de mayo 2017, 20:49

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«Toda la localidad está triste y consternada por lo ocurrido, ha sido una tragedia, un drama». El alcalde de Coria, José Manuel García Ballestero, expresó este martes con estas palabras el sentir de toda la ciudad tras conocer que Mario Jara García, un niño de 10 años, había muerto la noche del lunes.

Pasadas las nueve y media de la noche, según relató el primer edil cauriense, cuando el niño estaba jugando «con un pequeño motor, un pequeño electrodoméstico que tenía los cables pelados y que metió en un enchufe del cuarto de baño donde se encontraba». Mario acababa de ducharse, «estaba descalzo y posiblemente húmedo», y se electrocutó. Los servicios sanitarios que acudieron a su domicilio, en la calle Olimpiadas, trataron de reanimarlo durante más de cuarenta minutos, pero nada pudieron hacer finalmente para salvar su vida.

Aunque todo apunta a un accidente doméstico, se ha abierto una investigación para aclarar las causas del suceso, según informó el subdelegado del Gobierno en Cáceres, José Carlos Bote, quien calificó el hecho de «desgraciado suceso» y se solidarizó públicamente con la familia de Mario, informa Europa Press.

El cadáver del pequeño fue trasladado hasta el Instituto Anatómico Forense de Cáceres para que le fuera practicada la autopsia y en la mañana de este martes conducido al tanatorio de Las Lagunillas, donde acudieron cientos de personas para solidarizarse con sus padres, Luis Antonio y Arancha, y dar el pésame a toda la familia, muy conocida y querida en Coria.

«El abuelo de Mario ha regentado toda la vida el bar Tito, en la plaza del Rollo y por eso la familia es muy conocida», agregó José Manuel García Ballestero.

Cientos de personas fueron también las que quisieron acompañar a la familia de Mario en el último adiós al pequeño durante el funeral que tuvo lugar a las cinco media de la tarde en la parroquia de San Ignacio de Loyola, en un día en el que el Ayuntamiento decretó luto oficial y las banderas ondearon a media asta. Gestos para expresar el dolor de todo un pueblo por la muerte del pequeño. «A veces la vida, la de verdad, nos golpea de la manera más dura, cruel y despiadada posible con lo más valioso que tenemos», resumió el primer edil cauriense. «Que un alma pura, inocente y llena de vida nos deje, no es justo, no tiene sentido, no hay mente humana que lo entienda, ni lo comprenda. No hay respuesta ni consuelo posible era un niño, sólo un niño», agregó García Ballestero.

Un niño que cursaba cuarto de Primaria en el colegio Sagrado Corazón, donde su muerte causó una profunda desolación, informa Eladio Paniagua.

De hecho, los compañeros de aula de Mario protagonizaron uno de los momentos más emotivos durante el funeral en la parroquia de San Ignacio. Portaron cirios encendidos y los colocaron en el altar, y todos y cada uno de ellos se acercaron a los padres y hermano de Mario, que estudia primero de ESO en el mismo centro, para darles la paz.

Un funeral, por otro lado, que estuvo presidido por el párroco y vicario de la Zona Norte, Julián Carlos Pérez Domínguez, quien dijo que «hoy tiene que reinar el silencio porque no estamos preparados para tanto sufrimiento. Convirtamos nuestro dolor en esperanza».

Gestos y palabras, en definitiva, que dejaron clara constancia de la profunda tristeza que embarga a toda Coria, una ciudad unida en el dolor de una familia rota por la pérdida de un hijo.

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