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Don Florián, hijo adoptivo de Trujillo

Don Florián, hijo adoptivo de Trujillo

La iniciativa ha estado liderada por un grupo de matrimonios y apoyada por más de 25 colectivos

JAVIER SÁNCHEZ

Lunes, 16 de enero 2017, 09:57

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Hoy cumpliría 92 años. Será día de recuerdo para sus familiares y muchos de sus amigos. Sin embargo, la gran celebración de ese cumpleaños tan especial, sin duda, llegará mañana. La corporación municipal hará que sea recordado para la posterioridad como esos personajes importantes de la historia trujillana. Se trata del sacerdote Florián Rodríguez, fallecido en septiembre de 2014. Será nombrado hijo adoptivo de la ciudad trujillana, a título póstumo, en un pleno extraordinario que tendrá a las ocho de la tarde en el Ayuntamiento. En la comisión informativa previa, esta propuesta tuvo el visto bueno de los representantes de los distintos partidos políticos. Con esta sesión plenaria, se cumple con el reglamento de honores y distinciones del Ayuntamiento.

De este modo, se ha dado respuesta a una iniciativa de distintos sectores de la sociedad trujillana, liderada por un grupo de matrimonios que estuvieron ligados a este sacerdote durante 33 años, de hecho, fue su guía espiritual. Tras diversas reuniones y encuentros, en octubre se pidió que colectivos sociales apoyasen que don Florián, como se le conocía en la ciudad, fuera nombrado hijo adoptivo de Trujillo, por distintos motivos. Al final, se han adherido más de 25 agrupaciones de diferente índole, desde comunidades religiosas hasta colectivos sociales, sin faltar agrupaciones religiosas, según explican fuentes del colectivo promotor.

El alcalde, Alberto Casero, señala que el Ayuntamiento debe canalizar la propuesta de distintas organizaciones. A pesar ello, insiste en que comparte la idea. De hecho, en el homenaje que se dio a este sacerdote en el Pago de San Clemente en 2015, apuntó que iba a tener un gran homenaje, con la participación de diversos colectivos. Ese reconocimiento llega ahora con la concesión de este título. Ya en ese acto, el primer edil destacó su fuerza intelectual, su compromiso social y su gran corazón.

La documentación para comenzar los trámites de esta concesión fue entregada al Ayuntamiento a finales de 2016. A partir de ahí, se ha llevado a cabo el proceso habitual. En esos documentos, se han incluido los datos biográficos e información que argumentan los méritos del sacerdote. Nacido en Talaván, se detalla que fue párroco de Madroñera e Ibahernando. Además, durante 28 años estuvo al frente de la parroquia de Santa María y San Francisco de Trujillo. Una vez jubilado, se convirtió en párroco del Pago de San Clemente hasta el final de sus días. También fue arcipreste, además de capellán de las religiosas de la orden de Hijas de los Dolores, delegado del Clero y profesor, querido por muchos alumnos.

En este escrito se insiste en que, entre otros méritos, este religioso «se dedicó a crear y fortificar estructuras mentales para hacer mejores personas, para educar a niños, jóvenes y adultos en valores y, para promover la libertad a través de la formación». Se le recuerda como gran lector, preocupado por los problemas de la sociedad y con una inteligencia privilegiada, siempre al servicio de los demás. Igualmente, se destaca su capacidad de oratoria ante cualquier foro con personas más o menos versadas. «Así lo demostró en sus homilías ejemplares en distintos púlpitos, en sus clases por donde pasaron cientos de jóvenes, en multitud de ejercicios espirituales, así como en charlas a seglares y en jornadas dirigidas a sacerdotes y religiosas, sin olvidar sus escritos en diversas publicaciones». Muchos le recuerdan como docente en el colegio Sagrado Corazón de Jesús.

La impronta de este sacerdote también quedó impregnada en la Adoración Nocturna Masculina y en Cáritas Interparroquial de Trujillo. Se reconoce que estuvo siempre muy apegado a esta institución y a las personas con pocos recursos, de una forma callada. Junto a esta labor, en este escrito no se olvidan de su dedicación a la Iglesia.

Con el nombramiento de hijo adoptivo de la ciudad, Florián Rodríguez se une a un grupo selecto de personas que tienen este título. En los últimos años, se han concedido a dos personas, por distintas motivaciones. Se ha tratado de José María Pérez de Herrasti y Carmen Ortueta.

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