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Gómez Medinabeitia muestra el informe que ha elaborado. :: mam
«Hay placas de calles que llevan ahí 150 años; eso se tiene que saber y tratar de protegerlas»

«Hay placas de calles que llevan ahí 150 años; eso se tiene que saber y tratar de protegerlas»

Florencio Gómez elabora un estudio sobre una decena de rótulos que datan del callejero local de 1866

MIGUEL ÁNGEL MARCOS

Martes, 31 de mayo 2016, 08:49

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Las placas que dan nombre a calles como Pizarro, Quintana, Ensenada o San Pedro llevan ahí más de 150 años, desde 1866, sin que la mayoría de los vecinos conozca su antigüedad. De hecho fue la desaparición de una de ellas por obras, la de la calle Palafox, la que encendió las alarmas en la Fundación Concha hasta salir a dar a conocer su existencia y pedir que se protejan.

El origen de esa preocupación está en un trabajo sobre cerámica que elaboró años atrás el presidente de la Fundación, Carlos Zamora, para presentar a los Coloquios Históricos del Campo Arañuelo, según explica el joven arquitecto moralo Jesús Florencio Gómez, autor de un detallado informe sobre la ubicación y el estado de los rótulos.

«Cuando nos juntamos por temas de la Fundación -es miembro del consejo asesor- hablamos de cosas de estas. Carlos estaba haciendo ese trabajo y yo otro sobre la planimetría de Navalmoral y cómo ha ido evolucionando la traza urbana y buscando nos empezamos a interesar. Estos letreros se corresponden con el callejero que se conservaba en esos planos. Se hicieron unos 160 y solo quedan 10. La mayoría están concentrados en el entorno de la plaza Vieja y la Peligrosa, quitando San Pedro y Gravina. Y había uno en Hernán Cortés con un número 2, que se nos ha escapado», explica.

¿Dónde radica la importancia de algo tan sencillo como unas placas que dan el nombre a una calle?, preguntamos al autor del informe.

«En Navalmoral tenemos un patrimonio muy limitado. Casi todos los edificios son del siglo XX. Por eso el catálogo de protección de edificios es muy corto, con apenas 14 o 15, como la iglesia de San Andrés, la Fundación Concha o la ermita de las Angustias. Esto es de lo poquito que conservamos de 1866, que, curiosamente, mantienen los mismos nombres que tenían entonces. Victoria, Ensenada o Gravina son calles que se conservan del callejero original del siglo XVIII. La importancia está en que se trata de elementos que llevan ahí 150 años, igual que las edificaciones, que sabemos que son por lo menos de 1850, salvo en las que se han hecho obras».

Gómez Medinabeitia añade que algunas de las placas están protegidas. Como la de la calle Victoria, al estar en una vivienda catalogada. Pero el resto no. Y eso es lo que quiso denunciar la Fundación Concha. Primero para que se conozca, «porque la mayoría no sabe de cuando son al verlas. Se piensan que son placas contemporáneas. Incluso hay una, la de Gravina, que ha estado tapada con la placa nueva». Después, para que se protejan.

Uno de los rótulos se quitó por una obra, aunque se sabe quien lo tiene y se puede recuperar.

«En algunos sitios, cuando se retiran placas con esta antigüedad, se colocan en una fachada lateral del Ayuntamiento, que podría ser una idea. O en el interior de un edificio accesible. Aunque personalmente creo que su sitio es donde están. Lo que hay que hacer es conservarlas, y si alguien hace obras en esas edificaciones tratar de mantenerlas. Se trata de evitar que se quiten y desaparezcan», dice.

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