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¿Qué ha pasado hoy, 27 de marzo, en Extremadura?
Sophie Gillote, abajo segunda por la derecha, con los voluntarios de la sexta campaña
Makada Albalat desvela sus misterios

Makada Albalat desvela sus misterios

El yacimiento situado a orillas del Tajo vivirá mañana la habitual jornada de puertas abiertas, con visitas guiadas y talleres

MIGUEL ÁNGEL MARCOS

Viernes, 11 de septiembre 2015, 08:24

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El intenso sol de septiembre, con temperaturas superiores a los 30 grados, acompaña en los últimos días a los voluntarios que participan en la sexta campaña de excavaciones en el yacimiento arqueológico de Makhada Al-balat, situado a orillas del río Tajo, en el término municipal de Romangordo. Al frente, un año más, la arqueóloga francesa Sophie Gilotte (del Institut des Sciences de l'Homme) tan menuda en lo físico como fuerte en su trabajo y entusiasta de lo que hace.

Y lo que viene haciendo en los últimos seis años es desenterrar la ciudad árabe de Medina Albalat, tras una primera excavación a modo de prueba convencida de que en esa zona había algo importante, hasta que algunas de las piezas allí encontradas se han expuesto en el museo del Louvre, en París, o en el Museo de Rabat, en Marruecos.

Una circunstancia que le llena de orgullo y por la que cree ha merecido la pena todo el esfuerzo y el trabajo que se ha hecho. Y no solo ella, apunta, sino todas las personas que se han implicado como colaboradores y voluntarios, el Ayuntamiento de Romangordo y muy especialmente su alcaldesa, Rosario Cordero, que es quien le animó a investigar sobre el terreno con el objetivo de recuperar la riqueza histórica y patrimonial de su pueblo.

A ellos se han ido sumando otras instituciones y entidades, como la Junta de Extremadura declarando el yacimiento Bien de Interés Cultural; la Diputación Provincial de Cáceres o la central nuclear de Almaraz, así como varias fundaciones francesas y suizas. También se destaca la labor de divulgación que hace la asociación de amigos creada alrededor del yacimiento.De los ocho o diez metros cuadrados que se abrieron en el año 2009 se ha pasado a más 1.000 al enlazar las distintas catas realizadas para dejar al descubierto los restos de la ciudad, que todavía no se sabe con seguridad que son. Se espera saber cuando se llegue a la muralla, para la que solo faltan unos metros. Porque a las viviendas y calles encontradas se han unido dos fraguas.

Tareas de restauración

A los trabajos de excavación y limpieza hay que unir los de investigación y documentación, con la intención de editar un libro, y más recientemente los de restauración, a cargo de alumnas de la Escuela de Restauración y Conservación de Bienes Culturales de Madrid. De hecho Sophie Gilotte espera que en cuatro o cinco años se pueda tapar una calle y una vivienda para poner en valor el yacimiento y que empiece a recibir visitas.

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