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A la derecha de la imagen está la entrada del cementerio con la ermita que ha sido profanada.
Tres menores confiesan que profanaron la ermita de San Martín de Trevejo

Tres menores confiesan que profanaron la ermita de San Martín de Trevejo

La Guardia Civil atribuye los hechos a la posible ingesta de alcohol de los jóvenes imputados, un chico y dos chicas

REDACCIÓN HOY.ES

Viernes, 29 de agosto 2014, 16:41

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La Guardia Civil ha identificado a un chico y dos chicas, menores de 16 años, como los autores de los daños y la profanación de la ermita del cementerio de San Martín de Trevejo.

El caso se ha esclarecido a los pocos días de haber sucedido. Los vecinos de San Martín de Trevejo se habían mostrado indignados el pasado lunes cuando supieron que algunas personas habían entrado de madrugada en el cementerio, en donde habían quitado varias cruces de las lápidas para ponerlas boca abajo, y luego entraron en la ermita, en la que hicieron un círculo con doce velas en el suelo, colocando en el centro un candelabro con la vela número 13. Quitaron la corona de espinas de una imagen de Cristo para ponerla en el interior del círculo, y colocaron boca abajo una imagen de la Virgen. Luego escribieron dos frases: una que decía «Me cago en Dios» y la otra «Viva Satán».

Ese mismo lunes el alcalde denunció los hechos ante la Guardia Civil, señaló que además de los daños en la ermita habían entrado de noche en la piscina, en donde también causaron destrozos.

La Guardia Civil comenzó ese mismo día una serie de investigaciones para localizar a los autores, señalando que la profanación de la ermita había causado malestar en parte de los vecinos de San Martín de Trevejo. Los agentes tomaron huellas en la ermita y la piscina, estudiaron también la grafología de las pintadas y rastrearon las redes sociales. Fue en internet en donde encontraron la pista definitiva que señalaba al principal autor: un joven menor de edad con residencia en Cáceres y en el municipio de San Martín de Trevejo. Una vez identificado, los guardias civiles dieron con dos chicas, veraneantes de la localidad, que también habían causado los daños. Cuando se les tomó declaración los tres han confirmado la autoría de los hechos, mostrándose arrepentidos por lo que habían hecho. La Guardia Civil procedió a imputarles como autores de una falta de daños, informando a la Fiscalía de Menores de Cáceres.

La Comandancia de la Guardia Civil de Cáceres considera que gracias a la investigación de los agentes que han llevado el caso, se ha logrado esclarecer totalmente, «un hecho que había generado cierta alarma social en la población, consecuencia de la posible ingesta de alcohol de los jóvenes imputados».

Este suceso ha recordado en Cáceres la profanación de una iglesia, que tuvo lugar en abril de 1988, cuando siete jóvenes fueron acusados de profanar la iglesia de San Pedro de Alcántara, en el instituto El Brocense de Cáceres, en donde aparecieron rotas varias imágenes, dejaron cruces boca abajo, tiraron por el suelo 'las sagradas formas' consagradas, robaron aparatos de sonido, y quemaron parcialmente la sacristía. En desagravio, cuando ese año estuvo la imagen de la Virgen de la Montaña en Cáceres, permaneció durante una noche en el templo.

Cuando fueron juzgados, el tribunal consideró que el único culpable de la profanación fue un joven que cuando ocurrió los hechos tenía 16 años. Le condenaron a dos años de cárcel y pagar 9.000 euros a la iglesia que quemó. Los otros fueron encontrados culpables de robo y receptación.

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