Borrar
¿Qué ha pasado hoy, 28 de marzo, en Extremadura?
David Pascual y Luis Ignacio Barril, en el sur de Francia, camino de Italia. :: Julián González Hurtado
Dos extremeños se van en bici de Montijo a Roma

Dos extremeños se van en bici de Montijo a Roma

Luis Ignacio Barril y David Pascual afrontan hoy la sexta etapa de su reto: hacer 2.500 kilómetros en bici en ocho días

a. a.

Jueves, 10 de agosto 2017

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Hace tres años, dos amigos extremeños decidieron que iban a ir en bicicleta hasta Santiago de Compostela. «Cuando Luis Ignacio –recuerda ahora David Pascual– me comentó que en la primera etapa saldríamos de Barbaño y llegaríamos hasta Salamanca, me entró la risa». Lo que proponía su amigo era hacerse del tirón unos trescientos kilómetros. La misma distancia media diaria que los dos están cubriendo juntos cada día desde el pasado domingo, para cumplir su última aventura. Si todo marcha como hasta ahora, pasado mañana llegarán a su destino:Roma. A 2.468 kilómetros de Barbaño.

De ahí, de su pueblo, salió Luis Ignacio Barril (33 años) el día 6. Pasó por Montijo –a seis kilómetros– a buscar a su amigo David (40), y los dos enfilaron en sus bicis de carretera la primera de las ocho etapas de su nuevo reto. El tercero de sus vidas, porque aquel que les llevó hasta Santiago de Compostela en 2015 tuvo continuidad al año siguiente con el viaje en bici desde Barbaño hasta París.

El día más duro

Este año toca atravesar España, cruzar Francia por la Costa Azul y entrar en Italia hasta llegar a su corazón, el Coliseo de Roma. «Vamos bien, estamos física y mentalmente bastante bien», comenta Luis Ignacio nada más bajarse de la bici, recién llegado a Béziers, final de la cuarta etapa. «La peor fue sin duda la primera, que fuimos de Barbaño hasta San Lorenzo de El Escorial, con un desnivel positivo acumulado de cuatro mil metros, y sobre todo, con mucho calor todo el día y con viento pegándonos en la cara durante buena parte del recorrido», añade Barril.

Ese primer día hicieron 365 kilómetros, en doce horas de pedaleo. Al siguiente fueron desde San Lorenzo de El Escorial (Madrid) hasta Tudela (Navarra), tras superar 331 kilómetros en once horas subidos en la bici. Al tercer día, otros 293 kilómetros (en nueve horas y cuarenta minutos) hasta Sort. Y al cuarto, partieron de esta localidad leridana para llegar a Béziers (294 kilómetros). «Hemos atravesado los Pirineos, ha sido muy bonito», comentaba Luis Ignacio por teléfono minutos después de dejar de pedalear.

Las siguientes etapas son Béziers-Toulon (304 kilómetros); Toulon-Savona (Italia), de 311; de ahí a Cecina (290 kilómetros); y finalmente, los 280 kilómetros hasta la capital italiana. En total, su aventura les obligará a recorrer 2.500 kilómetros. No lo están haciendo solos. Les acompañan dos amigos: Julián González Hurtado y Rubén Mejías Capilla. Ellos hacen las labores propias del coche de asistencia. Se ocupan de que no les falte comida o bebida fresca, y de cuestiones de intendencia.

«Julián y Rubén nos los van facilitando todo», resume David Pascual, que entre otras cosas, es conductor de transporte escolar. Luis Ignacio trabaja en Seguros Mapfre. Los dos son ciclistas desde hace años. De hecho, han competido en categorías amateur, en particular Luis Ignacio Barril, que ya sabe lo que es ganar una carrera.

«Está claro que algo como lo que estamos haciendo nosotros estos días no lo puede hacer cualquier persona, en el sentido de que se necesita un cierto nivel de preparación física», reflexiona David Pascual. «Yo me habré hecho este año –comenta– entre doce mil y trece mil kilómetros en la bici». O sea, más de los que un español medio con carné de conducir se hace en coche al cabo del año. «Es importante el físico, sin duda, pero cuando haces este tipo de retos te das cuenta de que tanto o más importante es la cuestión mental», desgrana Pascual. «El cuerpo te sorprende –amplía. Vas subiendo un repecho y marchas con una fuerza tremenda, pese a la paliza de los días anteriores». «Nosotros llevamos muchos años cogiendo la bici, pero ante retos así es importante mantener en todo momento una mentalidad positiva».

Y seguir una rutina dura. Lo normal durante estos ocho días es estar pedaleando en torno a las siete y media de la mañana, y bajarse de la bici diez o doce horas después. «Es clave comer cada poco tiempo, nada de pararte y comer como un señor, eso no conviene», comenta David Pascual, que hoy volverá a madrugar. Desayunará bien y él y Luis Ignacio se subirán a la bici y se pasarán el día dando pedales. El Coliseo de Roma les está esperando.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios