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Celestino J. Vinagre
Miércoles, 29 de marzo 2017, 23:30
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Pista de aterrizaje entre viñedos. Una empresa bodeguera extremeña, que ha redirigido también su negocio al aprovechamiento turístico de su actividad, recibe el permiso del Gobierno para construir un aeródromo en un terreno ahora lleno de vides y a 200 metros de la bodega hotel El Moral, de cuatro estrellas. Se trata de la sociedad Pago de Las Encomiendas, de los hermanos Carrillo García, de Villafranca de los Barros. Podrán construir la pista solicitada, ubicada en una finca del término de Ribera del Fresno.
El aeródromo, que estará funcionando en un año, se sitúa a 4 kilómetros de Hinojosa del Valle, a 9 de Los Santos de Maimona y a 12 de Zafra. Además, se halla a 15 kilómetros por carretera de la finca Los Quintos de San Martín, en el término de Valencia de las Torres. Es donde el jeque Mansour Al Nahyan tiene proyectado un aeródromo cuya autorización por parte del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente es prácticamente imposible.
«Se trata de sacar el mejor provecho a la bodega-hotel y a sus diferentes atractivos. Entre ellos para los clientes que desean un aeródromo para dejar sus avionetas», relata Diego Reyes Carrillo, que junto a su hermano Juan Pedro son los dueños del Pago de Las Encomiendas. Su bodega-hotel, abierta a finales de 2014, tiene capacidad para 20 personas con diez habitaciones dobles.
«El aeródromo es una herramienta enoturística para ampliar la oferta de paquetes turísticos. El 60% de los visitantes que vienen son extranjeros pero también hay mucho nacional. Además, en el hotel se impartirán cursos teóricos y prácticos para obtener las titulaciones oficiales de aeronavegabilidad. Otra utilidad más», agrega Carrillo.
El aeródromo tendrá una pista de aterrizaje/despegue de 600 metros de longitud y 18 de anchura y una calle de rodaje paralela de la misma longitud y de 7,5 metros de ancho. Asimismo tendrá una zona de estacionamiento y acceso de 2.000 metros. En total, la instalación aérea ocupa 51.800 metros cuadrados.
«Perdemos hectáreas y derechos de viñedo para poner un aeródromo pero merece la pena», resume Diego Reyes Carrillo, quien asegura no tener cuantificado aún el coste total de la construcción de esa pista para aeronaves. El promotor prevé de inicio que 100 avionetas al año utilicen la instalación.
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