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Antiguo claustro del Monasterio de Rocamador, habilitado para espacio de ocio dentro del hotel:: HOY
La Caixa se queda con Rocamador y busca venderlo a un grupo hotelero

La Caixa se queda con Rocamador y busca venderlo a un grupo hotelero

Culmina sin comprador el concurso de acreedores abierto en 2012 y el banco con el que mantenía la hipoteca se queda el hotel

Celestino J. Vinagre

Domingo, 24 de abril 2016, 00:38

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Building Center, la compañía inmobiliaria de Caixa Bank, la antigua La Caixa, es el nuevo dueño del hotel rural Rocamador, en el término de Almendral (Badajoz). Tras casi cuatro años de proceso finaliza el concurso de acreedores de la sociedad Monasterio de Rocamador SA que la pareja Carlos Tristancho-Lucía Dominguín Bosé, junto a otros socios, constituyó hace cerca de dos décadas para abrir un exclusivo establecimiento hotelero en medio de la dehesa sobre las ruinas de un antiguo convento franciscano de 1512.

El hotel, en datos

  • 1997. Abrió el 13 de diciembre de ese año tras una esmerada restauración de un antiguo convento franciscano de 1512 situado en un cerro de una dehesa cerca de Almendral. Los impulsores, la entonces pareja Carlos Tristancho y Lucía Dominguín Bosé.

  • Características. Estaba catalogado como hotel rural de cuatro estrellas. Cuenta con 31 habitaciones. De ellas, cinco son suites. Recibió una estrella Michelin y en 2002 fue nombrado mejor hotel por la Guía Gourmetour.

  • 2012. Cerró en verano y en octubre entró en concurso de acreedores. El proceso acaba ahora con liquidación de la sociedad que lo gestionaba. La sección inmobiliaria de Caixa Bank (La Caixa) se lo ha quedado como dación en pago. Se ha valorado en 1,2 millones.

La sociedad inmobiliaria de La Caixa tiene como objetivo prioritario encontrar un grupo hotelero para vendérselo. Con lo que se queda es con una superficie de 2 hectáreas en la que se asienta el hotel y los 3.777 metros cuadrados construidos que tiene la instalación.

El administrador concursal, Abel López Colchero, firmó el pasado jueves la solicitud de la conclusión definitiva del proceso que debe suscribir en pocos días el juzgado de lo mercantil de Badajoz. Lo hace una vez que el proceso de liquidación acaba sin que fuera adjudicado el hotel en subasta por falta de ofertas atractivas y el antiguo monasterio pasara a manos de la entidad bancaria con la que Monasterio de Rocamador SA mantenía una hipoteca. El crédito hipotecario se firmó con Barclays, pero esa entidad fue absorbida por La Caixa, reconvertida en Caixa Bank, en mayo de 2015.

El banco con sede en Barcelona se ha quedado con el Rocamador en dación en pago (saldar la deuda hipotecaria con el bien, en este caso, hotel hipotecado). El valor del mismo se ha estipulado en 1,2 millones de euros aproximadamente. La hipoteca ascendía a 1,7.

HOY ya informó que el informe del administrador concursal estimó que el pasivo (deuda) de Monasterio de Rocamador SA, que gestionaba tanto el convento como otro hotel rural en La Parra, es de 2,7 millones de euros. El grueso de la deuda eran esos 1,7 millones con Barclays. Sin embargo, el valor (activo) de Rocamador era mucho más elevado. Se tasó en 4,8 millones, a lo que se añadieron otros 700.000 euros por las existencias que contenía.

Robos y habitaciones

Al poco de cerrar y entrar en concurso, el hotel rural fue víctima de robos. En concreto, se llevaron parte de la vajilla y de los vinos que tenía en la bodega. Desde entonces cuenta con seguridad privada para evitar más hurtos y deteriorar una instalación que, a pesar de entrar en desuso hace cuatro años, conserva un evidente valor.

«La sociedad inmobiliaria tiene la intención de vender Rocamador a un grupo empresarial hotelero interesado en la explotación de ese hotel. Esa es nuestra intención, aunque si no es posible no descartamos otras vías», se ha indicado a este periódico desde el gabinete de prensa de Caixa Bank.

Rocamador cuenta con 30 habitaciones, las antiguas celdas de los monjes, de las que cinco son suites. Salvo en su última etapa, donde la sociedad de Tristancho debido a la crisis general y la propia de su negocio rebajó tarifas, las habitaciones de lujo llegaron a costar 265 euros la noche mientras que las más baratas se situaron en 130 euros para adultos. La antigua capilla del que fue monasterio, en la que estuvo orando San Pedro de Alcántara, copatrono de Extremadura, se rehabilitó como un exclusivo restaurante.

Destinado a un tipo de cliente de alto nivel económico y con la frecuente presencia de famosos en sus instalaciones, el hotel Rocamador abrió en el día de Santa Lucía de 1997, el 13 de diciembre (un guiño de Tristancho hacia su entonces mujer) en un paraje de dehesa y bien comunicado porque se encuentra próximo a la carretera Nacional 435.

«Por Rocamador he llegado a la ruina total y absoluta en el orden material. He peleado hasta el final, poniendo todo lo que tenía para salvarlo: he perdido mi casa, mis tierras, todo el patrimonio que tenía acumulado. Mi matrimonio con Lucía también se vio afectado, aunque nuestro divorcio en realidad es más fruto de un fin de ciclo que de la situación de Rocamador», comentó Carlos Tristancho en una entrevista a HOY en septiembre de 2013.

El aire exclusivo de la infraestructura hotelera que puso en marcha hace casi dos décadas motivó en sus inicios críticas por parte de otros hosteleros y de partidos políticos por el también apoyo financiero de la Administración regional al proyecto. A través de la línea oficial de incentivos regionales, recibió algo más de 800.000 euros como empresa hotelera y generadora de empleo en la comunidad.

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