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Las visitas a las tumbas de los seres queridos se prolongaron durante todo el día de ayer. :: andy solé
278 nichos para tres años en Plasencia

278 nichos para tres años en Plasencia

Las visitas a Santa Teresa marcaron una jornada en la que la Catedral reabrió al público, después de 50 años, el retablo de las reliquias o de San Agustín

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Jueves, 2 de noviembre 2017, 08:01

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30 libres y 248 en construcción. Son los nichos con los que cuenta el cementerio de Santa Teresa. Según el concejal de Servicios Municipales, Luis Miguel Pérez Escanilla, la cifra global, los 278 nichos garantizan los enterramientos para los próximos tres años. Pero nada más allá de este plazo. Porque el cementerio no dispone de más terrenos en los que construir tumbas.

Por eso, la Junta de Gobierno ha dado luz verde para que se active una permuta de terrenos que permita la ampliación del actual para asegurar el futuro del cementerio durante medio siglo.

El objetivo, por ello, es adquirir una parcela adyacente de unos 4.000 metros cuadrados y de propiedad privada, entre el camposanto y el arroyo Niebla. Y hacerlo a través de una permuta con una parcela municipal que posibilita el nuevo Plan General Municipal (PGM).

«Esta es nuestra primera opción, la que más nos interesa y la que queremos llevar a cabo, porque además hay voluntad por parte de la propiedad de los terrenos para que la operación resulte», afirma Luis Miguel Pérez Escanilla.

No obstante, en caso de que finalmente no haya acuerdo con la propiedad privada, «el Ayuntamiento tendrá dos opciones, la ocupación directa del terreno o construir un nuevo cementerio en el espacio habilitado para el mismo en el plan», añade el edil popular. El PGM prevé suelo para un cementerio de nueva construcción en la zona de la ermita de Fuentidueñas, situada junto a la entrada sur por la N-630, en la recta entre el casco urbano y la rotonda de acceso a la Ronda Sur.

Para hallar la solución definitiva se dispone de un máximo de tres años, los que le quedan de vida útil al cementerio actual. Ésta fue ampliada considerablemente, cabe recordar, cuando hace tres años el Gobierno local alcanzó un acuerdo con Iberdrola para soterrar el tendido eléctrico que sobrevolaba el recinto de Santa Teresa, ya que no se podían construir galerías bajo los cables. El soterramiento ha permitido la colocación de los nuevos nichos que se están construyendo, que estarán listos en el plazo de un par de meses según Luis Miguel Pérez Escanilla y que garantizan los enterramientos hasta 2020.

Unas obras que estos días, especialmente ayer, pudieron ver las muchas personas que, con motivo del día de Todos los Santos, acudieron al cementerio, que se mantuvo abierto de forma ininterrumpida desde las 9 hasta las 18 horas, para visitar las tumbas de sus seres queridos, las que en los días previos han acondicionado y limpiado para que se encuentren en perfecto estado en el día en que la Iglesia celebra la fiesta solemne por los difuntos. Motivo también por el que mañana jueves, según informa el Obispado, tendrá lugar en la iglesia del cementerio una eucaristía por los fieles difuntos que estará presidida por el obispo, José Luis Retana.

Reliquias y calbotes

Pero en el día de ayer, además, la Catedral recuperó una tradición después de medio siglo y abrió al público el retablo de las reliquias o de San Agustín, dando así la oportunidad a los placentinos de venerar los vestigios sagrados, reliquias de santos y mártires.

Este retablo fue encargado en el año 1746 al escultor placentino Carlos Simón, al que se elige como arquitecto para diseñar la estructura. El tallista había participado años antes en el retablo de la Asunción y por eso se optó por su elección también para el retablo de San Agustín. La obra concluyó en el año 1748.

Después de permanecer cerrado al público durante 50 años, el Cabildo ha decidido volver a retomar la tradición que durante siglos tuvo en el día de Todos los Santos. Por eso muchos placentinos tuvieron ayer la oportunidad de conocer el retablo de San Agustín.

De igual forma que otros muchos optaron por disfrutar de un día de campo y mantener la tradición de los calbotes. Grupos familiares y de amigos se repartieron entre Valcorchero y la presa para asar las castañas y aprovechar el sol de este largo verano.

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