Borrar
Luis Landero recibiendo el premio Centrifugados 2017 de manos de Gonzalo Hidalgo Bayal. :: andy solé
Centrifugados se despide de Plasencia

Centrifugados se despide de Plasencia

El organizador, José María Cumbreño, anuncia que esta ha sido la última edición del encuentro literario que se celebra en la ciudad

Claudio Mateos

Plasencia

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Lunes, 26 de febrero 2018, 08:23

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

«Centrifugados se acaba antes de lo que me hubiese gustado por razones que no tienen nada que ver con la literatura. Pero es que no puedo más. Me siento exhausto y derrotado». Con estas palabras anunció ayer el creador y organizador del encuentro editorial independiente Centrifugados que la cuarta edición, que se ha desarrollado durante este fin de semana en el centro cultural Las Claras de Plasencia, ha sido la última que se celebra en la ciudad.

En tono de confesión, Cumbreño mencionó los muchos obstáculos, sinsabores y exceso de trabajo que se ha encontrado durante estos cuatro años para seguir sacando adelante el encuentro. Aclaró que Centrifugados no muere por completo sino que se traslada, al menos en su próxima edición, a la ciudad estadounidense de Cleveland. También se seguirá convocando el premio a la mejor obra del año de autor extremeño.

El anunció de José María Cumbreño ha sorprendido enormemente por el éxito creciente que ha ido cosechando Centrifugados en sus sucesivas ediciones. La de este fin de semana no ha sido una excepción.

Que Plasencia es una ciudad de escritores, ya sea de nacimiento o adopción, lo demuestra que en ella viven y escriben autores consolidados como Gonzalo Hidalgo Bayal, Álvaro Valverde, Javier Negrete, Javier Pérez Walias o Juan Ramón Santos. Sin embargo, más allá de estos y algunos otros nombres, como el de Álex Chico, que de tanto en tanto dan a la imprenta obras de mérito indudable, le faltaba un evento de impacto nacional que la situara en el mapa literario. Eso es lo que ha conseguido Centrifugados, el encuentro editorial independiente cuya cuarta y última edición se clausuró ayer en el centro cultural Las Claras convertido ya en una referencia para el sector dentro de España y cada vez en más países de América Latina.

«Autores como Proust o Joyce no encontrarían hoy fácilmente editor, pero de encontrarlo sería en una de estas pequeñas editoriales independientes». El espíritu del encuentro y de las editoriales que acuden a él lo resumió ayer con esta frase Luis Landero al recoger por su novela 'La vida negociable' el premio Centrifugados al mejor libro de autor extremeño publicado en 2017, un galardón que pretende ser heredero del desaparecido Premio Extremadura a la Creación, aunque sin dotación económica. Lo recibió de manos de Gonzalo Hidalgo, ganador el año pasado con 'Nemo', quien habló en su discurso de la existencia de «un mundo Landero autónomo y reconocible» y de la certeza de que todas las novelas anteriores del profesor de Alburquerque hubieran merecido idéntico reconocimiento, en especial la primera, 'Juegos de la edad tardía', cuyo éxito inmediato e incontestable generó una conmoción a finales de los ochenta y principios de los noventa en las letras extremeñas, entonces acostumbradas a ser vistas con condescendencia o directamente ignoradas por los centros de decisión literarios.

Además de Gonzalo Hidalgo, han compuesto el jurado del premio Centrifugados otros nueve nombres destacados de la cultura extremeña. Uno de ellos, el también placentino Álvaro Valverde, dijo que 'La vida negociable' es «una novela excelente y muy landeriana». Otro, el profesor Miguel Ángel Lama, también resaltó la «indudable» calidad del libro ganador, si bien se mostró favorable a aprovechar la repercusión nacional que ya tiene Centrifugados para dar visibilidad mediante este galardón a autores extremeños menos conocidos, pero también de una gran categoría literaria.

Formato ideal

A pesar de anunciar el fin de este certamen, el organizador, promotor e ideólogo de Centrifugados, José María Cumbreño, insistió en la idea de que el encuentro ha encontrado en Plasencia su ubicación y formato ideal, y no sólo porque fue la única ciudad que apostó por él cuando no era más que un proyecto que a nadie interesaba acoger. «Hemos superado todas las expectativas y ahora mismo podríamos organizarlo en cualquier sitio, en Madrid, en Barcelona o hasta en Berlín, pero iría en contra de lo que nosotros defendemos con este encuentro», apuntó ayer, satisfecho por la repercusión de un evento que sigue creciendo, no en tamaño, porque el que tiene ahora es «ideal», sino sobre todo en prestigio.

Cumbreño recordó que no se trata de una feria comercial a la que los editores acuden con el objetivo principal de vender. «Este es un punto de encuentro donde se crean relaciones entre editores, autores y lectores, algo que no pasa en otros sitios porque ahora mismo no hay en España nada parecido, y que después da sus frutos durante el resto del año», señala. Reivindicó también casi como un deber moral la aportación del mundo de la cultura ante la realidad de la emigración de los jóvenes extremeños. «Esta región se desangra y los que estamos aquí debemos tirar de ella».

Centrifugados ha servido además para estrechar lazos con autores y editoriales de América Latina. La edición de este año ha estado dedicada a los conceptos de identidad y frontera en la literatura, con la gran paradoja de que uno de los autores invitados, el mexicano Iván Vergara, no ha podido asistir a causa de un problema con el visado que le ha retenido en su país pese a que lleva 15 años viviendo en España. Como homenaje y como protesta, durante los tres días del encuentro se han permanecido por todo el centro cultural Las Claras sillas vacías con un retrato de Iván Vergara y el letrero 'Nadie es ilegal'.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios