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CLAUDIO MATEOS
Martes, 21 de febrero 2017, 08:05
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La brigada de obras municipal, con ayuda de personal del Aepsa, se encuentra rematando estos días la remodelación de la plaza Obispo Amadeo, junto a la Puerta del Sol, diez meses después de que empezaran los trabajos. El concejal de Obras, David Dóniga, anunció ayer que la plaza será inaugurada el próximo 22 de abril con un acto al que ya ha confirmado su presencia Amadeo Rodríguez Magro, ahora obispo de Jaén, que da nombre a este nuevo espacio público.
La primera fase de la reforma, que llevó a cabo una empresa constructora y se inició con el derribo del antiguo aparcamiento de pago, finalizó el pasado diciembre. Desde entonces se pueden usar las 40 plazas gratuitas de estacionamiento que se han creado, si bien aún continúan los trabajos para rematar toda la actuación prevista en el entorno.
Dóniga dijo que los próximos días se instalarán las atracciones infantiles en el espacio que se ha reservado para ese fin junto a la avenida de la Salle. También se plantará la vegetación en las zonas verdes y se pavimentará la acera de cuatro metros de ancho que se va a convertir en el paso principal entre la avenida de la Salle y la Puerta del Sol. La brigada se encuentra ultimando el acondicionamiento del antiguo arco situado en ese lugar, el cual no ha sido derribado porque los estudios concluyeron que había sido construido con materiales de la antigua hospedería franciscana que se levantaba allí, y por lo tanto se ha decidido conservarlo, al igual que la gran torre de piedra que domina toda la plaza y que era parte de la construcción original.
Hoy se colocarán en la zona las señales de aviso para que los conductores no estacionen en la plaza Obispo Amadeo durante la jornada de mañana. El motivo es que se van a instalar en las plazas de aparcamiento los topes de plástico que impedirán que las carrocerías de los vehículos invadan las aceras. Hasta ahora esa función la cumplían unas barreras de obra colocadas de manera provisional.
David Dóniga reconoció que ha habido cierta «polémica» por el acabado de la parte de la obra que se contrató con una empresas privada, ya que el pavimento de una de las aceras, la que transcurre pegada al muro del colegio Alfonso VIII, no ha prendido bien. El edil le restó importancia porque la acera principal y la que más se va a usar es la otra.
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