La Sareb pone a la venta la Casa de las Dos Torres por 491.000 euros

El conocido popularmente como 'banco malo' tiene en venta siete inmuebles en la ciudad de Plasencia, entre los que desataca muy notablemente la Casa de las Dos Torres o de Nuño Pérez de Monroy. Pasó a sus manos tras haber sido propiedad antes de una constructora de Navalmoral de la Mata que hace unos años proyecto rehabilitarla para convertirla en restaurante y despachos profesionales, idea que finalmente no prospero al no recibir el permiso municipal. Se trataba de un proyecto atrevido que contemplaba reconstruir con acero oxidado la torre que falta, derribada por ruina a principios del siglo XX, ya que amenazaba con derrumbarse por no contar con forjados y haber sido dañada en el terremoto de Lisboa de 1755. Sin embargo, no fue eso lo que dio al traste con la iniciativa, sino un aumento del volumen de edificabilidad que no pasó el filtro de la comisión especial.

El origen de la Casa de las Dos Torres es muy antiguo, del siglo XIV, cuando mandó construirla Nuño Pérez de Monroy, pero a lo largo del tiempo ha ido sufriendo importantes modificaciones y lo único original que conserva hoy en día es la portada, del gótico primario. De ahí que no tenga el máximo grado de protección como monumento, sino tan solo uno estructural para conservar la portada, por lo que curnta con muchas posibilidades en una eventual rehabilitación. El resto de la fachada neogótica es fruto de la remodelación que hizo Francisco Mirón pata habilitar varias viviendas a principios del siglo XX.

El Ayuntamiento tiene interés en que la casa sea adquirida pronto por alguna persona o empresa que quiera invertir en su reforma, ya que su estado de conservación no es bueno y se sigue deteriorando por todos los años que lleva sin uso de ninguna clase y sin estar habitada. En 2012 fue necesario incluso tapar los accesos porque el edificio se había convertido en lugar de refugio de personas que lo ocuparon. Al revisarlo, la Policía Local encontró colchones, jeringuillas y otro material utilizado por toxicómanos. Además de colocar paneles de madera en las ventanas, se elevó un metro la tapia del jardín trasero que da a la calle Podadores y se reforzó la puerta de metal de acceso al recinto.