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Una mujer protesta en un pleno exhibiendo un cartel contra la política municipal de empleo. :: andy solé
Los placentinos no usan su derecho a  hablar en pleno ni presentan iniciativas

Los placentinos no usan su derecho a hablar en pleno ni presentan iniciativas

El Reglamento de Participación lleva más de ocho años en vigor y solo una persona lo ha utilizado para intervenir en una sesión plenaria

Claudio Mateos

Lunes, 14 de marzo 2016, 08:49

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Hace más de ocho años que los placentinos tienen reconocido el derecho a intervenir en los plenos municipales y a presentar iniciativas populares, entre otras posibilidades que recoge el Reglamento de Participación aprobado a finales de 2008. Sin embargo, en todo este tiempo tan solo un ciudadano ha solicitado hablar en una sesión plenaria, mientras que la mayor parte de las otras herramientas de participación siguen inéditas.

La única persona que se ha acogido a su derecho a intervenir en los plenos fue un policía local que lo hizo en enero de 2014 para mostrar su disconformidad con el cambio de las condiciones en su puesto de trabajo. Ni antes ni después nadie más lo ha hecho, pese a que sí es habitual la presencia de vecinos y colectivos que acuden a las sesiones para protestar por algún motivo, como han hecho recientemente, por ejemplo, las trabajadoras del servicio de ayuda a domicilio o un grupo de policías locales. Los únicos requisito que se pide para poder intervenir en un pleno es solicitarlo con antelación y que el asunto del que vaya hablar tenga relación con alguno de los puntos del orden del día.

El Reglamento de Participación fue puesto en marcha durante el segundo mandato de Elia María Blanco con la previsión de que los ciudadanos lo usaran de forma frecuente para intervenir en los asuntos de la ciudad. Así, introdujo también otros mecanismos como la llamada iniciativa popular, que permite a incluir en el orden del día de los plenos asuntos siempre que se consiga un número determinado de firmas, algo que tampoco se ha llevado a a cabo nunca, si bien en este caso ya hubo en su día críticas a que la exigencia en la cantidad de firmas precisas era excesiva.

Otra de las herramientas de participación más importantes previstas en el reglamento, y que no ha usado ningún gobierno local, es la consulta popular. Permite al alcalde someter a referéndum asuntos importantes de la política municipal, siempre que no tengan que ver con la hacienda pública. Para poder convocarla se necesita la mayoría absoluta del pleno y el permiso del gobierno central, pero el caso es que ni Elia Blanco ni Fernando Pizarro han considerado oportuno ni siquiera iniciar los trámites para convocar ninguna consulta de este tipo. Sí ha habido peticiones de fuera, como la que hizo reiteradamente Izquierda Unida para que se preguntase a los placentinos su posición sobre el pago de las huertas de La Isla.

El Reglamento de Participación reconoce a los ciudadanos otros derechos como el de audiencia, el de presentar quejas y reclamaciones o el de usar los locales municipales para reunirse. Todo esto ya se venía haciendo de forma habitual antes de aprobarse la normativa.

El propio PSOE se sorprendió en su día del escaso interés que había despertado entre los vecinos la posibilidad de intervenir en la vida pública de Plasencia mediante los nuevos mecanismos a su disposición. El actual gobierno local lo explica argumentando que todo el que quiere hablar con el alcalde o los concejales para exponer sus problemas pide una cita y se le recibe, de modo que no existe la necesidad de intervenir en los plenos.

Y no es sólo cosa de los ciudadanos. Tampoco se puede decir que el propio Ayuntamiento haya hecho mucho caso a lo recogido en el Reglamento de Participación, pues sigue sin crear el Consejo de Ciudad, incluido en el texto como el máximo órgano de participación ciudadana, pero que ni se ha puesto en marcha ni está previsto hacerlo.

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