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Trabajos de poda en la avenida Juan Carlos I. :: david palma
Solución radical contra la suciedad de los estorninos

Solución radical contra la suciedad de los estorninos

El terciado de árboles comenzó en la avenida Juan Carlos I y también se hará en la Coronación, la plaza del Arcoíris y la rambla de Santa Teresa

Claudio Mateos

Martes, 13 de octubre 2015, 07:55

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Los plátanos de sombra que recorren todo un lateral de la avenida Juan Carlos I han sido reducidos a su mínima expresión, apenas un tronco y el nacimiento de las ramas. Es la consecuencia de la poda excepcional que la UTE Jardines de Plasencia está acometiendo en varias zonas de la ciudad con un objetivo: desplazar a los estorninos.

Estas pequeñas aves, que en algunos países tienen la consideración de plaga urbana, se concentran en grandes colonias y suelen ser fuente de problemas por el ruido que emiten y por la suciedad que generan. En la avenida Juan Carlos I se habían producido quejas de vecinos que se encontraban cada mañana con sus coches cubiertos de excrementos, lo mismo que las aceras.

Existen métodos de control no letales de las colonias de estorninos, como el uso de productos, químicos, redes o emisión de sonidos, pero todos ellos son soluciones temporales. Por eso la UTE de jardines ha optado por una medida radical como es el terciado (reducción de la copa a una tercera parte) de los árboles de las zonas más afectadas. Se trata, junto con el desmochado, aún más agresivo, de una de las técnicas de la llamada 'poda excepcional', una práctica polémica que muchos expertos desaconsejan al considerar que daña seriamente los árboles y reduce de forma considerable su tiempo de vida, además del evidente perjuicio estético que genera.

No comparten esa opinión los responsables de la UTE Jardines de Plasencia. Su gerente, Víctor Prieto, y el jefe de servicio, Julian Blanco, aseguran que es «perfectamente correcta» para especies como el plátano de sombra, que es a la que mayoritariamente se está aplicando en la ciudad, dado que se trata de «un árbol muy resistente que se recupera muy bien y vuelve a crecer con rapidez».

La poda ha finalizado ya en la avenida Juan Carlos I, donde se han terciado todos los árboles de la acera del parque de la rana, entre el cuartel de la Guardia Civil y el cruce del centro universitario. Según apuntan los responsables de la empresa de jardines, se va actuar del mismo modo en algunos árboles del parque de la Coronación, los de la plaza del Arcoíris y los de la rambla de Santa Teresa.

La consecuencia de estas podas excepcioales no es la desaparición de los estorninos, sino que al quedar destruido su hábitat abandonan la zona urbana. Se trata de una especie migratoria que al regresar encontrará con seguridad otros espacios en los que ubicarse. «Probablemente se establecerán en lugares también de la ciudad pero menos poblados y donde causan menos molestias, como el parque de la Isla», señala Víctor Prieto, quien recalca el «problema de salubridad» que se había generado en los puntos en los que han decidido intervenir.

La proliferación de colonias de estorninos es una realidad a la que se enfrentan muchas ciudades, que las combaten por el ruido que producen las bandadas y por la acumulación de excrementos, que además de oler mal pueden contener un hongo que causa en los seres humanos histoplasmosis, una infección generalmente leve pero que puede llegar a ser muy grave en personas inmunodeficientes.

En algunos países, como Francia, los estorninos están considerados plagas y se pueden matar durante la mayor parte del año, al igual que en el Reino Unido. Tampoco en Estados Unidos tienen ningún tipo de protección y se pueden tanto matar las aves como eliminar si autorización los nidos y los huevos. En España, donde se considera un alimento, sí existe un periodo de veda. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza tienen los estorninos incluidos en la lista de las cien especies invasoras más dañinas del mundo.

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