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Centro residencial Los Pinos, situado en la avenida de la Hispanidad. :: andy solé
Los conflictos laborales en la residencia Los Pinos llegan al juzgado

Los conflictos laborales en la residencia Los Pinos llegan al juzgado

Trabajadores y dirección se culpan entre ellos de varios accidentes, como un incendio en la caldera o la intoxicación de dos limpiadoras

Claudio Mateos

Viernes, 24 de abril 2015, 08:30

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Los continuos conflictos que desde hace algún tiempo se viene produciendo en el centro residencial Los Pinos -conocido como la 'residencia de alzhéimer'- entre el personal de mantenimiento y la dirección del centro, gestionado por la Junta de Extremadura, han llegado esta semana a los tribunales, donde se ha celebrado un juicio por un expediente disciplinario abierto a un trabajador.

Sin embargo esto no es más que la punta del iceberg de una situación cuyas causas y culpables cambian por completo según la versión, pero que en todo caso está generando en la residencia un clima de tensión que, según afirman los trabajadores, es ya «irrespirable» y afecta a la calidad del servicio que se presenta a los usuarios.

Los tres empleados de mantenimiento han hecho llegar a este diario un escrito en el que aseguran que la causa de los conflictos es «el desconocimiento sobre temas de mantenimiento y riesgos laborales por parte del actual equipo directivo», lo cual, afirman, ha provocado «varios accidentes que podrían haber acabado en catástrofe», entre ellos un incendio en la sala de calderas o un accidente laboral de dos camareras-limpiadoras por intoxicación por gases, que obligó a cerrar la lavandería durante más de un mes.

La intoxicación ocurrió en febrero del año pasado. La Junta de Extremadura afirma que tanto la ingeniero técnico asignada al centro como una empresa externa concluyeron en sus informes que la causa del accidente había sido que «el personal de mantenimiento no está llevando a cabo correctamente ni el mantenimiento preventivo ni correctivo de dicho servicio». Se abrió expediente disciplinario a los tres empleados de mantenimiento.

Los trabajadores dicen que esos accidentes se produjeron porque las dirección les «obligó» a realizar tareas de mantenimiento sin las medidas de protección adecuadas. Aseguran además que, a raíz de sus denuncias de mala gestión, están sufriendo «presión, persecución, humillación, hostigamiento laboral, control desmedido del rendimiento, críticas e injurias permanentes», etcétera, que han desembocado en la apertura de varios expedientes disciplinarios.

La Junta, por su parte, asegura que la situación es justo la contraria. Dice que los superiores inmediatos de los trabajadores de mantenimiento (encargados) «han sufrido en varias ocasiones crisis de estrés, angustia y ansiedad, teniendo que abandonar su puesto de trabajo y precisando atención sanitaria», lo cual achaca al «trato desconsiderado, vejatorio, humillante y continuo desafío al que se ven sometidos cada vez que les tienen que ordenar la ejecución de una tarea, o comprobar que se están llevando a cabo las revisiones y reparaciones».

La administración regional revela además que una comisión de servicio de prevención de riesgos laborales dictaminó que no ha habido «mobbing ni acoso laboral» hacia ninguno de los tres trabajadores. A día de hoy hay abierta otra investigación por el «presunto trato desconsiderado de uno de estos trabajadores no sólo a sus superiores, sino a otros profesionales del centro, el mal uso del material y la puesta en riesgo de la calidad asistencial al no revisar la climatización de las instalaciones». Resalta también que los encargados tienen a su cargo a más de 40 trabajadores de otros colectivos «con los que no ha surgido ningún conflicto», ni tampoco con los otros dos oficiales de primera que han pasado por el servicio de mantenimiento para cubrir bajas o vacaciones de los tres titulares.

Dos de los tres trabajadores de mantenimiento están ahora mismo de baja, si bien la Junta matiza que es «por enfermedad común». El juicio celebrado esta semana en el juzgado de lo social de Plasencia ha quedado visto para sentencia.

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