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¿Qué ha pasado hoy, 28 de marzo, en Extremadura?
Los policías locales Piedad Sánchez y José Manuel Caldera, en el lugar exacto del Puente Nuevo donde salvaron la mujer. :: andy solé
«Les debo la vida a Piedad y José Manuel»

«Les debo la vida a Piedad y José Manuel»

Después del suceso se pasó meses intentado que le permitieran conocer a los agentes para poder darles las gracias en persona

Claudio Mateos

Domingo, 19 de abril 2015, 00:37

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El 17 de febrero de 2014, poco antes de la medianoche, la temperatura del agua del Jerte a su paso por la Isla debía de rondar los cinco grados centígrados. El caudal de la corriente era además intenso, como suele serlo en invierno aguas abajo del pantano. Era un lunes y las calles de Plasencia estaban desiertas, pero la casualidad quiso que un joven que pasaba haciendo ejercicio a esas horas cerca del Puente Nuevo viese a una mujer que, según le pareció, tenía la intención de arrojarse al río de desde lo alto. El joven llamó a emergencias y, otra casualidad, justo en ese momento un coche de la Policía Local patrullaba a pocos metros de lugar.

«La cogimos cuando estaba ya colgando y a punto de soltarse, creo que lo hicimos bien porque no pusimos la sirena ni le gritamos y ella no nos sintió venir, por eso mi compañera y yo la pudimos agarrar de los brazos y subirla». El relato es de José Manuel Caldera Valle, un veterano policía local con 29 años de servicio. Su compañera aquella noche era Piedad Sánchez Izquierdo, que entró en el cuerpo hace cinco años. La mujer que estuvo a punto de saltar tiene 47 años, y ha querido contar ahora públicamente la historia para agradecer a los policías que le salvaran la vida, cosa que ya hizo personalmente hace algunas semanas después de varios meses intentando contactar con ellos, cosa que por cierto no le resultó fácil debido a las continuas trabas administrativas.

La mujer pide que no se la identifique con su nombre, de modo que la llamaremos Julia. Hoy ve las cosas de otra manera y cuenta lo que pasó, con remordimientos pero con entereza. «Aquella noche no veía salida, tenía muchos problemas, así que salí a la calle con lo que llevaba puesto, sin abrigo ni nada, y me fui directa al puente. Serían las 11 y media de la noche y hacía mucho frío. Lo único que sé es que iba a saltar, que lo tenía decidido, y de repente noté como me agarraban y tiraban de mí. Me di cuenta de que eran unos policías, pero no sé lo que me dijeron ni me quedé con sus caras. Por eso quiero contarlo en el periódico, para darles un homenaje, no por mí, sino para que se sepa que ellos me salvaron, y que aunque se dice por ahí que la policía siempre llega tarde esta vez llegaron a tiempo y de verdad les debo la vida a Piedad y José Manuel. Nunca olvidaré sus nombres».

Julia no vive ahora en Plasencia, sino en un pueblo donde se sigue tratando de recuperar de los problemas personales que le llevaron a tomar una decisión extrema. Unos meses después del 17 de febrero de 2014, cuando ya estaba mejor, quiso conocer a los dos policías que la rescataron para darles las gracias, y se queja de lo difícil que fue. «Primero fui al Ayuntamiento y me dijeron que tenía que pedirlo por escrito. Lo hice dos veces y ni me contestaron, así que me presenté en la comisaría [se refiere a la jefatura de la Policía Local] y dijeron que ya se lo comentarían al jefe, pero nada. Tuve que ir tres veces hasta que me cansé y dije que no me movía hasta que no hablara con el jefe. Entonces salió y estuvo muy amable. Me presentó al policía, a José Manuel, porque la chica no estaba».

José Manuel recuerda bien el momento. «Vino con su madre y las dos me abrazaron y me dieron besos, yo hasta me emocioné, la verdad, porque llevo aquí 29 años y estos son los servicios que gusta hacer. A veces hay que poner multas, porque es el trabajo y hay que ponerlas, pero a mí lo que me llena es ayudar a la gente, la labor humanitaria, que vean que los policías locales somos un cuerpo de servicio al ciudadano». Su compañera Piedad es de la misma opinión. «A veces nos llega la sensación de la calle de que no se nos aprecia demasiado, por eso está bien que se sepa que también hacemos servicios de este tipo, que para mí son los más importantes, aunque luego no salgan en los titulares porque se les da más publicidad a otras cosas». Y es que las informaciones oficiales que proceden de los cuerpos de policía suelen hacer referencia a estadísticas generales, operaciones contra la delincuencia o detenciones de cierto relieve, pero apenas se habla del día a día de la convivencia entre agentes y ciudadanos, tanto para lo malo como para lo bueno.

«Se merecen que les den algo, una medalla o lo que se haga en estos casos -señala Julia- ¿o acaso un policía puede hacer algo más importante que salvar una vida?».

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