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Los bichos metálicos de 'El Bestiario de Sarteneja' llegan al Palacio de Congresos

Los bichos metálicos de 'El Bestiario de Sarteneja' llegan al Palacio de Congresos

e.p

Sábado, 24 de diciembre 2016, 11:52

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La exposición de esculturas 'El Bestiario de Sarteneja' llega al Palacio de Congresos de Cáceres después de pasar por Badajoz y Mérida, donde más de 5.000 personas han visitado esta muestra que ahora podrá contemplarse en la capital cacereña hasta el 6 de enero.

Los 'bichos' de esta peculiar muestra del artista Ramón Castuera invadirán el vestíbulo del edificio situado en la avenida de la Hispanidad y algunas obras podrán contemplarse también desde fuera, debido a los grandes ventanales del inmueble, a través de los cuales se asomarán a la calle detrás de los cristales, a modo de escaparate.

'El Bestiario de Sarteneja' es una serie de esculturas con las que el artista Ramón Castuera evoca el mundo de los animales imaginarios, imposibles y quiméricos, y que en la antigüedad fueron protagonistas de los antiguos bestiarios medievales.

Castuera propone su propia visión actualizada de animales que acumulan energía y que vigilan los campos de arroz, que se soportan sobre cables de acero y herramientas de metal, que presentan maternidades recostadas sobre hilos de cobre y cabezas de viejos motores reciclados junto a recolectores de quincalla.

Plantea también su visión más poética en algunas de las piezas que muestran pequeños seres y animales alados junto a centauros ensamblados y hormigas mutantes, destaca la organización en nota de prensa.

La veintena de obras que componen este peculiar bestiario han sido concebidas en las Vegas Bajas, en un entorno donde la herencia de la cultura de mosaicos de animales queda patente con el impresionante Mosaico de Orfeo y su corte de animales fantásticos que preside el Museo Arqueológico de Badajoz, y que fue descubierto en la Villa Romana de Pesquero, a escasos metros del taller del artista extremeño, y en cuyas campañas de excavación Ramón Castuera trabajó y conoció de primera mano.

Junto a ese patrimonio de la memoria romana, las aceras de la infancia del artista, repletas hasta su desaparición en aras de la modernidad de pequeños mosaicos de peces, flores y animales sin nombre, y que tantas veces han pisado su pies, forman parte de esos recuerdos no conscientes a la hora de la creación de este Bestiario de Sarteneja.

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