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Monsaraz:: A.M.
Cinco escapadas primaverales por el Alentejo con más encanto

Cinco escapadas primaverales por el Alentejo con más encanto

Monsanto, Marvão, Castelo de Vide, Nisa y Monsaraz son algunos de los enclaves rayanos con más patrimonio, historia, paisaje y oferta gastronómica

Ángela Murillo

Viernes, 27 de marzo 2015, 17:40

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Aprovechar el tiempo primaveral con una excursión por la Raya hispanolusa es siempre un buen plan para estas fechas. Proximidad, paisaje, patrimonio y gastronomía convierten esta opción en un acierto asegurado, tanto para una escapada de un solo día como si optamos por pernoctar en la zona el fin de semana o durante la Semana Santa. Aquí van cinco recomendaciones para disfrutar de los tesoros que ofrece el otro lado de la frontera.

Monsaraz: balcón de Alqueva

Monsaraz es uno de los pueblos más bonitos del Alentejo y uno de los mejores balcones para disfrutar del gran lago de Alqueva. El municipio, que ya gozaba de un gran atractivo antes de que las aguas del Guadiana quedaran represadas en sus dominios, ha ganado una belleza especial con el mar dulce que acuna sus dehesa en el límite con España. El peculiar paisaje se avista desde cualquier punto de su muralla de pizarra. La localidad destaca por sus fortificaciones medievales y abaluartada. No en vano, durante siglos ha desempeñado el papel de centinela del río, vigilando la frontera con el antiguo Reino de Castilla.

Dominando una elevación del terreno, la localidad de calles empinadas conserva vestigios desde la más remota prehistoria, abundando en los alrededores un buen número de megalitos". Por aquí también pasaron civilizaciones como la romana o la visigoda, llegando "en el siglo IX a ser tomada por los moros y formar parte del reino de Badajoz, explica Moisés Cayetano en su blog Tesoros de la Raya .

Su castillo, del siglo XIII, llama especialmente la atención del visitante por su patio de armas, reconvertido en coso para celebrar 'touradas'.

En la antigua escuela del pueblo, que conserva intacto el sabor de antaño y su decoración, se ha convertido en una vinoteca donde adquirir esmerados caldos alentejanos. A la hora de comer, Sem Fim, Casa do Forno, Lumumba, Taberna os Templarios o Sabores De Monsaraz son algunos de los restaurantes más visitados para degustar platos típicos como el cordero, el cabrito al horno o el revuelto de gurumelos.

En el Centro Náutico de Monsaraz, situado en el embarcadero a escasos kilómetros del municipio, podemos disfrutar de un paseo en barco por las calmadas aguas del Guadiana.

Si vamos desde Badajoz podemos llegar a la localidad por dos caminos. El más directo es la carretera que une Olivenza con Villanueva del Fresno. Desde ahí cruzaremos a territorio portugués y en unos pocos kilómetros llegaremos al destino elegido. Si preferimos ir por Portugal y disfrutar de la campiña alentejana salpicada de bonitas casas de campo se puede tomar la carretera de Elvas, pasando después por Borba.

Una vez que hayamos visitado Monsaraz, podemos incluir una visita a las próximas localidades de Mourão y Moura, también en la orilla de Alqueva.

Marvão, la atalaya rocosa

Marvão es una espectacular villa alentejana famosa por su castillo y su otoñal feria de la castaña. Sus calles de casas encaladas se alzan sobre una abrupta montaña que sirve de atalaya para dominar el paisaje con predominio de grandes árboles y densa vegetación. En esta coqueta villa medieval incluida en la lista de candidatos a Patrimonio de la Humanidad de la Unesco viven unos 600 habitantes. Enclavada sobre una cima de 865 metros, debe su nombre a la figura histórica de Ibn Marwan, el líder árabe que también fundó Badajoz hace un milenio. En su patrimonio destacan sus murallas y la fortaleza, perfectamente conservada.

Se accede al casco urbano por una carretera serpenteante desde la que vamos divisando la región de Castelo Branco al norte, vislumbrándose más allá las Serras da Estrela y São Mamede. A la villa no se puede acceder con vehículo, pero existe una amplia zona de estacionamiento en la zona baja del municipio.

Si queremos disfrutar de la cocina local, del 28 de marzo al 12 de abril, el municipio organiza la décima edición de su Quincena Gastronómica del Cabrito y el Borrego. En plena época de Pascua, son varios los restaurantes del concejo los que ofrecen los mejores recetas tradicionales con esta carne.

Castelo de Vide­, judería y castillo

Castelo de Vide posee también un importante patrimonio histórico muy bien conservado. Destacan su castillo del siglo XII y su judería de empinadas callejuelas. A escasos kilómetros de Marvão, Castelo de Vide también presume de doble muralla, la medieval y la abaluartada.

A los pies del cerro donde se alza se sitúa el barrio judío, con casas blancas y pequeñas portadas góticas de estructura ojival. Aquí se sitúa la sinagoga y la Fonte da Vila. Un poco más abajo, la Praza de Dom Pedro IV, muy espaciosa y rodeada de monumentales construcciones de los siglos XVII y XVIII.

En sus restaurantes podemos degustar cocido alentejano o asado de cabrito y borrego.

Moisés Cayetano nos recomienda no abandonar la villa sin visitar el cementerio, en la ladera, con vistas reconfortantes a un valle verde y exuberante. Allí está enterrado uno de los grandes héroes de la Revolución de los Claveles: el capitán Salguero Maia.

Nisa y las puertas del Tajo

El Alto Alentejo conserva zonas menos conocidas para los extremeños que disfrutan con las escapadas al Portugal más próximo. Nisa es un municipio de 8.000 habitantes que limita con Extremadura por Cedillo y Valencia de Alcántara, a unos treinta kilómetros al sur del Tajo. La unión de estos municipios portugueses y extremeños se hace patente cada año en la Ruta del Contrabando. Los senderistas recorren el trayecto que separa Cedillo de Montalvao tras cruzar el río en barca.

La villa es famosa por su quesos y sus bordados y cerámica tradicional. Uno de sus museos locales exhibe una amplia muestra de estos trabajos. También podemos conocer la artesanía local en su centro de información turística y en algunas tiendas que bordean la plaza de la República.

Tras la reconquista cristina, este territorio fue donado en 1199 por el rey Sancho I a los templarios. Los monjes guerreros aprovecharon la zona para levantar una fortaleza .

Pero si por algo atrae Portugal a casi todos los turistas españoles es por su rica gastronomía. La pequeña y tranquila localidad de Alpalhao, a unos pocos kilómetros de Nisa, destaca por el sabor de sus embutidos, manjares cárnicos dignos de probar. El pueblecito muestra en sus calles obras de arte esculpidas con el granito que se extrae de sus canteras.

No nos podemos ir de la zona sin visitar las Puertas de Ródão, Monumento Natural de Portugal. Se trata de dos imponentes cuerpos rocosos que flanquean el cauce del Tajo a su paso por Vila Velha de Ródão. Los vecinos de la zona recomiendan subir al viejo torreón del castillo del rey Wamba, donde hallaremos una atalaya inmejorable para el avistamiento de aves rapaces que encuentran refugio en este incomparable paisaje.

Bajo las aguas del Tajo toda se escondeun gran tesoro, una de las mayores colecciones de arte rupestre de Europa. Buena parte de los abrigos con pinturas rupestres quedaron cubiertos por los embalses, pero hay aún algunas rutas para conocer aquellos situados por encima del nivel del agua, aunque para mayor información se recomienda visitar antes el Centro de Interpretación de Arte Rupestre.

Si queremos aprovechar el fin de semana para conocer esta zona pendiente de descubrir para muchos extremeños, uno de los alojamientos más recomendables es el hotel Spa Monte Filipe, en esta localidad.

La manera más rápida de llegar a Nisa si vamos desde Badajoz es tomando la carretera de Campo Mayor, en dirección Portalegre. El destino dista 90 kilómetros de la capital pacense.

Monsanto, el pueblo esculpido en piedra

Si cruzamos a Portugal desde el norte de la provincia de Cáceres, no podemos irnos sin visitar Monsanto. Aunque pertenece a la región de las Beiras y está fuera del Alentejo, bien merece un hueco este listado. Se trata de uno de los pueblos más peculiares y visitados del país vecino. Por algo nuestros vecinos lo llaman el pueblo más portugués. Enclavado en una imponente elevación rocosa, llaman la atención los grandes bloques de granito que se han aprovechado para levantar buena parte de las casitas de esta coqueta población lusa.

Este pueblo esculpido en la roca que cada fin de semana se llena de españoles se sitúa en el distrito de Castelo Branco, a unos 200 kilómetros de Badajoz y a 130 de Cáceres. Al pueblo se accede por Extremadura desde Zarza la Mayor, cruzando el río Erjas para llegar a las Termas de Monfortinho. Limita con la comarca cacereña de la Sierra de Gata. Según recordaba J.R. Alonso de la Torre en un artículo publicado en HOY, este pueblo es un mito en Portugal, donde se dice que quien conquiste Monsanto, conquistará el mundo. Su leyenda, como siempre en la Raya, se fraguó pronto contra Castilla. En 1658, un ejército castellano sitió el castillo, pero la plaza no se rindió. No se sabe si en ese sitio o en otro, nació la leyenda más famosa del pueblo, la de la vaca despeñada.

Podemos comer platos típicos y 'petiscos' en los restaurantes 'O Cruzeiro' y 'Taverna Lusitana'.

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