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"Yo no dije nada sobre reconocer a Israel" al 'washington post'

El primer ministro palestino desmiente que Hamás considere alcanzar la paz con Israel

Ismail Haniyeh precisa que la organización terrorista está interesada en alcanzar una tregua de larga duración con Israel, pero no la paz

AGENCIAS | GAZA

Domingo, 26 de febrero 2006, 01:00

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El recién elegido primer ministro palestino, Ismail Haniyeh, ha indicado este domingo que Hamás no tiene intención de buscar un proceso de paz con Israel, distanciándose así de la entrevista publicada ayer por la edición digital del Washington Post en la que aseguraba que su organización está preparada para alcanzar acuerdos con el Estado judío. Haniyeh precisa que Hamás está interesado en alcanzar una tregua de larga duración, pero aseguró que eso no implica una paz con Israel. "Yo no dije nada sobre reconocer a Israel".

Hamás, que ha acabado con la vida de cientos de israelíes en atentados suicidas tiene previsto la formación del nuevo Gobierno durante la próxima semana tras su victoria en las parlamentarias del mes pasado. La formación hasta ahora ha rechazado las llamadas internacionales para su moderación a pesar de las amenazas de Occidente de reducir los millones de dólares de ayuda a la Autoridad Nacional Palestina. Haniyeh indicaba este sábado que establecería "una paz en etapas" si Israel se retira hasta las fronteras existentes antes de la guerra de Oriente Próximo de 1967, según publicó el Washington Post.

Se trataba de la primera vez que Hamás, que ha prometido luchar hasta lograr la destrucción israelí, habla a cerca de un proceso de paz en el estado judío. Sin embargo, Haniyeh no hizo referencia al hecho de si el grupo radical reconocerá el Estado de Israel ni de las nuevas fronteras para un futuro estado palestino. El primer ministro no habla inglés, por lo que el portavoz de la formación, Sami Abu Zuhri, ha indicado que las declaraciones del primer ministro habían sido "mal traducidas". Aunque Hamás ha rechazado renunciar a su violenta ideología antisraelí desde la victoria en los pasados comicios, ha cumplido una tregua de un año de duración y ha afirmado que consideraría una tregua futura.

Además, Haniye aseguraba al Washington Post que el Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamás) no guarda animadversión contra los israelíes ni desea "arrojarlos al mar", porque lo único que persigue es el reconocimiento de un Estado palestino, y sostuvo en este sentido que la posición de su grupo con respecto a Israel no ha cambiado: "Si Israel declara que dará al pueblo palestino un Estado y el reconocimiento de todos sus derechos, entonces estaremos listos para reconocer" la legitimidad del Estado hebreo. Además, condicionó el proceso de paz "por etapas" a que Israel se retire de los territorios que conquistó en 1967, ponga en libertad a los prisioneros y permita el retorno de los refugiados.

Preguntado sobre si los palestinos respetarán los acuerdos previamente suscritos con Israel, Haniye dijo que se hará una revisión de los mismos y cumplirá con aquellos que garanticen el establecimiento de un Estado palestino -con Jerusalén como capital- y la liberación de prisioneros. El dirigente de Hamás se quejó de que Israel ha dejado de lado su compromiso con el cumplimiento de los acuerdos de Oslo suscritos por Yaser Arafat, que establecía un Estado palestino para el año 1999. Según el líder palestino, en vez de cumplir con ese acuerdo, Israel ha continuado su campaña de represión contra los palestinos y, sin embargo, la comunidad internacional ha impuesto condiciones a Hamás sin exigir más de los israelíes.

"Nos sorprende que nos impongan esas condiciones. Por qué no las imponen a Israel?... Israel prácticamente ha ignorado esos acuerdos", insistió el primer ministro palestino. Haniye se refería a la exigencia del Cuarteto de Madrid, integrado por Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y la ONU, de que Hamás reconozca el Estado de Israel, renuncie a la violencia y respete los acuerdos firmados entre Israel y los palestinos.

El papel de Abás es "irrelevante" para Israel

Por su parte, oficiales israelíes han alertado este domingo a la comunidad internacional de que no se engañe por la retórica de Hamás, urgiendo a los líderes mundiales a juzgar al grupo por sus actos y no por sus palabras. Israel ha declarado que se niega a negociar con un Gobierno de Hamás a menos que la organización reconozca el Estado judío, se desarme y acepte los acuerdos de paz del pasado con Jerusalén. A menos que Hamás reúna esas condiciones, "todo lo demás son palabras vacías", indica el ministro de Estado, Roni Bar On.

Además, la ministra israelí de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, ha calificado hoy al presidente palestino Mahmud Abás de "irrelevante", una terminología empleada en su día por Israel para aislar diplomáticamente a Yaser Arafat. "Abu Mazen (apodo de Abás) no puede ser la cara amable de un Gobierno terrorista", ha declarado Livni a la radio pública israelí tras entrevistarse esta tarde en Jerusalén con el subsecretario de Estado de EEUU para Oriente Próximo, David Welch. La jefa de la diplomacia israelí ha añadido que el presidente palestino "no puede ser la cara bonita de un terrorismo feo que se esconde detrás del (próximo) Gobierno palestino", que encabezará el movimiento extremista islámico Hamás, ganador de los comicios legislativos palestinos del pasado 25 de enero.

La postura de Livni deja al descubierto las profundas fisuras entre Israel y EEUU en cuanto a la actitud que se ha de seguir con Mahmud Abás una vez que tome posesión el nuevo Ejecutivo palestino. Fuentes diplomáticas israelíes, agregaba la emisora, dijeron que EEUU busca reforzar a Abás para hacer frente al creciente poder de Hamás, mientras que Israel no transige con este punto. "Será un grave error si la comunidad internacional se consuela en los brazos de Abu Mazen después de la subida al poder de Hamás; sólo un mensaje fuerte y agresivo producirá resultados en el futuro", ha manifestado la ministra a Welch.

El calificativo de "irrelevante" fue empleado por primera vez en agosto de 2001 por el Gobierno israelí liderado por el primer ministro, Ariel Sharón, para definir al histórico líder palestino, Yaser Arafat, predecesor de Abás al frente de la ANP. El empleo del término "irrelevante" y las connotaciones que del mismo se desprendían fueron el paso previo a las acciones tomadas por Israel para aislar a Arafat en la sede gubernamental de la ANP en Ramala, la Muqata, donde permaneció confinado hasta prácticamente su muerte, acaecida en París en noviembre de 2004.

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