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Ibrahim Rugova, el Gandhi de Pristina
muerte del ex presidente kosovar

Ibrahim Rugova, el Gandhi de Pristina

Rugova siempre quiso conquistar la independencia a través de la vía pacífica, algo que le costó a veces el desprecio de los albaneses

EFE | MADRID

Sábado, 21 de enero 2006, 01:00

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El presidente de Kosovo Ibrahim Rugova, muerto hoy a consecuencia de un cáncer de pulmón, ha dominado durante 16 años la política albanesa en esta provincia serbia que se encuentra desde la guerra de 1999 bajo administración de la comunidad internacional. Doctor por la Universidad parisina de la Sorbona y profesor de Literatura a su vuelta a Kosovo, Rugova fundó la Liga Democrática de Kosovo para llevar a este territorio a la independencia y terminó siendo su presidente.

Nacido el 2 de diciembre de 1944 en el seno de una familia acomodada de la comarca de Istok (noroeste de Kosovo), Rugova perdió a su padre al poco de llegar al mundo, fusilado por los partisanos de Tito, y creció en un ambiente de represión por parte de las autoridades centrales en Belgrado. A pesar de la mano dura ejercida por Belgrado, Rugova, padre de tres hijos, logró prosperar en Kosovo como albanés, se licenció en Literatura albanesa por la Universidad de Pristina, y posteriormente viajó a París, donde se doctoró en la Universidad de la Sorbona en Lingüística.

A su regreso a Kosovo, trabajó como profesor de Literatura y llegó a ser presidente de la Asociación de Escritores de la región, que gozaba entonces de una amplia autonomía concedida por Tito. Como todos los hombres de influencia en la antigua Yugoslavia, Rugova también fue miembro del Partido Comunista, del que fue expulsado en 1989 tras exigir cambios en la Constitución de Serbia y en momentos en que el entonces presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, abolió la autonomía kosovar.

En 1988, cuando ya era el presidente del club de escritores de Kosovo, Rugova había decidido entrar en política debido al incremento de la opresión que sufría la mayoría albanesa en Kosovo por Milosevic, en la actualidad juzgado en el Tribunal Internacional de La Haya por crímenes de guerra y contra la humanidad. Tras el levantamiento de la autonomía de Kosovo en 1989, Rugova fundó la Liga Democrática de Kosovo (LDK), partido que hoy tiene como objetivo llevar a ese territorio a la independencia.

El escritor se convirtió en líder de un pueblo al que dirigió durante una década por la senda de la desobediencia civil. En 1992 fue elegido "presidente" de la "república" de Kosovo en unos comicios que no fueron reconocidos por la comunidad internacional. Durante esos años gobernó sin oposición pero se fue aislando de la realidad kosovar y, desoyendo a sus críticos, incluso se postuló a unas nuevas elecciones paralelas en 1998 con el boicot del resto de fuerzas albanesas.

Rugova tardó tiempo en creerse que entre los suyos había surgido un grupo dispuesto a lograr la independencia por la vía de las armas, el Ejército de Liberación de Kosovo (UCK), y se empecinó en que se trataba de un invento de los servicios secretos serbios. La figura del llamado "Gandhi de Pristina" perdió influencia durante el conflicto violento con Belgrado a finales de los 90 debido al protagonismo que habían asumido los guerrilleros del UCK. En 1998 intentó una negociación con Milosevic, pero los miembros del UCK le restaron a Rugova cualquier legitimidad para hablar en nombre de su pueblo.

En febrero de 1999 acudió como un "segundón" a la Conferencia de Paz de Rambouillet (Francia) en una delegación comandada por Hashim Thaci, líder del UCK. Hasta entonces Rugova se había vanagloriado de que con su política había conseguido evitar la guerra. Pero su momento más amargo llegó en abril de 1999, en plenos bombardeos de la OTAN en Belgrado, cuando apareció dándose la mano con Milosevic en un intento por pedir el fin de los ataques aliados en aras del diálogo. Esa imagen le supuso el desprecio de los albaneses, sobre todo del UCK, e incluso el descrédito entre sus interlocutores occidentales. En noviembre de 2001 ganó las primeras elecciones parlamentarias en la provincia organizadas por la ONU, pero Rugova tuvo que ceder a la presión internacional y entró en una coalición de gobierno con dos partidos liderados por sendos antiguos guerrilleros.

En marzo de 2002 fue elegido primer presidente de Kosovo, después de varios meses de presión internacional para que Thaci desbloqueara en el parlamento todas las enmiendas que se oponían a su elección. En las elecciones parlamentarias de octubre de 2004, la LDK venció con un 47 por ciento de los votos, lo que le dio cerca de la mayoría absoluta en la Asamblea de 120 escaños. El 3 de diciembre de 2004 fue reelegido presidente de Kosovo con un mandato de tres años. Pese a la enemistad entre Rugova y los ex guerrilleros del UCK, especialmente con Thaci, todos comparten un mismo objetivo: la pronta independencia de Kosovo.

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