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Besigye, máximo dirigente de la oposición en Uganda, ha sido liberado
Kizza Besigye en libertad

Besigye, máximo dirigente de la oposición en Uganda, ha sido liberado

Kizza Besigye fue arrestado el 14 de noviembre pasado, tres semanas después de regresar de un exilio de cuatro años

EFE | KAMPALA (UGANDA)

Lunes, 2 de enero 2006, 01:00

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Después de mes y medio en la cárcel, el líder de la oposición ugandesa, Kizza Besigye, ha quedado hoy en libertad y listo para desafiar en las urnas, si la Justicia no lo impide, el poder que desde 1986 acapara el presidente Yoweri Museveni.

Besigye, de 49 años, fue arrestado el 14 de noviembre pasado, tres semanas después de regresar de un exilio de cuatro años, y fue acusado de traición y de violar a una mujer en 1997, cargos que sus partidarios aseguran que tienen motivación política.

El juez del Tribunal Superior John Bosco Katutsi ha ordenado hoy la puesta en libertad bajo fianza del detenido, ratificando otra sentencia anterior que ordenaba sacarlo de la cárcel, en contra de los deseos de la Justicia Militar, que quiere mantenerlo preso. "El acusado ha estado en detención ilegal desde el 28 de diciembre, y su permanencia como detenido es por lo tanto ilegal", afirmó el magistrado, y tras conocerse esa decisión, el líder de la oposición fue puesto en libertad.

Besigye fue arrestado el 14 de noviembre pasado pero poco después se le concedió la libertad bajo fianza, que no fue ejecutada porque lo reclamaba la Justicia Militar, una decisión que fue recurrida por los abogados del dirigente político. A partir de este recurso, la Corte Constitucional resolvió en diciembre pasado que la Justicia Militar suspendiera sus procedimientos contra Besigye. "En el momento que la Corte Marcial aplazó sus procedimientos, cesaron sus poderes", agregó el juez.

Besigye es el político con más peso que puede desafiar el poder del presidente Museveni, que está en la presidencia de Uganda desde que llegó a la Jefatura de Estado por las armas, el 26 de enero de 1986, un mandato que ha revalidado dos veces en las urnas. Antes de ser arrestado, Besigye había denunciado a Museveni por encabezar un régimen dictatorial, y el Gobierno lo acusó de estar vinculado con dos grupos rebeldes que operan en el país.

Nada más ser puesto en libertad, miles de partidarios del dirigente de la oposición se lanzaron hoy a las calles para celebrar la decisión, y fueron dispersados por la policía, que utilizó gases de humo y otros materiales antidisturbios.

No abandonará el país

La Justicia militar quería mantener preso a Kizza Besigye ante el temor de que el dirigente político pueda escapar del país si era puesto en libertad bajo fianza, pero Besigye había advertido ya de que no tenía intención de abandonar el país.

Los partidarios de Besigye, dirigente del Foro para el Cambio Democrático (FDC, en inglés), sostienen que el arresto de su líder sólo busca perjudicar su candidatura como candidato presidencial para los comicios de febrero próximo.

Museveni y Besigye son los principales rivales en esos comicios.

Fuentes del FDC sostienen que el Gobierno ha sobornado a importantes magistrados a fin de frustrar los esfuerzos para que fuera puesto en libertad el dirigente de la oposición.

El pasado 24 de diciembre, la esposa de Besigye, Winnie Byanyima, escribió una carta al presidente del Poder Judicial, Benjamin Odoki, acusando a los magistrados Remmy Kasule y Laeticia Kikonyogo de recibir ese supuesto dinero del Gobierno, algo que ellos niegan.

Las elecciones del 23 de febrero próximo serán las primeras en las que participen los partidos políticos desde que llegó al poder Museveni, quien ideó un sistema en el que sólo estaba autorizado el llamado Movimiento, una organización de masas que, según Museveni, no se puede considerar como un partido.

Los partidos políticos podían existir, pero quienes aspiraran a un puesto público debían presentarse como independientes. Ese sistema fue reformado en el referéndum constitucional del 28 de julio pasado. Esta modificación dio a pie a que Museveni anunciara su intención de presentarse a las urnas para un tercer mandato, una opción a la que se oponía la oposición.

El arresto de Besigye, junto con la confirmación de que Museveni aspirará a renovar su mandato, le granjeó al Gobierno de Kampala críticas de la comunidad internacional por los ataques que representaban esas y otras medidas contra la vida democrática.

Varios gobiernos europeos, como el británico, el sueco, el irlandés y el noruego, anunciaron que debido a ello recortaban o ponían en suspenso su asistencia internacional a Uganda.

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