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El experto recomienda no tapar las ventanillas del coche para que el niño pueda mirar a lo lejos.
Ocho consejos para evitar que su hijo vomite en el coche

Ocho consejos para evitar que su hijo vomite en el coche

El mareo de los niños durante los viajes por carretera o avión es frecuente entre los 2 y los 12 años, sobre todo ahora que se les distrae con videojuegos o películas durante el trayecto

linda ontiveros

Miércoles, 26 de abril 2017, 16:51

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Empieza el viaje por carretera y, al rato, el niño palidece y, ¡zas!, vomita. Es una situación más común de lo que parece y aunque la cinetosis, que es el término médico como se conoce a este trastorno, puede afectar a personas de todas las edades, es más frecuente en los pequeños, tanto si van en coche, como si la travesía se hace en un barco o un avión. ¡Sobre todo si está jugando un videojuego o viendo películas en una tableta!

«El mantenimiento del equilibrio está regulado por tres sistemas: el laberinto en el oído, la vista y el sistema propioceptivo (encargada de transmitir al cerebro la posición de los músculos) y, si la información que llega al cerebro desde estos tres sistemas es errónea, causa confusión», explica el doctor Néstor Galindo, jefe de la Unidad de O.R.L. del Hospital Ruber Internacional y Gerente de Beauty One Center. «Por tanto, si un niño está leyendo un libro o jugando con la tablet, manteniendo su vista fija en este objeto que no está en movimiento, se desencadenará el mareo».

Antes de que se produzca el vómito hay otros síntomas, como molestia de estómago, sudor frío, palidez, bostezo o incluso, si el niño es muy pequeño, llanto, que están siempre relacionados con ese trastorno periférico del equilibrio. Hay unos niños más propensos que otros a sufrirlo, y puede desaparecer con la edad, pues después de los 12 años el problema disminuye. Tampoco es habitual en niños menores de 2 años, porque suelen dormir durante los trayectos largos. «Esto podría estar en relación con una mayor madurez tanto del sistema neurológico como del oído interno», explica el doctor Galindo. «De cualquier forma no existe una edad determinada y también las personas adultas pueden marearse». Asimismo, influye la frecuencia de los viajes o el tipo de vehículo, si es lineal como un coche o de balanceo, como un barco. Y lo empeora el que los niños, por ley, deban viajar en los asientos posteriores, lo que contribuye al mareo, al tener que mirar casi obligatoriamente por las ventanillas laterales.

Cómo prevenir el mareo de los viajes

El experto da una serie de claves para evitar que los niños sufran vómitos durante los recorridos, sea en coche o en otro tipo de transporte.

1. El niño no debe viajar en ayunas. «Un pequeño refrigerio estaría bien y, si el viaje es largo, algo de alimento cada 2-3 horas», dice el doctor Galindo.

2. Evitar que la vista del niño esté fija en objetos como libros o pantallas. Nada de lectura, videojuegos ni películas.

3. Darle mucha distracción con divertimentos tradicionales, como contar cuentos, cantar o adivinanzas.

4. No tapar las ventanillas del coche para que el niño pueda mirar a lo lejos e incentivar este tipo de visión con juegos, como fijarse en casas o animales alejados.

5. Evitar que el niño mire en sentido contrario al de la marcha.

6. En casos frecuentes, el médico podrá recomendar un tratamiento preventivo en jarabe, que tienen efectos secundarios como somnolencia, sensación de fatiga o cansancio. «El medicamento más conocido es la biodramina en solución oral infantil. Se administra unos 30 minutos antes de emprender el viaje y puede darse otra dosis a las 6 horas, si fuese necesario», mantiene el doctor Galindo. «No es recomendable en niños menores de 2 años, ni con problemas respiratorios o diagnosticados de epilepsia. En esos casos, consultar con su pediatra».

7. Cuando el niño se siente mareado, o ya ha vomitado, se aconseja detener el coche y hacer que el niño respire aire fresco, se acueste sobre su espalda y cierre los ojos. Después de unos minutos la situación habrá mejorado.

8. El viejo truco de la abuela, de colocar sobre la frente un pañuelo húmedo o empapado en colonia puede ayudar a mejorar el malestar del niño.

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