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Lo que pueden decir los huesos de Diana Quer

En los restos óseos de la chica se podrán descubrir cuchilladas, golpes, lesiones anteriores, simultáneas a la muerte o post mortem

Isaac Asenjo

Madrid

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Martes, 2 de enero 2018

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La causa de la muerte de Diana Quer es hasta el momento una incógnita -el autor confeso del crimen asegura que murió atropellada- y la autopsia será la que aporte todos los datos. Lo único que sí ha trascendido es que en el cuerpo desnudo hallado en Rianxo no muestra signos de violencia pero sí indicios claros de criminalidad - su cuerpo estaba lastrado en el pozo con ladrillos para hacer vallas. Los restos de la joven se encuentran en la Unidad de Antropología del Hospital de Verín (Galicia), en donde se está procediendo a elaborar los informes forenses. Las causas de la muerte se conocerán en el plazo de entre una semana y 15 días, según contó ayer a varios medios el jefe de sección de Patología Forense de la Subdirección de Orense y responsable de la Unidad de Antropología de Verín, Fernando Serrulla - forense que participó en la investigación del caso Bretón. «El procedimiento general para los cadáveres en descomposición, según el protocolo del Imelga (Instituto de Mediina Legal de Galicia), obliga a que, en los casos de homicidio, el cadáver se esqueletice para produnfizar en la autopsia», explicó.

A pesar de que el cadáver ha estado sumergido durante casi 500 días, lo que deteriora el estado de conservación de los cuerpos por el conocido proceso de saponificación, el cadáver de la joven se encuentra relativamente bien conservado porque ha permanecido en agua potable, sin contaminar, lo que frena el proceso de descomposición tal y como se hubiese producido en el mar o un río.

Durante los próximos 10 días realizarán pruebas óseas al cadáver que determinarán las circunstancias de la muerte, cuándo murió Diana, si el autor confeso, José Enrique Abuín, actuó solo o no, y si hubo agresión sexual. Esto último va a ser lo más difícil de demostrar porque el agua habría limpiado cualquier rastro biológico del agresor.

«Será complicado esclarecer si se produjo un abuso o una agresión sexual, salvo que se determine la presencia de ADN del agresor en la ropa interior de la víctima si la hubiera», explica el médico especialista en Medicina legal y forense Francisco Etxeberria. El antropólogo afirma que respecto a las lesiones, en el análisis de los huesos «se podrá determinar si se produjo un atropello o no - como afirmó ante la Guardia Civil el autor confeso de la muerte de Diana Quer- y en el mejor de los casos, la existencia de otras lesiones traumáticas en el rostro y cuello».

Etxeberria - conocido por resolver con sus análisis, entre otros, el caso de los asesinatos de Lasa y Zabala o el de los hijos de José Bretón - explica que «cuando el cuerpo se encuentra muy degradado conviene revisar con cuidado el esqueleto, y para ello se hace necesario limpiarlo de la suciedad propia de la putrefacción que interfiere en el primer análisis»

«En Santiago estuvimos trabajando con las partes blandas, como se hace en estos casos. Posteriormente, lo que se hace en la Unidad de Antropología es el estudio detallado del hueso, por si hay lesiones. También trabajamos en la identificación para determinar las circunstancias y el momento de la muerte, que son los objetivos fundamentales de cualquier autopsia», contó Serrulla.

El jefe de sección explicó que, en este caso, el método de trabajo cambia un poco con respecto a una autopsia normal. El cuerpo de la joven, al haber estado sumergido en agua durante casi 500 días, no está en las mismas condiciones que otro caso en el que no se diera esta circunstancia. «Cuando el cadáver está en putrefacción no tenemos gran parte del mismo», señala . «En algunas ocasiones lo que hay son solo huesos, o huesos y algunas partes blandas y, según el estado del cadáver, se aplica una técnica u otra. En este caso concreto se esqueletiza para ver bien las lesiones, ya que puede tener lesión por arma de fuego, por arma blanca o puede contener elementos metálicos que nos puedan ayudar en el estudio», añade.

Los antropólogos forenses describen esta primera fase de esqueletización cadavérica como «cocido» de los huesos. De ahí, como señala Etxeberria, que cuando el hueso esté limpio comience a verse «la verdad de los crímenes». Aquí se podría desmontar la defensa del acusado - 'El Chicle' - que dice que atropelló a Diana y que no la violó. En los restos óseos de la chica se podrán descubrir cuchilladas, golpes, lesiones anteriores, simultáneas a la muerte o post mortem.

Y es que 16 meses después del crimen las respuestas físicas a lo que le pasó a Diana Quer las tienen los huesos, que arrojarán luz sobre cómo fueron sus últimas horas de vida. Unos chivatos que no olvidan y que conservan las marcas del arma homicida - si la hubiera - y de las circunstancias de la muerte. Incluso la trayectoria y posición de un asesino con respecto a su víctima.

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