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La prealerta terrorista

Las víctimas merecen que las autoridades policiales no se enzarcen en una disputa política sino en mejorar la prevención

Jueves, 31 de agosto 2017, 23:37

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La noticia de que los Mossos d’Esquadra recibieron un aviso de que el autodenominado Estado Islámico planeaba actuar este verano en Cataluña, «específicamente en La Rambla» de Barcelona, ha encrespado de nuevo los ánimos en las instituciones catalanas, ya de por sí tensionados por la cercanía del 1-O. La referida nota, que contenía «información no corroborada de veracidad desconocida», habría sido remitida por los servicios de espionaje estadounidenses al CNI, a las fuerzas de seguridad del Estado y a los Mossos. La Generalitat ha tenido que admitir finalmente que recibió alertas sobre un posible atentado en La Rambla pero que no le dio credibilidad. Previamente habían desmentido la noticia desde el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en los días posteriores al fatídico atentado, hasta el conseller de Interior, Joaquim Forn, y por el mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero. El Gobierno catalán se equivoca en buscar intenciones ocultas como el desprestigio de la policía catalana en la publicación de la información. En realidad, lo irritante es la falta de transparencia que rodea el caso. Cuando se produce un atentado terrorista, toda la responsabilidad recae sobre sus autores, asesinos indignos de pertenecer al género humano que siegan la vida de personas inocentes para satisfacer su fanatismo. No hay más culpables. Sin embargo, los atentados deben servir para aleccionar a las fuerzas de seguridad. En este caso, el aviso, seguramente lanzado entre otros muchos, no fue de utilidad, y lo que las víctimas merecen ahora no es que las autoridades policiales se enzarcen en una disputa política sino que se averigüe por qué no se pudo impedir el atentado y qué habría que hacer para prevenir los siguientes cuando haya indicios semejantes. Una total transparencia informativa y una plena cooperación entre policías serían sin duda los elementos básicos de una reacción más atinada para prevenir al terrorismo futuro.

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