Borrar
¿Qué ha pasado hoy, 18 de marzo, en Extremadura?
Uno de los féretros es introducido en el coche funerario.
Rescatan los cuerpos de los tres montañeros que murieron en los Picos de Europa

Rescatan los cuerpos de los tres montañeros que murieron en los Picos de Europa

El helicóptero de la Guardia Civil ha podido finalmente volar y sacar de la montaña los cadáveres, que ya están en el Instituto Anatómico Forense del Hospital de Valdecilla, donde se les realizará la autopsia

DANIEL MARTÍNEZ

Jueves, 27 de abril 2017, 14:07

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El helicóptero de la Guardia Civil de Asturias ha rescatado, pasadas las 9.00 horas, los cadáveres de los tres montañeros zamoranos fallecidos, cuando estaban escalando en el Espolón de El Jiso, en la parte cántabra de los Picos de Europa, según han informado fuentes de la Guardia Civil.

El operativo de rescate a pie, integrado por varios agentes del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) de Potes, inició esta mañana, a eso de las 6.00 horas el ascenso a la zona de El Jisu, donde se encontraban los cadáveres desde el pasado lunes.

Los agentes comenzaron la marcha a primera hora de la mañana, para esperar que, como les habían informado, las condiciones meteorológicas mejoraran sobre las 9.00 horas y se pudiera proceder al rescate por aire, ya que desde ayer se descartó la evacuación a pie de los cuerpos.

Antes de las 9.00 horas, el helicóptero de Asturias, que a primera hora había vuelto a trasladarse a Picos de Europa, comenzó a desplazarse a la zona donde estaban los cuerpos, al abrirse "una ventana" que permitía el vuelo.

Con la ayuda de los agentes a pie, se pudieron izar al helicóptero los tres cuerpos de los montañeros zamoranos, Fernando Casquero, de 46 años, Daniel Camarzana (21 años) y Rubén González (19 años).

En principio, los cuerpos iban a ser trasladados en el helicóptero al aeropuerto Santander-Seve Ballesteros, pero la niebla y las malas condiciones climatológicas en la zona de Picos de Europa han impedido que se pudiera realizar ese desplazamiento.

Por eso, el helicóptero se ha dirigido desde la zona de rescate al helipuerto que hay en Tama, en el municipio cántabro de Cillorigo de Liébana -base de los Picos de Europa-, para desde allí trasladar los cuerpos en coche fúnebre a Santander. Las cadáveres ya están en el Instituto Anatómico Forense del Hospital de Valdecilla, donde se les realizará la autopsia.

Pésame de Revilla

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha trasladado el pésame a los familiares de los tres montañeros zamoranos fallecidos en Picos de Europa, cuyos cuerpos se han rescatado esta mañana.

"Son catástrofes que ocurren, por desgracia, no solamente aquí sino en todo el mundo. Hay gente que tiene la afición de hacer este tipo de cosas, y a veces se complican", ha dicho el presidente a los medios de comunicación.

Revilla ha lamentado además la "mala suerte" por la tardanza en la recuperación de los cuerpos, por las condiciones meteorológicas adversas en los Picos de Europa, sobre todo en los tres últimos días.

"Ya se han rescatado, dar el pésame a los familiares y no se puede hacer más. Se trata de estas cosas que, por desgracia ocurren de vez en cuando, cuando se practican deportes de riesgo", ha aseverado.

Los esfuerzos en la jornada de ayer

En Liébana están relativamente acostumbrados a que, cada cierto tiempo, los Picos de Europa pasen factura en forma de vidas humanas, pero el último cobro ha conmocionado a la zona. El operativo puesto en marcha en la tarde del lunes para rescatar a los tres montañeros zamoranos muertos en el accidente más importante de la última década en este macizo continuó durante el día de ayer sin éxito a pesar de los esfuerzos realizados por los 24 agentes -eran una docena por la mañana- del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim). Hasta en dos ocasiones intentaron acercarse los dos helicópteros de la Guardia Civil hasta el Espolón de El Jiso, donde a unos 200 metros de la cima localizaron los cuerpos de Fernando Casquero, Daniel Camarzana y Rubén Rodríguez. La nieve, el viento y la niebla en la jornada más invernal de los últimos dos meses en la zona lo hicieron imposible.

Los agentes sí que pudieron llegar hasta ellos, incluso preparar un entramado de cuerdas desde el paraje de Los Costillares hasta un lugar accesible para los todoterreno de la Benemérita. «Está muy peligroso. Sólo en subir se tardan cuatro horas. Hay demasiada nieve como para llegar con garantías y muy poca para poder arrastrar las camillas con los cuerpos. Habrá que ver lo que deciden los jefes», comentaba ayer uno de los miembros del operativo al tiempo que descartaba esa opción.

Mientras tanto, las muestras de dolor de los familiares que se vieron durante la tarde del lunes, cuando se conoció la noticia, en la sede de la Asociación de Montañeros de Zamora, se repetían 24 horas más tarde en Liébana. La intención de los allegados de las tres víctimas del accidente, que durante la madrugada y la mañana de ayer salieron de Zamora con destino a Cantabria, era acercarse hasta Espinama, el núcleo más cercano al lugar de los hechos, con el fin de seguir de cerca las labores de búsqueda de los cadáveres. Finalmente, sólo los familiares de Casquero, el montañero más experimentado del grupo, se desplazaron hasta la zona. Su hermana y sus sobrinas esperaban con un café junto a una patrulla de la Guardia Civil a que mejorara el tiempo.

A primera hora: El operativo de rescate se reanuda a las 8.00 horas

«Mira que ha hecho un mes de abril de calor y justo ahora, cuando hace falta que el tiempo no moleste, se pone a nevar como en invierno», comentaban en el bar de Los Llanos. A medida que pasaban las horas, la situación empeoraba. Si a las 8.00 horas, cuando se reanudó el operativo, los efectivos del Greim pudieron subir por la pista hacia Áliva con relativa facilidad -teniendo en cuenta su experiencia en este tipo de superficies-, a media mañana los cerca de diez centímetros de nieve lo hacían todo más difícil.

«El resto de familiares y los miembros de la Asociación de Montañismo de Zamora también tenían intención de venir, pero les hemos dicho que es absurdo, porque aquí no podemos hacer nada, y que lo mejor es que vayan directamente a Valdecilla, donde serán trasladados esperemos que hoy (por ayer) mismo», precisaba Rafael Rodríguez, cuñado del alpinismo.

Desde la mañana del lunes, cuando ya se temían lo peor, estuvieron muy atentos a los medios de comunicación ante la posibilidad de que se confirmara la triste noticia. «Estábamos con tres o cuatro páginas web abiertas y finalmente lo vimos en El Diario Montañés. Zamora es una ciudad muy pequeña y en unos minutos se enteró todo el mundo. Están todos consternados...», precisó Rafael. Por las calles de Espinama, si no fuera por el trasiego de patrullas verdes y blancas, la tranquilidad es absoluta. Incluso algún montañero se atreve con la ruta a pesar de los copos, pero en el bar de Benito y en la tienda de ultramarinos Briz no se habla. Mirando la foto del periódico, a Gelo le quiere sonar «el de gafas. Como que le vi el sábado, pero tampoco me hagas mucho caso...», dice.

En los corrillos, los acostumbrados a ponerse las botas de montaña no entienden cómo a tres escaladores con su experiencia les ha podido pasar esto en una de las paredes más «clásicas de Picos», apuntan. Coinciden con la hipótesis que maneja la Guardia Civil, un error de uno de los anclajes que propició el fallo de todo el sistema, puede ser la causa del accidente. «Estaban ya en la zona alta, a unos 150 metros para llegar arriba y lo más difícil ya lo habían hecho. Pero en la montaña hasta que no te metes en el coche no estás a salvo», apunta un agente del Greim de Potes que oye la conversación. En Santo Toribio, los grupos de excursionistas que llegan al templo es lo primero que preguntan a Marga Pereda, la guía turística. Ella puede hacer poco más que lamentarse: «Pensé que el Espolón de El Jiso ya no se subía, igual que el de Los Franceses. Son picos que comenzaron a hacerse en los años sesenta y por lo que me han dicho ahora están las piedras que se caen».

El tiempo no mejora: Los familias, atentas a la información del Greim

La idea de los familiares de Casquero era recuperar los objetos personales de los montañeros, así como el vehículo, que dejaron estacionado en el aparcamiento de los puertos de Áliva. «Queremos dejar arreglado todo por aquí para después no tener que hacer más viajes y centrarnos en lo importante», explicó. Los agentes de la Guardia Civil que les acompañan tenían la orden de informarles puntualmente de los avances, pero eran muy escasos. Los helicópteros seguían sin poder salir de sus bases en Tama, el de Asturias, y Fuente Dé, el leonés. «Por la hora y cómo iba el operativo», a eso de las 12.00 horas, estaban seguros de que los efectivos del Greim de Potes y Cangas de Onís ya estaban junto a los cuerpos de los tres montañeros zamoranos. Y así era, pero poco podían hacer. Custodiarles hasta nueva orden.

La idea estaba clara: esperar a que apareciera un claro en Espolón de El Jiso para llegar con las aeronaves y, a partir de ahí, trasladar los cadáveres hasta Santander. Porque con los doce hombres del Greim era impensable -por el momento- intentar bajarles a pie. Por eso se incorporaron otros doce a eso de las 16.00 horas. Algunos de la base de Potes que, «de buen gusto y por causa mayor», perdieron su día de libranza, y otros de los grupos de rescate desplazados desde Orense, León y Asturias. En total, 24 efectivos preparados para actuar en caso de que la nieve, la niebla y el viento no dieran tregua.

Ya había dos alternativas. La inicial de levantar el vuelo con el helicóptero y otra mucho más arriesgada de tirar cuerdas a través de los 1.100 metros que separan la zona de Los Costillares, donde estaban los tres deportistas fallecidos, hasta el punto de Áliva al que pueden llegar los todoterreno de la Guardia Civil.

«Con dos docenas de hombres se puede intentar bajarles a pulso, pero sigue siendo complicado», detallaba uno de los expertos agentes de montaña. Mientras tanto, en el hospital Valdecilla la información que tenían los familiares era de que los cuerpos, más tarde o más temprano, iban a llegar a lo largo de la tarde. En el helipuerto de Tama, el Greim tenía más dudas.

Primera aproximación: Los pilotos esperan un claro para llegar a la zona

Con el Pico Jiso en línea recta desde el helipuerto, la frustración de los pilotos iba en aumento cuando veían que despejaba en Potes y en el valle, pero la niebla no cesaba en las cimas. Por si acaso, empezaron a preparar un aparato con capacidad para cuatro tripulantes, dos a los mandos y dos socorristas, para acercarse a la zona. Avisaban los agentes a los cámaras de televisión, que ya empezaban a hacerse ilusiones: «Tal y como está el panorama sólo será un aproximación. Si suena la flauta igual podemos bajar, pero lo dudo mucho». A las 16.30 levantó el vuelo. Iban con pocas esperanzas y volvieron con ninguna. En poco más de quince minutos el helicóptero volvió a tierra firme. Desde los cerca de 2.000 metros de altitud en los que aún se encuentran los cadáveres de los tres montañeros zamoranos bajó hasta los 300 a los que se encuentra Cillorigo de Liébana.

El responsable de la nave hizo cálculos. Teniendo en cuenta que el ocaso estaba previsto para las 21.40 horas, hasta casi las diez de la noche tendrían luz suficiente para probar suerte de nuevo. El helicóptero de Fuente Dé ya daba el día por perdido, pero el de Tama siguió intentándolo. Para decidir cuándo, están pendientes de la llamada de los responsables de la Agencia Estatal de Meteorología en Cantabria. Lo que diga el radar y los modelos del tiempo. Según los técnicos, la segunda oportunidad sería a eso de las ocho de la tarde. Entre tanto, los doce nuevos agentes del Greim se dirigen a Espinama -ya han descartado la opción de evacuarlos a pie- y el equipo aéreo a la cafetería. Toca esperar.

Segundo intento: Por seguridad, se suspende el rescate hasta hoy

Y de nuevo en el valle despeja, pero los Picos siguen escondidos tras una densa niebla que, según el piloto, «no deja ver a quince metros de distancia». Aun así, volvieron a despegar. Los agentes que esperan en el helipuerto no tienen del todo claro qué hacer en caso de poder llegar hasta los escaladores. Si volar directamente hasta Santander o aterrizar en Tama o Fuente Dé para trasportarles desde allí por carretera. No lo tuvieron que decidir, porque en la segunda y última aproximación el tiempo volvió a jugar en su contra. «Ha llovido tanto hoy como en todo el mes de abril, pero qué se va a hacer», se lamentaba uno de los agentes del Greim de Potes. El mismo que anuncia sobre las 20.30 que el dispositivo se suspendía. Un día de mucho trabajo -las familias insisten a la prensa para que hagan saber su agradecimiento a la Guardia Civil- y pocos resultados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios