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Podemos, en crisis

Iglesias achaca el revés electoral al miedo de los votantes y descarta así cualquier autocrítica a pesar de las tensiones internas

PPLL

Sábado, 2 de julio 2016, 00:33

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Las encuestas habían pronosticado el 'sorpasso' de Podemos sobre el PSOE el 26-J, pese a que prestigiosos analistas políticos lo ponían en duda, y, como es conocido, no sólo no se ha producido tal adelantamiento sino que Unidos Podemos (UP), la coalición entre Podemos e IU, ha obtenido exactamente los mismos escaños que las dos organizaciones obtuvieron por separado el 20 de diciembre, pero con 1,15 millones de votos menos. El PSOE, por su parte, obtuvo 14 escaños y casi 400.000 votos más que UP. Con anterioridad, el número dos de Podemos, Íñigo Errejón, ya había advertido de que la estrategia de absorber IU planeada por Iglesias era equivocada porque aquella organización populista perdía la transversalidad y se alineaba con la izquierda radical, que tiene en Anguita, muñidor de la alianza, uno de sus iconos. En las elecciones del 20-D, Podemos recogió votos de todo el espectro (1,56 millones del PSOE, 885.000 de IU, 1,3 millones de la abstención e incluso 505.000 del PP, según los expertos en demoscopia), por lo que la ubicación de la oferta política de Podemos en uno de los extremos del abanico ideológico tendría que tener consecuencias. Los hechos han dado la razón a Errejón, y ello ha generado graves tensiones en el interior del grupo político, cuyas confluencias -la catalana, la valenciana y la gallega- también experimentan malestar por el mal resultado y por el desconcierto ideológico sembrado. Iglesias, sin embargo, no reconoce su error y ha planteado a las bases una pintoresca encuesta para conocer las causas del fracaso. Antes de saber su resultado, el líder ya ha decidido la razón: aunque mucha gente apoyaba a Podemos con simpatía cuando ha visto que estaba a punto de gobernar. ha sentido miedo y ha desertado. Iglesias no ha dejado lugar para la autocrítica. La culpa de su retroceso es de los temerosos electores. Las hipótesis de que haya hecho una mala campaña, de que su arrogancia hastíe a los potenciales votantes, de que el populismo no termine de penetrar en un país occidental, culto y maduro, ni siquiera se toman en cuenta.

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