El PSOE reclama ahora a Rajoy un debate solo con Sánchez

La exigencia, lanzada esta mañana por el coordinador del comité electoral socialista, César Luena, tiene un objetivo claro, que se siga visualizando al PSOE como única alternativa real al PP, ahora que la alianza entre Podemos e IU amenaza su hegemonía en la izquierda.

En la campaña para los comicios del 20 de diciembre, cuando ni Podemos ni Ciudadanos tenían aún representación en el Parlamento, el líder del PP solo aceptó un cara a cara con Sánchez. El socialista, sin embargo, aceptó dos debates con Iglesias y Rivera. Al primero, en El País, acudieron los tres. Al segundo, en Atresmedia, fue también, por parte del PP, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.

Aquella decisión del comité de campaña le costó a Sánchez críticas internas. Muchos socialistas entendieron que debía haberse limitado a rivalizar con Rajoy para dejar claro que los comicios iban, una vez más, de PP o PSOE y que los nuevos partidos tendrían un papel secundario. Pero la dirección de los socialistas defendió que no se podía alimentar la idea de que existían unos partidos que representan la nueva política mientras que el PSOE estaba en la vieja política. Ahora, los socialistas insisten en que acudirán a los debates con todos los partidos. Pero insisten en que quieren también uno con Rajoy, solicitado de nuevo por Atresmedia.

Sorpresa en Génova

La propuesta del PSOE ha sorprendido en las filas populares. El PP ha confirmado oficialmente que planteará al resto de partidos un debate entre los cuatro principales candidatos. Y ese formato, según fuentes de la formación, excluye el cara a cara con Pedro Sánchez. El partido no contempla la confrontación entre Mariano Rajoy y el líder de los socialistas. Es más, en el entorno del presidente ven al PSOE desesperado y avanzan que la oferta caerá en saco roto.

En las últimas semanas, el PP ha admitido que los resultados electorales del 20 de diciembre cambiaron el escenario político. Podemos y Ciudadanos cuentan ya con representación parlamentaria, por lo que la oposición a debatir con Pablo Iglesias y Albert Rivera se vuelve difícilmente sostenible. Pero, además, los populares han virado su estrategia electoral. Su batalla pasa ahora por polarizar al máximo la campaña y en ese marco, el cara a cara con Sánchez carece de sentido.

"El debate que más refleja la pluralidad que tienen las Cortes Generales es a cuatro y, si hubiera un debate a dos, que no es nuestra apuesta, habría que valorar cuáles serían esas dos fuerzas que las encuestas reflejan con mayor importancia", ha replicado el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, que desde hace semanas recuerda que es el líder de Podemos, y no Sánchez, quien emerge como referente de la izquierda.

La necesidad de restar apoyos a Ciudadanos para aglutinar el voto de centro-derecha, ha llevado a Rajoy y lo suyos a activar el discurso del miedo: o gobierna el PP o lo hará Iglesias.Tanto es así que los populares bromean en privado con la conveniencia de que el presidente del Gobierno en funciones se enfrente al secretario general de Podemos en un cara cara. Esa opción, por ahora, no se valora en serio. Pero sirve para ningunear al PSOE, que ha quedado en los discursos del PP en un segundo plano.