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Dos jóvenes se abrazan en Sol durante la acampada del 15M.
15 cambios que llegaron con el 15M

15 cambios que llegaron con el 15M

Expertos de diferentes áreas analizan, cinco años después de su eclosión, el movimiento social que agitó la sociedad española y cuyos efectos han influido en la política, la economía o los medios de comunicación

Álvaro Soto

Domingo, 15 de mayo 2016, 07:27

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En la semana previa al 15 de mayo de 2011, por las redes sociales empezaron a circular mensajes de plataformas que entonces, a muchos, les sonaban extrañas: Democracia Real Ya y No les votes eran dos de las cuentas más activas. A través de esas etiquetas (#democraciarealya, #nolesvotes), miles de personas se fueron incorporando a una conversación que pronto llegó a todos los rincones de España. Jóvenes y mayores, pero sobre todo jóvenes, compartían un sentimiento común que se llamó indignación: contra la crisis, contra el paro, contra los políticos, contra aquella idea de estudia mucho y llegarás lejos que la realidad hacía naufragar se levantaron desde sus ordenadores. Hasta que aquel sentimiento común cibernético cuajó cuando apareció un nuevo 'hashtag' aglutinador: #15M. Ese 15M, domingo 15 de mayo de 2011, la indignación tenía que pasar del portátil a la calle. Las plataformas convocaron una manifestación en la Puerta del Sol de Madrid, lugar emblemático de revoluciones (ahí se proclamó la Segunda República) y lo que parecía ser que iba a ser una pequeña concentración se convirtió en una movilización que agitaría la sociedad española como pocas veces antes. Cinco años después, el 15M ha cambiado la política, la economía y los medios de comunicación en España, pero también la estética, el lenguaje o la arquitectura. Cinco años después, el 15M se sienta en el Parlamento y sus autoproclamados herederos aspiran a gobernar el país. Pero cinco años después, ¿qué ha cambiado del 15M y cómo ha cambiado a la sociedad?

 

Política: La Historia se aceleró

El 15M está a la altura de las movilizaciones de la Transición, contra la OTAN y contra la guerra de Irak. Así lo ve el profesor de la Universidad Carlos III y editor de Politikon Pablo Simón. Lo novedoso fue la emergencia de un movimiento social no previsto que no se apoyaba ni en los partidos ni en los sindicatos. Supo poner en contacto a actores muy diferentes y tuvo un gran impacto generacional, sobre todo en los menores de 35 años, destaca Simón. A su juicio, el 15M supuso una repolitización de la política española al poner en cuestión cimientos que se creían sólidos, como el bipartidismo. Cinco años después, la movilización en las calles es menor que en el periodo 2011-2013 porque los partidos están canalizando ese enfado a través de las instituciones, explica. Partidos como Podemos, algunos de cuyos cuadros estaban ese 15 de mayo en Sol. Pero todos los partidos han incorporado demandas del 15M, matiza Simón.

Una idea que comparte Jordi Mir, profesor de la Universidad Pompeu Fabra que acaba de publicar Movimientos sociales construyendo democracia. Cinco años del 15M. Lo que pasó tiene una dimensión tan grande que ha influido en todos los partidos, incluidos el PSOE y también el PP, subraya Mir, que destaca cómo el 15M ha sabido mutar para seguir presente en la agenda política y social de España. El momento actual de la mutación es la vía electoral, apunta, con un gran hito: la llegada a las alcaldías de grandes ciudades como Madrid o Barcelona de los gobiernos del cambio, en mayo de 2015. Este lustro nos ha dado perspectiva para comprobar lo relevante que fue el 15M, explica Mir. Lo que demuestran estos cinco años, continúa, es que aquellas semanas fueron un punto de inflexión para la vida contemporánea española. Aunque bajen algunas mareas ciudadanas, la indignación no ha desaparecido, y volverá a emerger si hay un exceso de confianza en las opciones políticas, advierte Mir. Si no consiguen acabar con algunos de los problemas que señaló el 15M, como los desahucios, aparecerá la frustración, porque los motivos para la indignación no se han resuelto. Simplemente, se han depositado expectativas en otros espacios.

Autor de ¿Idiotas o ciudadanos? El 15M y las teorías de la democracia, el escritor Félix Ovejero, citando a Ackerman, cree que aquel fue un momento constitucional en el que el curso de la historia pareció acelerar el paso. El 15M, con ambigüedades y torpezas, introdujo un relato regeneracionista en el que destacaban los principios de calidad democrática, justicia social y lucha contra la degradación y el uso patrimonial de las instituciones. Y no es una tontería, subraya. Por eso, Ovejero, profesor de Economía de la Universidad de Barcelona, considera que la situación política actual no se entendería sin este movimiento, sobre todo, en ese afán regeneracionista que él detecta en la crítica a la corrupción.

Sin embargo, Ovejero también detecta problemas en el 15M: El adanismo en las propuestas, como si lo que sabemos, y sabemos bien, por teoría social, resultase prescindible; una tentación de oficiar como la genuina voz del pueblo, sin atender al número exacto de voces; y un descuido de los procedimientos y del diseño institucional, que es descuido de la democracia y sus garantías.

Finalmente, el escritor se muestra crítico con Podemos, al que niega la etiqueta de nuevo y califica como política clásica. Lo peor es cuando algunos apelan a la superioridad moral (porque son los de abajo) para saltarse la moralidad y por ejemplo, no dimiten porque ellos sí que tienen razones nobles. El protagonismo que algunos se arrogan, pienso en Podemos, está fuera de lugar, concluye.

 

Economía: Un programa desenfocado

Que levante la mano quien supiera, antes de 2010, qué era la prima de riesgo. Pues los miembros del grupo de trabajo de Economía, uno de los primeros que se formó en Sol el 15M, sí lo sabían. Porque fue la economía, o mejor dicho, la falta de ella, la que provocó una crisis en España que derivó en recortes que a su vez derivaron en una conciencia colectiva sobre la importancia de saber más sobre el dinero. Los primeros ajustes hicieron que la gente quisiera estar más informada de economía, explica José Moisés Martín Carretero, miembro de Economistas frente a la Crisis y autor del libro España2030. Gobernar el futuro. Ahoa todos sabemos qué es la prima de riesgo y todos tomamos más cautelas a la hora de firmar una hipoteca, añade. Y es que, en su opinión, ha habido un problema de confianza. El cajero que te había atendido toda la vida tenía el mandato de colocarte preferentes. Eso antes pasaba bajo el radar, y por eso la gente comenzó a informarse, dice.

Así, las propuestas económicas del 15M llegaron rápidamente al debate público, aunque Martín Carretero considera que están desenfocadas. Las ideas del 15M no eran progresistas porque no eran reales: 35 horas de trabajo, abolición de la deuda externa.... Y en esa línea encuadra el primer programa económico de Podemos, también desenfocado. Posteriormente, los economistas que le han dado forma han hecho que ese programa pierda radicalidad. Podemos ha tenido que recorrer el camino hacía realidad, subraya este economista. El futuro de España depende de nosotros. Necesitamos una coalición política fuerte, de en torno a 200 diputados, para llegar a acuerdos amplios. Si no se toman medidas, el crecimiento seguirá siendo débil.

 

Periodismo: Más exigente

Cuando la gente comenzó a preguntarse por qué los políticos tenían los privilegios que tenían, su retribución, más dietas, más un plan de pensiones, más un teléfono y una tableta pagados por el contribuyente, el periodismo se volvió más exigente. Inés Calderón es la editora de la web Sueldos Públicos, una página que nació pocos meses después del 15M para indagar en lo que hasta entonces, los políticos querían ocultar. El 15M estalla porque mucha gente ve que se rescata a los bancos y se deja que las personas se hundan. Entendimos que los ciudadanos querían saber qué se hacía con su dinero y periodistas como nosotros o como la Fundación Civil nos pusimos a esa labor, explica Calderón.

Los primeros momentos no fueron fáciles porque había muchas barreras, pero las cosas fueron cambiando. Antes, pedir datos y que no te los dieran formaba parte del juego. Ahora, los políticos también se han dado cuenta de que deben ser proactivos y darnos los datos que demandan los ciudadanos. Los periodistas ya no nos conformamos con que nos mientan, no nos vale de cualquier manera, cuenta la editora de Sueldos Públicos.

 

Televisión: Puro espectáculo

¿Quien iba a pensar que la gente se quedaría en casa un sábado por la noche para ver una tertulia política en vez de para ver Noche de fiesta? Pues desde enero de 2013, esto ocurre. Pero ¿por qué? Porque la política se ha convertido en un espectáculo y esto no hubiera pasado sin el 15M, opina la crítica de televisión Rosa Belmonte. A su juicio, este interés televisivo no se explica tanto por la nueva política, sino por los nuevos políticos y, sobre todo, por la gente que hay alrededor de ellos, los famosos colaboradores. Se ha creado un gran circo con protagonistas, contrincantes, enfrentamientos. Si un colaborador o un político no da espectáculo y no atrae espectadores, no le vuelven a llamar. Porque a estas alturas, ¿cómo es posible que la gente quiera ver a Revilla?, ironiza Belmonte, que sin embargo, rechaza equiparar programas como La Sexta Noche a Sálvame. Sálvame es creativo y La Sexta Noche no llega a su nivel porque no tienen imaginación, opina la crítica televisiva, que considera que, gracias a estos nuevos programas, los políticos de Podemos ya tienen la propaganda que necesitan. Igual que Trump, puntualiza. Pero que haya tanta política en televisión no significa que los ciudadanos estemos más informados. En absoluto. Nos cuentan muchas cosas, pero no estamos informados, certifica Belmonte.

Algo parecido piensa el economista José Moisés Martín Carretero sobre la irrupción de economistas en la pequeña pantalla. En televisión se busca la bronca porque si dos se ponen de acuerdo, se acaba el debate. No es el mejor sitio para plantear propuestas económicas, asegura.

 

Redes sociales: La nueva voz de los ciudadanos

Sin las redes sociales, el 15M pudo haber existido, pero no habría sido lo mismo. El 15M escenificó el salto de las redes a las calles de unas protestas y reivindicaciones que aspiraban a ser algo más que virtuales. Como en otras grandes manifestaciones urbanas anteriores y posteriores, la hiperconectividad favoreció la organización interna y la difusión externa del movimiento. La tecnología fue una causa necesaria, aunque no suficiente, explica José Luis Orihuela, profesor en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra y autor de 'Los medios después de internet' (UOC, 2015).

Pero además, esta movilización también hizo que las élites vieran con otros ojos las redes. El 15M cambió la percepción de las redes sociales por parte de la clase política y, especialmente, de los medios. El poder descubrió que las redes estaban dando voz y nuevas capacidades a los ciudadanos, subraya Orihuela.

 

La democracia directa: Del anarcosindicalismo al 15M

El profesor de Doctrinas y Movimientos Sociales Contemporáneos de la UNED Javier Paniagua se remonta al anarcosindicalismo en España, donde más arraigó en el mundo y que duró hasta la Guerra Civil, para explicar la tradición asamblearia del país. Por eso, no le suena raro que el 15M se forjara en asambleas. La gente joven se preguntaba: ¿Qué va a ser de mi vida?. Con la crisis, la manera de progresar ya no era la de los padres. Pero además, se había perdido la confianza en los métodos tradicionales de representación, en los partidos y en la democracia, explica Paniagua.

Jordi Mir coincide en el análisis: Si la gente no se siente representada, busca otros tipos de representación. Y ahí, el 15M comenzó a utilizar mecanismos de participación que hasta entonces, parecían marginales. Desde hace tiempo había pueblos en España con presupuestos participativos, pero desde el 15M, esas consultas a la ciudadanía se han extendido a casi todos los lugares, explica Mir. O igual que las asambleas, trasladadas directamente desde la universidad hasta la Puerta del Sol. Dentro del 15M sí se habían cultivado estos mecanismos de participación, y consiguen extenderlo a un público mayoritario. Es de sentido común que se debatan entre todos aspectos que incumbe a todos, opina Mir.

Después del 15M, la democracia directa está a flor de piel, opina también Pablo Simón. Sin embargo, él ve un problema: la asimetría. Participan en estas iniciativas sectores de población con mayor nivel educativo y más desahogados económicamente. Otros sectores, como los jóvenes que se quedaron en paro con el estallido de la burbuja de la construcción, tienen demandas más materialistas.

Los lemas: El ingenio al poder

No hay pan para tanto chorizo. En esta frase se reúne la esencia del 15M: preocupación por el deterioro de las condiciones de vida de los ciudadanos, crítica feroz contra la corrupción e ingenio e ironía para denunciarlo. El 15M también fue un movimiento con una poderosa dimensión expresiva que se sirve de frases, de vídeos de youtube y de memes , explica el politólogo Pablo Simón.

Para Jordi Mir, una de las claves del 15M fue su capacidad para llegar a gente muy diversa. 'Democracia Real Ya' conectaba con el sentimiento de muchas personas, más allá del partido al que votaban; 'No nos representan' denuncia que las decisiones de los políticos no 'rescatan' a las personas; 'No somos mercancía en manos de banqueros y políticos' llegaba a un sector muy amplio que vivía en malas condiciones. Mir destaca el poder de los eslóganes y pone como ejemplo 'We are the 99%', el lema que utilizaron los indignados de Ocuppy Wall Street para denunciar los privilegios de la élite (el 1% más rico) frente al resto de la población.

Españoles en el extranjero: Del 15M a la Marea Granate

La ola del 15M salpicó a los españoles que en aquellos días de mayo de 2011 vivían en el extranjero. Así, las principales ciudades europeas tuvieron también su 15M. Alicia (pide que no se cite su apellido) participó en el nacimiento de la Asamblea del 15M de Bruselas. El 20 de mayo de 2011 nos reunimos 300 personas en 'le Parque Frere Orban', junto a la Embajada española, bajo el mismo lema que el 15M, 'No somos mercancía en manos de banqueros y políticos', y con los mismos principios: apartidismo, asambleario, horizontal, feminismo y pacifismo, principios que aún mantenemos y defendemos, explica Alicia. A partir de ese momento, siguieron unos meses efervescentes, con asambleas todos los días y cada vez más numerosas, y estableciendo todo un sistema de organización. El 15M de Bruselas vivió su momento culminante en octubre de 2011, cuando llegaron a la capital de Europa decenas de miles de personas desde España, conformando lo que se llamó el Ágora Bruselas o la Universidad Indignada. El siguiente gran paso se concretó en junio de 2013, con la convocatoria 'No nos vamos, nos echan'.

Ahí nació la Marea Granate, una red transnacional para conseguir un cambio legislativo del sistema de voto, para acabar con la exclusión sanitaria y reducir la precariedad laboral a la que se nos condena cuando salimos fuera, continúa Alicia. Desde Bruselas, cinco años después de los primeros coletazos del 15M, el balance es positivo. El tiempo pasa, y es muy difícil mantener la misma energía, pero lo que no ha cambiado es el entusiasmo y las ganas de cambiar las cosas. A pesar de que hemos visto cómo las asambleas decrecían en número, hemos seguido reinventándonos y utilizando diferentes herramientas para seguir trabajando.

Un corresponsal francés en el 15M: ¿Por qué no ocurrió antes?

A Mathieu de Taillac, corresponsal del Le Figaro francés en Madrid, lo primero que le sorprendió del 15M fue que no hubiera ocurrido antes. Desde Francia, que es un país con gran tradición de movilizaciones, me preguntaban: 'Con lo que está pasando, ¿por qué no reaccionan los españoles'. Para el público francés, el 15M era una respuesta lógica a las dificultades de la crisis. España parecía anormalmente tranquila y la forma de movilizarse normalizaba la situación. Una vez estallado el 15M, a De Taillac le llamaron la atención los nuevos códigos y eslóganes, la voluntad de los manifestantes por ser simpáticos y el interés por ser respetuosos.

En Francia, continúa De Taillac, el 15M comenzó a interesar cuando se hizo masivo y se veía mucha gente en la Puerta del Sol. Lo seguimos con mucha información hasta que se levantó el campamento. Y ahora, cinco años después, Francia tiene su propio 15M, la 'Nuit Debout', que aun así, se diferencia del español en varios detalles, dice De Taillac: Cuenta con menos adhesión popular, no está tan enfrentado a los partidos y ha tenido actos de violencia. No es casualidad que estos movimientos, tanto en Francia como en España, hayan estallado con gobiernos socialistas: sectores que votaron al PSOE en España y al PS en Francia se sienten frustrados con las políticas de austeridad que han llevado a cabo sus partidos.

Desahucios: Una lucha sostenida en el tiempo

La lucha contra los desahucios comenzó tres años antes que el 15M. En 2008 comenzaron a organizarse en Madrid algunos grupos para protestar contra los primeros lanzamientos, de los que entonces eran víctimas los inmigrantes. Estos grupos antidesahucios se fueron organizando y en 2009 formaron la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), que ya respiraba por sí misma cuando en 2011 el drama saltó a las primeras páginas de los periódicos. Esta trayectoria la recuerda Luis Chamorro, uno de los coordinadores de la PAH en Madrid. La sociedad no sabía lo que estaba pasando con la estafa hipotecaria y el 15M ayudó a que se conociera, cuenta Chamorro. En su opinión, lo que ocurrió era previsible, aunque piensa que haría falta un 15M sostenido durante dos o tres años para que se limpie el país, haría falta un 15M también en el 2016. Mientras no se solucionen los problemas estructurales, la PAH seguirá atendiendo a gente, destaca Chamorro.

Según el profesor Javier Paniagua, la PAH y otros movimientos paralelos al 15M son la conciencia social frente al deterioro de las condiciones sociales. Paniagua introduce en el análisis un aspecto sociológico de interés: Gran parte de los activistas son jóvenes que se criaron en los años 80 y 90 y a los que se les inculcó valores y conocieron la importancia de las ONG. Posteriormente, gracias la PAH, por ejemplo, tuvieron la oportunidad de poner en la práctica estos valores cuando vieron que echaban a la gente de sus casas.

Defensa de lo público: Suben las mareas

Los recortes en sanidad y educación, las dos joyas de la corona del Estado del bienestar en España, fueron, sin duda, combustible para el 15M. El presidente de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid, Marciano Sánchez Bayle, reconoce que antes del 15M el pesimismo cundía entre su colectivo.

Pensábamos que no se podía hacer nada y sin embargo, el 15M puso de manifiesto lo contrario. Los jóvenes rompieron el círculo del pesimismo, explica Sánchez. Y de ahí el éxito de las mareas, la verde (educación) y la blanca (sanidad). El 15M hizo una crítica profunda de la sociedad y se expresó de una manera colectiva, modificando el perfil de la gente que se interesa por la política y haciendo reaccionar a los partidos, culmina Sánchez.

Banca ética: Las personas, en el centro

Al igual que la lucha contra los desahucios, la banca ética nació antes del 15M, pero su impulso en España en el último lustro sí tiene que ver con el auge de los movimientos sociales. La banca ética ha experimentado un crecimiento que ha estado en gran parte vinculado a la ola de participación política que se generó a raíz del 15M, explican desde Economistas sin Fronteras, una Organización no Gubernamental de Desarrollo (ONGD), fundada en 1997 por un grupo de profesores y catedráticos universitarios que se declaran activamente comprometidos y preocupados por la desigualdad y la pobreza. Sin duda, un número creciente demanda más transparencia a la hora de conocer en qué invierten su dinero los bancos, pero la banca ética se ha convertido también en el músculo financiero que está haciendo posible el desarrollo de una forma diferente de hacer economía, una economía que sitúa a la vida y a las personas en el centro.

Actualmente, dos bancos operan en España bajo los criterios de la banca ética: Triodos y Fiare (Banca Popolare Etica), además de una coperativa de servicios financieros, Coop57. Una de las demandas del 15M fue la creación de una banca pública, sobre todo después de ver qué ocurrió con Bankia. La desconfianza hacia la banca privada hace que la banca ética quede en un segundo plano en un primer momento, hasta que la economía social y solidaria y el cooperativismo empiezan a formar parte del repertorio de prácticas que desde el movimiento se plantean como alternativas al funcionamiento del sistema, agregan desde Economistas sin Fronteras.

El movimiento 15M, al poner el acento en el origen financiero de la crisis económica y señalar a la banca como principal responsable de su desarrollo, provocó que muchas de las personas que compartían este diagnóstico se cuestionaran qué consecuencias tenía depositar su dinero en un determinado banco, más allá de la rentabilidad que pudiera ofrecer, explican los expertos.

Arquitectura: La calle hace ciudadanos

La calle como campo de batalla y como escenario de la necesidad de compartir. Eso fue el 15M para una generación que en la Transición no tenía edad para salir a la calle, explica el arquitecto José María Ezquiaga, socio fundador de Ezquiaga Arquitectura, Sociedad y Territorio. La toma de conciencia política de los jóvenes corresponde con la recuperación del espacio público, y eso es muy interesante, explica Ezquiaga, que destaca que la toma de las calles se produce tanto en España como en las 'primaveras árabes' y sus plazas o en Nueva York, con Ocuppy Wall Street. La nueva generación de jóvenes es mucho más urbana. Mientras que sus padres aspiraban a comprarse un chalet en las afueras en una urbanización, a los millenials ya no les gustan los centros comerciales, prefieren disfrutar el centro de las ciudades, circular en bicicletas... Eso explica fenómenos como el resurgimiento de Lavapiés, agrega Ezquiaga, que insiste: El 15M ha puesto de manifiesto que el derecho a la la ciudad es muy complejo y ha ayudado a normalizar nuestra relación con la ciudad. Y es que, cuanto más avanzada es una democracia, más integrativa es una ciudad.

Para Miguel Morea, arquitecto de Morea & Zaragoza, Arquitectura y Técnica, el 15M fue un asentamiento temporal que supo organizarse con lo que tenía a mano. Morea cree que la crisis y el 15M han provocado un cambio a la hora de concebir los nuevos proyectos que se presentan ante la administración. La nueva conciencia hace que factores como el ahorro o la sostenibilidad tengan ahora más peso, destaca Morea.

Moda: Las rastas llegan al Congreso

Todas las revoluciones tienen su estética, y la del 15M fue la de los perroflautas. A saber: rastas, coletas para hombre, piercings, barbas, ropa hippy... La poderosa imagen del presidente Rajoy mirando con cara de asombro al diputado de Podemos Alberto Rodríguez bien puede simbolizar esta nueva etapa. Gloria Salgado, experta en moda de Colpisa, cree que lo que ha sorprendido a algunos es ver en el Congreso una manera de vestir que es totalmente normal en la calle pero nunca ha sido vista en el Hemiciclo. No obstante, la moda del 15M no es solamente la denominada despectivamente como perroflautismo, opina Salgado. Evidentemente, hay una estética que toma elementos de gente marginal o de los okupas, pero también tenemos a Errejón, que es un clásico. O a Pablo Iglesias, que se quitó los pendientes, ya no compra la ropa en Alcampo y ahora se deja asesorar en el vestir porque busca los votos moderados.

Gloria Salgado recuerda también que el 15M ha inspirado incluso a la moda de alta costura: En 2013, Roberto Cavalli lanzó una colección denominada 'La revolución del amor', en la que vistió a sus modelos, que portaban pancartas y megáfonos, como manifestantes de aire bohemio'".

Economía colaborativa: La alternativa es el crowdfundig

Hace cinco años nació el 15M, y hace cico años también echó a andar en España la economía colaborativa. Dos fenómenos distintos, pero con muchos puntos en común: la tecnología pone en contacto a grupos con intereses similares que encuentran una manera de sortear las dificultades económicas. El Conector Ouishare Luis Tamayo recuerda que la economía colaborativa se ha hecho toda la vida, pero ahora se puede hacer a otra escala gracias a la tecnología.

Una tecnología que permite también subirse a un coche con alguien que ya no es un desconocido. A través de las redes sociales o de Google puedes saber mucho de la persona con la que te subes a un coche para hacer un viaje, agrega Tamayo, que destaca cómo el crowdfunding ha irrumpido como una alternativa al crédito tradicional para poner en marcha los proyectos.

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