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El ministro de Sanidad, Alfonso Alonso.
El ministro de Sanidad dice que la «obsesión» del PP es consensuar la ley del aborto

El ministro de Sanidad dice que la «obsesión» del PP es consensuar la ley del aborto

Alfonso Alonso explica que hay muchas interrupciones voluntarias del embarazo "evitables"

Daniel Roldán

Jueves, 9 de abril 2015, 10:50

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La reforma de la ley del aborto vuelve a aparecer en las filas populares a 45 días de las elecciones autonómicas y municipales. El ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, ha asegurado que los populares consideran como una "obsesión" volver a la senda de consenso "que rompió la ley de Zapatero". Una norma, la actual, que permite el aborto libre en las primeras 14 semanas de gestación y que el exministro Alberto Ruiz-Gallardón intentó modificar con un regreso a la anterior legislación sobre supuestos. De ese proyecto solo se salvo que las menores de 16 y 17 años deben tener un consentimiento de los progenitores. Una modificación legislativa que se debatirá en el Congreso la próxima semana.

Alonso ha defendido, en 'Las mañanas de RNE', que su partido tiene un "mensaje claro" sobre este asunto: "Una posición de defensa de la vida. El aborto no es un derecho. Esto tiene que quedar claro". Proclama destinada al sector más alejado del centro que quiere dominar el Partido Popular ante el auge de otras formaciones como Ciudadanos. Además, el ministro de Sanidad ha anunciado que se está preparando un plan para embarazos no deseados. "Hay muchos abortos evitables en España", ha subrayado.

Catalá recuerda que el Ejecutivo busca el consenso

  • El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha recordado que la reforma de la actual Ley del Aborto se encuentra en trámite parlamentario y que el Gobierno está "abierto" para encontrar en la Cámara "la búsqueda de consenso y de apoyos" que permita "revisar" la actual legislación vigente.

  • Catalá ha insistido, sobre el aborto, en las "discrepancias" de su grupo con la normativa aprobada sobre este ámbito en 2010, cuando estaba al frente del Ejecutivo el Partido Socialista, y ha recordado que la propuesta de reforma que el actual Gobierno ha llevado al Parlamento pretende reinstaurar el consentimiento de los padres para la interrupción del embarazo en menores de entre 16 y 18 años.

Alonso también ha explicado que el regreso a la sanidad pública de los 'sin papeles', aunque solo sea en la atención primaria, no supone una vuelta atrás en las políticas del Gobierno. "Defiendo los cambios que se hicieron en su día", ha comentado, para insistir en que esta propuesta "mejora un sistema que era necesario modificar". Según el ministro, hay una "gran dispersión" en los tratamientos que están recibiendo y su atención debe producirse de una manera "homogénea".

Violencia machista

El ministro de Sanidad también ha hecho hincapié en la lacra de la violencia machista. Ha recordado que su incidencia en España, según los últimos datos de la macroencuesta que publica el Ministerio en cada legislatura, es inferior a la de la Unión Europea. "En otros países de nuestro entorno hay más, pero es menos visible. Muchos no publican datos", ha explicado Alonso, quien ha recordado que hasta el año pasado no se contabilizaban los huérfanos víctimas de esta violencia.

Ha señalado que la ley "funciona". "Vemos que hay mujeres que han salido de este maltrato en el último año. Y eso tiene que reforzar la confianza en una política de Estado para luchar contra esto. Funciona, de verdad", ha apuntado Alonso, que no ha querido entrar en detalles sobre el caso del exministro Juan Fernando López Aguilar. "No podemos juzgar. No es razonable poner en duda nuestra legislación por un caso concreto".

Por otra parte, el titular de Sanidad ha apuntado que la ley de dependencia necesita de una revisión a finales de 2015, cuando termine el despliegue de la normativa. "Al final, las cifras serán muy parecidas a lo que preveía la memoria y a partir de entonces habrá que hacer un debate en profundidad", ha indicado. También ha recordado que el plan de la hepatitis C tendrá un techo de gasto de 727 millones, cuando podía haber supuesto un gasto de 3.000 millones.

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