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Jordi Pujol Ferrusola.
Jordi Pujol 'Junior' afirma que su padre nunca se ocupó de la herencia oculta

Jordi Pujol 'Junior' afirma que su padre nunca se ocupó de la herencia oculta

Afirma que las «láminas financieras» que gestionó en Andorra eran tan rentables que convirtieron 140 millones de pesetas en 8 millones de euros en unos años

Melchor Sáiz-Pardo

Jueves, 26 de marzo 2015, 02:56

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Jordi Pujol Ferrusola ha exculpado una y otra vez a su padre, el presidente catalán, de la fortuna que el clan ocultó en Andorra durante más de tres décadas. Junior -que ha declarado este jueves ante la titular del Juzgado de instrucción número 31 de Barcelona, Beatriz Balfagón, la juez que investiga la fortuna de familia en el extranjero- ha afirmado que el expolítico siempre estuvo al margen de la gestión de ese dinero procedente, supuestamente de la herencia en negro de su abuelo, Floreci Pujol.

El mayor de los hijos del matrimonio Pujol-Ferrusola ha reconocido que él sí que gestionó brevemente los fondos familiares. Fue antes del verano de 1990 cuando el anterior gestor de la fortuna, Joaquim Pujol Figa, le anunció que la familia tenía en 140 millones de pesetas en Andorra en un producto que ha demoninado láminas financieras, una suerte de bonos al portador.

Según su versión, él solo se ocupó de ir abriendo cuentas a sus hermanos y hacer efectivo el dinero de estas láminas cuando el producto iba venciendo. Luego se desentendió de la gestión de esas cuentas, que pasaron a ser controladas por sus hermanos. Junior ha insistido en que las láminas financieras eran un producto de una rentabilidad altísima y que eso explica, unido a la devaluación de la peseta por entonces, aquellos 140 millones de pesetas se convirtieran en cuestión de años en más de ocho millones de euros, el dinero que se repartieron entre los hermanos.

Jordi Pujol Ferrusola, que ha llegado a las 9.00 horas en la Ciudad de la Justicia en una moto, ha respondido así a las acusaciones de su propio padre y tres de sus hermanos menores, Marta, Mireia y Pere. Los cuatro afirmaron en sede judicial que el primogénito fue la persona encargada de mover el dinero de la familia en Andorra, un capital que, según su versión, procedía de la herencia nunca declarada de su abuelo Florenci Pujol en 1980.

Balfagón admitió el pasado 18 de febrero la petición de la acusación popular del sindicato Manos Limpias, quien reclamó su imputación después de que su padre y sus tres hermanos en su declaración judicial del 27 de enero se parapetaran tras el primogénito para no dar explicaciones del dinero que tuvieron en sus cuentas durante más de tres décadas en el principado. La única que no acusó a Jordi Pujol Ferrusola fue su madre, pero porque se negó a declarar.

Los tres hermanos ofrecieron una versión muy parecida. Fue el primogénito, el único que por entonces era mayor de edad, el que entre 1990 y 1992 gestionó los fondos opacos. Antes de Jordi Pujol Ferrusola, afirmaron, las personas que administraron el supuesto legado del abuelo fueron personas de confianza del expresidente catalán: Delfí Mateu, fallecido en 1993, lo hizo entre 1980 y 1988; y Joaquim Pujol Figa, muerto en 2004, asumió esta tarea entre 1988 y 1990.

De acuerdo con el relato de Marta, Mireia y Pere, solo en 1992, cuando ni siquiera todos los hermanos habían cumplido la mayoría de edad, supieron por su madre que eran millonarios, pero que su fortuna estaba en Andorra, que no era del todo legal y que el hermano mayor se ocupaba del día a día de la gestión de esos fondos.

Según el testimonio de los tres, para entonces, doce años después de la muerte del abuelo y gracias a las buenas inversiones de los gestores de la herencia opaca, cada uno de los siete hermanos contaba con unos 62 millones de pesetas «expectantes», es decir si se vendían con éxito los productos financieros. Una gestión brillante ya que más que triplicó la herencia, que, según sus testimonios, ascendía 140 millones de pesetas.

Mireia Pujol fue la más explícita. Llegó a afirmar en el juzgado que el hermano mayor era la persona que ordenaba a la familia cómo y cuándo hacer los ingresos y retirar el dinero de las cuentas del BPA de Andorra, ahora intervenido por las autoridades de ese país por presunto blanqueo de dinero.

«Imprescindible»

Tras estas declaraciones inculpatorias, la magistrada decidió convertir a Jordi Pujol Ferrusola en el sexto miembro del clan imputado en la causa que investiga la fortuna familiar oculta en el extranjero y en la que ya estaban encausados sus padres y sus hermanos Marta, Mireia y Pere.

Entonces, la juez apuntó que «resultaba imprescindible oír en declaración a Jordi Pujol Ferrusola, al ser éste la persona que al parecer gestionó entre los años 1990 y 1992 esos fondos y el encargado de realizar su reparto entre Marta Ferrusola y sus siete hijos». Según la instructora, el nuevo imputado «ingresó en varias veces las oportunas cantidades en las respectivas cuentas abiertas por los beneficiarios».

«Fue él también -abundaba en febrero Balfagón- quien pudo tratar con los anteriores gestores (de la fortuna oculta) y ante el cual éstos tuvieron necesariamente que haberle rendido cuentas, facilitándole la información inicialmente legada por Florenci Pujol y la rentabilidad obtenida en los últimos años».

La juez insistió en que sus hermanos justificaron su «ignorancia» en el «hecho de que fue el hermano mayor quien se ocupó de todo lo relativo al supuesto legado». La juez reiteraba que debía ser imputado porque hay indicios de que pudo «coadyuvar» a los delitos cometidos supuestamente por su familia.

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